sábado, 9 de abril de 2011

amame [ cap 7 ]

Capitulo 7 Sonreí contento pues ese placer que me habías dado lo volvería a sentir y sin ningún compromiso. - Sin ningún tipo de compromiso- valla que tontería, tu seguiste al pie de la letra nuestro convenio pero “yo”, yo no lo hice y me enamore de ti como un loco. Mis ojos pesan como si alguien me los estuviera oprimiendo y aunque los eh abierto no veo más que obscuridad a mí alrededor, será mi conciencia que me traiciona o es que mi mente me juega una mala pasada, busco a tientas el borde de la cama y cuando estoy a punto de bajarme escucho el crujir de una puerta e instintivamente volteo hacia aquel lugar y aunque se que no veo nada sigo el recorrido de esos pasos que se detienen justo enfrente de mí. - Estas mejor- te escucho hablar y mi corazón salta de emoción con tan solo oír tu voz, intento mirarte pero me es imposible y por mas que lo intente no te veo. Por la frustración me llevo las manos a la cara y ahí lo siento, de verdad que no me di cuenta que tengo una venda en los ojos y de inmediato intento despojarme de aquella prenda que me estorba pero tu me frenas tomándome de las manos y bajándolas hasta mi regazo. - ¿Que pasa?- te pregunto asustado queriendo y no queriendo escuchar tu respuesta. – porque tengo esto – digo ya con la voz mas desesperada llevándome de nuevo las manos a la cara. - Tranquilo- me dices volviendo a tomarlas acariciando mi cabello. No se que pensar, esa actitud tuya es muy rara y el pánico se apodera de mí, tu no eres así, no eres cariñoso ni comprensivo , así que lo único que me queda pensar es que hay algo malo con mis ojos y que lo único que haces es tenerme lastima, así que empujándote y a tientas me abro paso por entre el edredón buscando el borde de la cama pero me fallan los cálculos y si antes mi cabeza estaba sobre una suave superficie ahora estaba estampada sobre la alfombra , escucho tus pasos apresurados acercarse a mí y al momentos gritas que traigan al doctor, intento levantarme pero me tiemblan las piernas y cuando al fin lo logro de verdad que no se en donde estoy, tus manos rodean mi cintura llevando nuevamente hacia la cama pero opongo resistencia, de verdad que no quiero necesito respuestas pues el miedo me esta carcomiendo, forcejeamos un poco hasta que tu caes sobre de mi en la cama, puedo sentir el calor de tu cuerpo sobre el mío y tu respiración sobre rostro. - No hagas esfuerzos, eso no te hará bien- me dices colocando tu cabeza en mi pecho abrazándome. Estoy asustado, aturdido pero mas nervioso por tenerte tan cerca, mi corazón comienza a latir descontrolado y se que lo has notado. separas tu rostro de mi pecho y poco a poco ese calor que me envolvía desaparece. - Pronto llegara el medico- me dices y yo sigo el sonido de tu voz. - ¿A dónde vas?- te pregunto, sintiéndome solo en esta obscuridad que me aturde. - No hagas nada estúpido- son tus ultimas palabras antes de escuchar el golpe de la puerta. Me quedo sentado al borde, poco a poco comienzo a deslizar las vendas por mi rostro, la opresión va desapareciendo con forme voy desenredando el vendaje. - Parece que ya me ayudaste con las vendas- alguien en la puerta habla y brinco del susto parándome de inmediato. - ¿Quién es? - - El medico- dice aquel sujeto y por su voz es una persona de edad avanzada, escucho como se va acercando y a tientas vuelvo a tomar asiento, parezco niño regañado pues junto mis manos y las coloco en mi regazo aguardando a que el medico haga lo suyo. - Cree que pueda ver- pregunto nervioso, sintiendo las manos del doctor moverse por mi cabeza. - ¿ver?, claro que si- me dice en tono despreocupado y acto seguido termina de quitar el vendaje. – solo te protegí los ojos por el golpe de la cabeza, pero tu vista esta muy bien – - Gracias a dios- exclamo llevándome las manos al pecho- por un momento creí que estaba grave- rio como tonto mientras el medico analiza mis pupilas, la luz me deslumbra un poco ya que al final diminutas lucecitas se quedan fijas en mi vista. - Cuanto tiempo estuve dormido- hago esa pregunta para cambiar de tema. - Tres días- dice de lo más relajado y yo no puedo contener el asombro y me vuelvo incrédulo. - ¿Bromea verdad?