sábado, 31 de julio de 2010

deep love, [ cap 3 ]





“diálogos/pensamientos de Chinen”
Había amanecido de buen humor, el día era soleado con pocas nubes.
‘Perfecto para salir a pescar’ pensó Takaki mientras revisaba que nada le faltara. Estaba a punto de desamarrar su pequeño bote cuando por la bahía escuchó que gritaban su nombre.

-¿Hay espacio para uno todavía?- preguntó Kei
Algo andaba mal, Kei sólo hacia eso cuando algo le irritaba en su vida.
-Sabes, que nunca niego la ayuda extra, sube- le indicó Takaki
‘Será un día largo’ pensó.
Después de que estuvieron a considerable distancia metidos en el mar y que las redes fueron bajadas, se pusieron a esperar.
-¡Ya no lo soporto!- gritó Kei al mar.
‘Creí que tardaría más’ pensó Takaki
-¿Días difíciles Kei?- preguntó suavemente Takaki mientras se acomodaba en una silla.

-No te lo puedes imaginar- dijo Kei mientras tomaba asiento. Y así Kei comenzó con su relato.
-o-o-FB-o-o-
‘¿Pero qué es ese ruido y por qué me duele la espalda?’ abrió lentamente los ojos y todo lo miraba de cabeza, esto se debía porque su cabeza estaba colgando del sillón donde paso la noche, por lo que se enderezó. Ahora recordaba que ayer se quedó velando el sueño del chico que encontró en la playa y al parecer había despertado.
En la cama no había nadie. La rodeó y encontró al chico tirado, sobándose por la caída que tuvo.
-¿Te encuentras bien?- le preguntó Kei.
El chico abrió su boca para responderle y al intentar articular alguna palabra nada salió de ella, ningún sonido.
‘No puede hablar…’

“No puedo hablar y tengo piernas… el trato funcionó”
Kei se hincó y ayudó al chico a regresar a la cama. En eso la puerta de la habitación se abrió y Ryosuke entró.
-Así que después de todo sí te quedaste aquí-
-Buenos días para ti también- le contestó Kei
-Y bien, ¿Quién es el muchacho?- preguntó al llegar al borde de la cama
-No lo sé, no puede hablar- le informó Kei.
-Ese es un pequeño inconveniente- dijo Ryosuke resaltando el pequeño con sarcasmo.
-¿Tú crees?- le dijo Kei, fastidiado.
El mayor se dirigió al escritorio y sacó pergamino, pluma, tinta y un soporte y se lo entregó al chico.

-No puede hablar, pero escribir tal vez-
Yuri se quedó contemplando los objetos.
‘Sí, claro’ pensó Ryosuke mientras miraba a otro lado.
Kei se le acercó y le abrió el frasco de la tinta y metió la pluma –Si puedes, ¿Podrías escribir tu nombre?-
Yuri asintió y comenzó a mover su mano sobre el pedazo de papel. Cuando terminó se lo extendió a Kei. El mayor lo tomó y se quedó extrañado.
-¿Cómo se llama Kei?- preguntó Ryosuke
-Eh…-
Ante el monosílabo de su primo, Ryosuke se acercó y contempló lo que estaba escrito: 侑李
-Parece que tampoco no puede escribir, ¡esos son garabatos!- expresó.
Yuri golpeó su frente. “Lo olvidé, los humanos escriben diferente” Volvió a tomar el papel y con sumo esfuerzo escribió: Y U R I con una caligrafía espantosa, pero legible. Kei volvió a tomar el papel y Ryosuke lo leyó –¿Yuri? ¡Tiene nombre de chica!-
-Es unisex- le respondió Kei con mirada de a mí sí me gusta su nombre.
-¿Yuri qué? ¿Y su apellido?-
-¿Podrías escribir tu nombre completo con apellido?-
Yuri los miró extrañados, no comprendía lo que pedían.

-El chico, Yuri, no recuerda su apellido- dijo Ryosuke
-Lo más seguro es que Yuri tenga amnesia y no recuerde nada más que su nombre. Tendremos que darle uno-
Y así ambos se pusieron a pensar.
“Creo que esto del apellido es importante”
‘Apellido…’ Pensaba Kei mientras miraba la habitación buscando inspiración. Se detuvo a recoger del suelo el libro que estaba leyendo el día anterior. Por el capitulo en el que iba había aparecido un nuevo personaje, el cual se llamaba Chinen.

‘Chinen… Chinen Yuri… suena bien’
-Ne Ryosuke, ¿Qué te parece Chinen?-
-A mí no me preguntes, es él quien lo va a utilizar- señaló Ryosuke.
Yuri se entusiasmó y colocó una amplia sonrisa en su rostro, pues fue a Kei quien se le había ocurrido.
-Está sonriendo, sí debió de gustarle la idea- dijo Kei.
En eso tocaron la puerta y una criada entró, hizo una reverencia y le anunció a Kei, que la reina, su madre, solicitaba verlo.
-Enseguida voy- contestó, mientras que la criada volvía a hacer una reverencia y se marchó.
-¡Está decidió!- expresó efusivamente Ryosuke.
-¿Qué cosa?-
-Yuri será mi proyecto mientras esté aquí- declaró Ryosuke.

-¿Eh? ¡No puedes!-
-Claro que puedo y es mejor que te vayas ya, que a la tía no le gusta que la hagan esperar- le decía mientras lo empujaba fuera de la habitación.
Kei lo vio por última vez haciéndole un gesto inconforme y salió de la habitación, tendría que encargarse primero de lo que sea que su madre quisiese.
-¿Deseaba verme?- dijo mientras entraba a un salón y se reverenciaba.
-Kei, hijo- dijo la reina –Me han informado que ya te encuentras mejor de salud-
-Así es, madre-
-Eso me tranquiliza, porque así no tendremos que cambiar la fecha del baile-
-¿Qué baile?-
-El baile por tu bienvenida donde además tendrás la oportunidad de conocer a bellas señoritas. Ya estás en edad de contraer matrimonio y asumir la corona-
-No creo que eso sea necesario en estos momentos, madre. Quiero por mis propios medios conocer quién será quien me acompañe en mi vida- le dijo muy seriamente Kei.
-No hay tiempo para eso. En la fiesta te dedicarás a socializar con las doncellas y escoger a una novia-
-Madre…- Kei iba a protestar, sin embargo su madre no lo dejó y le ordenó que se retirara que aún debía encargarse de otros asuntos.
Fastidiado Kei se marchó de ese salón.

En su camino se encontró con una criada y le pidió un té al mismo tiempo que preguntaba si habían visto a su primo. La criada le contestó que no y eso le preocupó. Aunque su preocupación no fue mucha pues escuchó un gran estruendo. Se dirigió con paso presuroso a donde creía que podía haberlo escuchado. Abrió la puerta.
-¿Qué fue eso? ¿Qué está pasando aquí?- Kei encontró a Yuri tirado en el suelo, sobándose un pie, libros regados en el piso y a su primo componiendo una especia de madero.
-Le estoy enseñando a caminar a Chinen. ¿Puedes creerlo? Pierde el equilibrio con suma facilidad- le dijo mientras colocaba el madero en su lugar –Bien, Chinen, hazlo otra vez- le decía mientras recogía los libros y se los entregaba, pero Chinen seguía en el piso.
Kei observó el madero, luego los libro que tenía Ryosuke en sus manos, a Ryosuke y por último a Chinen. Luego se dirigió hacia el pequeño y lo ayudó a levantarse.
-Estas siendo un poco brusco Ryosuke. No le exijas más de lo que puede- Kei regañó a Ryosuke mientras sentaba a Yuri en una silla -¿Quieres seguir intentándolo?- le preguntó con un tono de voz distinto al que había ocupado con Ryosuke.
“Pero no así, con ese método”
De alguna manera Kei le había entendido –Está bien, veremos cuanto progreso has logrado- Yuri solo lo miraba, temeroso de lo que le pudiera poner a hacer –No te preocupes, estaré a tu lado- le dijo el mayor.

Kei volvió a parar a Yuri, lo tenía agarrado de las manos –A mi señal- le dijo –Uno- y Kei movió su pie izquierdo para atrás mientras que lo jalaba obligando a Yuri a mover su pie derecho si no quería caerse –Dos- dijo Kei mientras daba un paso hacia atrás con su pie derecho y Yuri uno hacia adelante con su pie izquierdo. Kei volvió a repetir el procedimiento 20 pasos más –Ahora te soltaré- le advirtió Kei mientras comenzaba a separar sus manos –Puedes hacerlo- fueron sus últimas palabras antes de quitarse y dejarle el camino libre a Yuri. Éste no se cayó, caminó por sí solo. Yuri estaba feliz y esbozó una gran sonrisa cuando se detuvo y torpemente se giró e hizo ese movimiento raro que Ryosuke le dijo que se llamaba reverencia.