- y ahora es el quien se ve serio. - Nunca bromeo- regreso la mirada y la fija en cualquier lugar menos en él, pues me da miedo mirarlo. - Esta bien- es lo único que logro decir y me levanto de la cama rumbo a la ventana. Pero mi paso es torpe como el de un borracho que no puede mantener el equilibrio. - Vendré a checarte dentro de dos días- me dice el medico pero estoy fijo en la ventana que poco le presto atención, solo alcanzo a mover la cabeza. La puerta se abre pero yo sigo mirando, al otro lado del enrejado puedo distinguir una silueta debajo de la lluvia torrencial que sigue azotando la ciudad. - Tienes un gran amigo- me distraigo de lo que estaba haciendo para verlo. - ¿Cuál amigo?- digo y al ver su cara de no entender regreso la mía hacia la ventana y la limpio pues el vapor la ah empañado pero ya no hay nadie ahí. - Inoo-kun, no se separo de ti en estos días- contesta el medico sonriente - ¿Inoo?- digo sin poder creérmela y comienzo a reír. - No se a que venga la risa pero así es, pregúntale a él. - Eso hare- - Debo irme lo saludas de mi parte- - Gracias- es lo único que respondo y de nueva cuenta me tiro sobre la cama cuando por fin se ah ido. Cierro mis ojos y lo primero que veo es tu rostro, tengo unos deseos incontrolables de verte que sin pensarlo me levanto y me dirijo a tu dormitorio, me tiemblan las piernas de solo pensar que voy a tenerte cerca de nuevo, toco la puerta pero nadie abre, estoy apunto de retirarme pero me quedo parado frente a tú puerta con la mano en el pomo, dudo, dudo mucho en si entrar o no pero es mas fuerte mi deseo que respiro profundamente y la abro. - Inoo- digo casi en un susurro inaudible y me meto por completo al cuarto. Camino sigilosamente por el, pero parece que no estas ahí y la desilusión me invade, regreso sobre mis pasos hacia la salida, pero escucho el correr del agua de la ducha y me quedo parado dudando de si entrar, los nervios me carcomen, si entro y te encuentro con otro no podría soportarlo y mas valdría estar ciego para dejar de sentir dolor, como dicen ojos que no ven corazón que no siente. Muevo la cabeza para alejar esos pensamientos y muy decidido entro al baño, puedo notar tu figura dibujarse por el vidrio del cancel y suspiro pues puedo notar que estas solo ahí adentro, una idea loca cruza por mi cabeza pues tengo tantas ganas de tocarte que el deseo se vuelve mas fuerte y deslizándome sigilosamente ingreso a la ducha contigo. Estas viendo hacia la pared así que no notas mi presencia, deslizo mis manos por tu vientre y te sobresaltas al sentirme sobre tu piel, te giras de lleno para verme y yo aprisiono mis labios contra los tuyos moviéndolos frenéticamente, pareces que sigues en shock por verme ahí que no respondes a mi beso, el agua me a mojado completamente que la ropa se adhiere a mi piel y comienzo a sentir frio. Al notar que no haces nada, ni siquiera un movimiento y sintiéndome el más torpe del mundo me dispongo a salir de ahí lo más rápido que pueda no quiero seguir viéndote así, pues solo aumentan las ganas de tocarte. Me alejo y me dispongo a salir cuando siento tus manos rodear mi cintura atrayéndola en un abrazo, puedo sentir tu cara sobre mi cuello y pude notar un pequeño suspiro de parte tuya. Ese acto tuyo me hace pensar que tal vez, solo tal vez realmente estabas preocupado por mí, así, que girándome para verte te dedico un beso en la frente para luego pasar a tus labios. Deseaba besarte con desesperación y que me correspondieras, tus labios se movieron al sentir que los aprisionaba más y me deje llevar por ese embriagante sabor