-¡Yei!- expresó alegremente Ryosuke dejando los libros en la mesa, mientras que a Kei también le daba felicidad, pero también algo más. Se percató de Chinen tenía una rodilla la tenía raspada e hizo que trajeran a alguien para que se la curara.
Mientras atendían a Yuri, Kei se dedicó a regañar a Ryosuke, pero en eso entró una criada avisando que el almuerzo estaba listo y servido que podían bajar salvando a Ryosuke.

Los tres tenían hambre así que se dirigieron al comedor, sin embargo cuando llegaron a las gradas Yuri ya no los seguía.
-¡No puede ser! ¿También hay que enseñarle a bajar gradas?- exclamó Ryosuke. Inoo regresó con Yuri –Es lo mismo, un pie a la vez- le dijo, pero no parecía convencerlo –Sujétate de la barra- le pidió. Cuando Yuri lo había hecho tomó su mano libre y los dos comenzaron a bajarlas –Ves, un pie a la vez- volvió a repetir Kei en las últimas gradas.

Llegaron al enorme comedor tomando sus respectivos lugares al mismo tiempo que la servidumbre llegaba a dejar el primer plato, la ensalada. Kei y Ryosuke tomaron sus cubiertos y comenzaron a comer, sin embargo Chinen…
“¿Qué es esto y dónde están los palillos?”
Miraba detenidamente y con desconfianza los objetos que estaban colocados en la mesa.

-El pandeado es una cuchara, bebes sopa con ella. El que es plano con filo es un cuchillo, cortas los alimentos en pedazos más pequeños para llevártelos a la boca como las carnes y por último está el tenedor con el que picas los alimentos- le dijo señalando el objeto con cuatro puntas. Yamada se los describió porque ya no aguantaba más el cómo Chinen los miraba.
Kei se levantó de su lugar y fue hasta el lugar de Chinen tomó el tenedor entre sus manos y lo deslizó en las manos del pequeño, sujetándolo con las suyas enseñándole a como picar el alimento y luego como llevarlo a la boca.

El corazón de Chinen latía rápido, era la segunda vez que lo tomaba de la mano.
-No te preocupes, sólo imita nuestros movimientos- le propuso Kei.
Chinen asintió nerviosamente, luego Kei regresó a su lugar y trajeron el segundo plato: sopa.
Chinen tomó el objeto pandeado lo metió en el plato, luego sacó la cuchara y se la llevó a su boca. Instantes después la soltó. Sacó su lengua y con sus manos le daba aire.
“Me quemé, me quemé… mi lengua… me quemé”
No debía de reírse, pero no podía evitarlo la cara de Chinen era sumamente graciosa para Ryosuke.
-La sopa es caliente, la debes de tomar con cuidado o si no te pasa lo que ya te pasó- le dijo cuando se había tranquilizado un poco.
Para el tercer plato, Yuri decidió primero ver cómo lo hacían Kei y Ryosuke y así lo hizo. Luego tomó él sus cubiertos e imitó las acciones, sin embargo le resultaba muy difícil y comió poco.

“Quiero mis palillos”
Por último llegó el postre. Bandejas llenas de fresas y uvas fueron servidas. Chinen curioso por la fruta roja alargó su mano para tomar una, pero inmediatamente otra mano lo golpeó.
-Eso es mío- dijo Yamada llevándose todas las fresas y se las metía a la boca.
“Qué miedo, me preguntó si yo actuaba así con el gyoza”
-No le tomes importancia. Ryo es un fresa-adicto. Ten, esto sabe mejor que las fresas- dijo Kei mientras le daba unas cuantas uvas peladas a Chinen y hacía énfasis en las últimas palabras. Chinen tomó una y se la llevó a la boca, era dulce y jugosa. Sabía muy bien. Le gustaron, más bien le encantaron. Y con eso, la hora de almuerzo terminó.

-o-o-o-
Kei con las ganas de continuar con su búsqueda, se propuso a preparar algunos materiales necesarios por lo que estaba haciendo una lista mental de lo que llevaría.
Un bostezo salió de la boca de Yamada.
-Kei ¿Puedes encargarte del aprendizaje de Chinen? Iré a tomar mi siesta de la tarde-
-Voy de salida Ryo, simplemente no la tomes hoy y continúa ayudándolo-
-Pero sabes lo irritado y malhumorado que me pongo si no duermo por las tardes- se quejaba Ryosuke.

Y como buenos parientes comenzaron a discutir. Yuri se comenzó a sentir mal pues pensaba que era una molestia y se fue del lugar algo que los primos se percataron tiempo después.
-¿Dónde está Yuri?- preguntó Ryosuke y ambos con la mirada lo buscaron por toda la habitación, pero no había señales de él.
-Hay no, ¿Crees que él…?- Kei ya estaba pensando lo peor.
-Hay que encontrarlo-
Los dos salieron en direcciones distintas, tenían que encontrarlo. Ambos se sentían mal, hablaron de él como si fuera una carga, una obligación de la cual no querían hacerse caso.
-o-o-o-

Con sus nuevas habilidades, Yuri caminaba por el castillo fascinado por la decoración, los cuadros y el relieve de las paredes. Al llegar a una ventana quedó maravillado con la vista que el mundo humano le ofrecía. Curioso por saber más buscó una salida, la cual encontró tiempo después.
Sus pasos lo llevaron hasta una fuente. Se sentó en el borde de la misa mientras sumergía sus dedos en el agua fresca.
“Aquí también soy una molestia”
Su pecho se oprimía en la tristeza junto con las lágrimas que salían de sus ojos. Lo que en realidad buscaba era un lugar en el cual pudiera desahogarse.
-o-o-o-

‘¿Dónde pudo haberse metido?’ Kei estaba muy intranquilo, no midió sus palabras y ahora el pequeño estaba metido a saber ni en donde. Ya le había preguntado por él dos criadas con las que se había encontrado y nada. Ninguna lo había visto. Y como todo mira extraño y desconocido temía que se fuera a hacer daño con algo.
Se detuvo. Respiró. Después alguien tocó su espalda esperanzado de que fuera el pequeño se volteó con gran expectación. Sin embargo resultó ser el viejo jardinero que traía flores recién cortadas.
-Joven, ¿Gustaría que estas estuvieran en su habitación?- le preguntaba amablemente.
-Sí, está bien. Colócalas donde quieras- le dijo sin muchos ánimos.
-¿Qué sucede joven?-
-No encuentro al pequeño que traje ayer a la casa, discutí con Ryosuke y lo perdí de vista-
-Su amigo se encuentra en la fuente del jardín- le informó el jardinero.
El semblante de Inoo se tranquilizó –Gracias- ya iba hacia los jardines cuando regresó con el anciano y le pidió una flor.
-Tome las que guste joven- le dijo el anciano y ahora sí salió rumbo a los jardines.
-o-o-o-

Por más que se trataba de limpiar las lágrimas con el dorso de sus manos, éstas no dejaban de salir.
-No era mi intención herirte con mis comentarios y hacerte llorar, discúlpame- Kei estaba parado ante él con una flor en sus manos.
Yuri lo miraba fijamente y muy despacio extendió su mano para tomar aquella flor que tenía Kei en las manos, sentía que las palabras del mayor eran sinceras.
Luego Kei se sentó a un lado –Me tenías preocupado- expresó.
Yuri apretó con fuerza el tallo de la flor.
Kei colocó su mano encima de la de Yuri -No te separes de mí- dijo muy bajo, aún así el menor pudo oírlo. Sentía que había sido absurdo haber estado llorando, Kei no lo consideraba una molestia, al menos eso quería creer.
Era la cuarta vez en el día que le tomaba la mano. Podría acostumbrarse a esa sensación.

-Ven- le dijo y ambos se pararon.
Y sin soltarla, le enseñó gran parte del jardín, no terminaron pues la noche ya estaba entrando y era mejor regresar al interior del palacio.
Ya en el interior sus manos seguían entrelazadas. Y el rostro de Chinen lo adornaba una bella sonrisa. Algo en Kei, quería poder seguir viéndola. Sin embargo se escucharon pasos de varias personas y su contacto fue roto.
Por una de las puertas entraba la reina con algunos sirvientes.
-¿Quién es el muchacho Kei?- preguntó su mano viéndolo de arriba hacia abajo con una mirada un tanto penetrante, queriéndolo hacer sentir de menos.
-Él es…- pero qué podría decir, no se había tomado la molestia de preguntarle por su pasado.