tuyo, te arrincone en la esquina y comencé a deslizar mis manos por cintura, sentí como te estremeciste ante el contacto y sintiendo que llevaba la riendas del asunto me pegue más a tu cuerpo, comencé a besar ese cuello bañado en agua con ese sabor tan característico de tí que necesitaba, solo sentía como tu cuerpo se removía por mis besos y una enorme satisfacción se dibujo en mi rostro al saber que era el causante de eso, tome tus manos con las mías y deslizándolas por el azulejo las posicione sobre tu cabeza, en esta posición no podrías escapar. Seguí besando tu cuello y acercando mas mi cadera hacia la tuya comencé a friccionar de arriba hacia abajo. Te retorcías de goce y no sabes que felicidad siento por saber que puedo provocarte ese tipo de placer y sobre todo porque me correspondes. Aprisiono con una mano las tuyas y la que tengo libre la voy deslizando por tu cuerpo, en un movimiento excitante acaricio tu pecho, después tu vientre y al final llego a tu miembro. Lo tomo con suma suavidad y puedo sentir que ya esta completamente erguido me dirijo a tu rostro mostrándote una placentera sonrisa, tu solo desvías la mirada no sin antes notar un ligero sonrojo de tu parte. Comienzo a masajear tu miembro y acercándome a tu oído digo lo mas seductoramente que puedo –“tanto ansiabas que te tocara”-, puedo notar una sonrisa e tus labios y sin saber como ahora soy yo el que esta aprisionado contra la pared. Puedo sentir tu lengua rozar cada parte de mi garganta, es un beso lleno de lujuria, intento escapar pero me tomas por la cabeza para hacer mas profundo aquel beso, tus dedos agiles han quitado ya la camiseta y el agua ahora si cae sobre mi piel, mueves tus caderas involuntariamente chocando contra mi miembro, como si ya estuvieras penetrándome. -que impaciente eres- te digo con una risita, mientras comienzo a pasar mis dedos por tus cabellos. De momento ya estoy completamente desnudo al igual que tú, gradualmente te acercas mas metiendo una pierna entre las mías y comienzas a moverla, encorvo mi espalda pero no puedo hacerlo mucho pues la pared me estorba, así que no me queda mas que aferrarme a tu cuello. De un momento a otro me deslizo hasta quedar frente a ese pedazo de carne que es la fuente de mi desesperado deseo, lo tomo con mis manos y volteo a ver te, tienes una expresión de profunda con función y casi puedo asegurar lo que estas pensando. –“a caso quedo mal de la cabeza”- sonrió por pensar eso y poco a poco voy ingresando a mi boca tu miembro. Veo los intentos que haces por detenerme pero soy mas rápido y comienzo a succionar ese liquido espesó que escurre por mi boca , puedo ver tu cara de excitación y sigo con mi trabajo y ahora saco y meto tu miembro por mi boca, es una sensación deliciosa de verdad, puedo ver que no puedes mas y recargas tus manos sobre el azulejo, sino fuera por el agua que recorre tu cuerpo juraría que estas bañado en sudor. Sigo con mi ataque de succiones y nuevamente tus caderas comienzan a moverse a mi ritmo. No has dicho nada desde que iniciamos pero no me preocupo ni acongojo, pues se que lo estas disfrutando. -uhmm Daiki- gimes mientras aprisiono tu miembro con una mordida y ante aquella reacción vuelvo a hacerlo. - ahh Daiki- ese sonido hace que mi miembro se tense y un dolor entre la piernas se apodera de mi. Sigo chupando tu miembro dejándome llevar por el deseo comienzo a hacerlo con mas ahincó, me tomas por la cabeza haciendo mas profundos los movimientos. No se como es que te eh acostado en el suelo, pero tengo unos deseos incontrolables de hacerte mío, pues ese dolor me esta volviendo loco, me coloco en tu entrada y llevándome dos dedos a la boca intento ingresarlos, pero me detienes en el acto y mostrándome una sonrisa lasciva, te abalanzas sobre de mi dejándome ahora abajo. - Creíste que dejaría que llegaras mas lejos- me dices al tiempo que tomas mi miembro y lo estrujas con fuerza.- yo soy aquí el que te va a penetrar- No digo nada pues aun no puedo creer que haya caído en tu juego, me hiciste creer que tenía controlado el asunto y de buenas a primeras me cambias el papel. No puedo seguir pensando porque siento como tu boca húmeda y caliente se apodera de mi miembro, es una sensación de verdad es placentera el dolor poco a poco va desapareciendo al tiempo en que subes y bajas aun ritmo acelerado, mi liquido comienza a salir y puedo sentir como lo vas tragando a cada succión, tomas un poco de mi esencia y te diriges a mi boca depositándola en un beso lascivo, ese sabor amargo lo voy tragando mezclado con tu deliciosa saliva que me sabe a gloria, un dolor inesperado me saca de mi transe al sentir un intruso en mi entrada, tus dedos juguetones guiados por una mente perversa ingresaron en mi sin aviso. Duele de verdad que duele mucho, aun con tanto tiempo haciéndolo no puedo acostumbrarme a ello. Ingresas un segundo dedo y me arqueo pues una oleada caliente recorre mi cuerpo. Los sacas y dándome un ultimo beso, te metes en mi de un solo movimiento, grito por el ardor intentando aferrarme de algo pero lo único que hay es el agua que nos rodea, puedo sentir el palpitar de tu miembro en mi interior, es muy excitante, comienzas a menearte pausadamente, puedo sentir como el tejido de mi interior se mueve por cada vaivén de tus caderas, pero con cada movimiento me empujas contra la pared, es una posición incomoda pero así puedes llegar mas dentro de mí. El dolor no desaparece pero la excitación es mas grande, que levantándome me abrazo a tu cuello, en esa posición no hay mucho que se pueda hacer así que vuelves a recostarme y con mas ferocidad que hace un rato ingresas en mi con fuertes estocadas. Entrecierro los ojos pero no quiero que pares con los movimientos y me abrazo con mis pies a tu cadera. El vaivén continua y me dispongo a complacer a mi miembro que a quedado sin atención, con tus escotadas y con mi masturbación llego pronto al climax, pues con un sonoro gemido me corro sobre mi mano. Al darte cuenta de aquello te acercas a mí mano que aun sostiene mi miembro y lames todo la semilla que derrame sobre mi cuerpo, al terminar con aquello continuas con tu trabajo y después de unas cuantos vaivén ese liquido se derrama en mi interior llevándome al borde de la locura. Cuando todo a terminado y aun con las respiraciones entrecortadas nos quedamos viendo, esos ojos llenos de confusión los beso delicadamente y un sabor a sal inunda mi boca. –“Estas llorando” pienso mientras tus beso tus labios. No digo nada pues tal vez con mi imprudencia arruine este momento que se a sido el mejor hasta ahora. El agua a parado sin darme cuenta, cuando me giro a ver por que me cargas entre tus brazos cubriéndome con tu bata, salimos del baño yo aun en tus brazos me siento muy feliz. Te acercas a la cama y me recuestas con tanto cuidado así como temiendo que fuera a hacerme daño. Te recuestas a un lado mío cubriéndonos con las sabanas, me abrazo a tu pecho y la quietud del día aun cubierto de nubes negras a sido el mejor en mucho tiempo.

2 comentarios:

  1. Me ecanta ;o;
    Que miedo al principio que pensaba que le había pasado algo ;___; pero no u.u y Kei estuvo con él todo el rato que monooo *___* ya empieza a enamorarse de Daiki yess~! Pobrecito llorando ;-;
    Me ha encantado el lemon >.< haha se creía Daiki que Inoo se dejaría xD

    Estoy ansiosa por leer el siguiente capítulo >3<

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  2. no es que empieze a amar a daiki el ya lo amaba solo que no queria darse cuenta ;OOO; INOO BAKA lo amooo!!! ATZIIIN tienes que seguirle pronto x fa!! Amo tu fic lo amoooo!!! Y este capitulo fue tan genial que llore ;OO; x cierto y sho?? O.O
    Atte: Andii tu mayor fan (?????????) hahahaha ><

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