-Él es un amigo- Ryosuke había entrado –Disculpa tía que no te haya avisado antes, pero le hablé tanto acerca de esta ciudad que quiso acompañarme y no pude negarme. Le pedí a Kei-chan que le enseñara un poco los alrededores, sabes cómo me pongo si no tomo mi siesta en la tarde-
-Descuida Ryosuke-kun- le dijo la reina, en tono amable, muy distinto al que había usado en su primera pregunta, sin embargo no le quitaba la vista de encima a Yuri. Desde atrás Ryosuke le hacía un gesto a Yuri de que se reverenciara, éste lo entendió y torpemente hizo el movimiento.
-¿No me dirá cómo se llama?- le preguntó a Yuri.
-Chinen Yuri- contestó Ryosuke
-Ryo-kun deja que tu amigo hable-
–Mi amigo es especial, tía.

Lamentablemente carece del habla-
-Ya veo, espero que tu estancia con nosotros sea placentera- luego de eso la reina y sus sirvientes siguieron con su camino.
-Eso estuvo cerca- dijo Kei.
-Demasiado…- dijo Ryosuke.
-o-FB-o-
-Esta semana ha sido agotadora- suspiró Kei terminando su relato –Ni siquiera he podido continuar con…-
En eso la campanilla sonó, era hora de levantar las redes. Después de que las levantaron con una pesca exitosa, decidieron volver.
-Ni siquiera has podido continuar con…- retomó Takaki las palabras de Kei.
Kei suspiró pesadamente –Me llamarás loco, pero creo que alguien me salvó de que muriera en el naufragio.

Alguien me llevó hasta la orilla, estoy casi seguro-
-¿Qué te hace pensar eso?-
-Piénsalo, uno el barco se estrelló en las rocas del rompeolas, eso quiere decir que esta a una distancia considerablemente lejos de donde me encontraste. Y dos está esa sustancia verdosa, el médico me revisó y se extrañó que haya curado tan rápido, tardé la mitad del tiempo-
-Piensas que uno de los pasajeros o marineros del barco pudieron…-
-No lo sé-
Takaki se quedó dubitativo.
-¿Podría haberte Yuri ayudado?-
Kei lo miró desconcertado –Lo dudo, él es pequeño y no puede hablar y…-
-y…- Takaki a veces se desesperaba con la manera de hablar de Kei que todo lo dejaba a medias.

-Y la persona que me rescató habla, vagamente, en sueños he escuchado un canto melodioso y armónico-
-En ese caso, está la posibilidad de que una sirena te haya rescatado-
-¿Qué las sirenas no se dedican a atacar a los marineros?-
-Normalmente lo hacen, a eso se dedican pero recordemos que tú no eres un marinero sino un príncipe-
-No me lo recuerdes. Por cierto- Kei buscó entre sus bolsillos –Aquí está, ten- Kei le extendió un sobre a Takaki. Éste lo tomó y leyó su contenido. Era la invitación al dichoso baile que su mamá le estaba preparando.
-Sabes que yo no encajo en eso- dijo guardándola
-Es mi fiesta y quiero que vaya la gente con la que me siento a gusto. Por favor- Kei comenzaba hacerle la mirada de cachorro a medio morir.
-No sé, no prometo nada, pero ¡ya deja de hacer esa cara!-
Después de eso se quedaron callados, aunque a Takaki le rondaba por la cabeza dos dudas.

-Ne Kei-chan ¿Para qué quieres encontrar a esa persona?-
Kei veía el agua cuando Takaki le formuló esa pregunta –Supongo que para agradecerle-
-¿Supones?-
-¿Qué quieres qué te diga? Ni yo mismo lo sé-
-Eres un caso- se burló el mayor.
Kei sonrió amargamente.
-Ne y ¿Sientes algo por el pequeño?-
-¿A qué te refieres?-
-Cuando me hablabas de él había cierta emoción en tu tono de voz y tampoco nadie en estos días se toma la molestia de acoger a alguien y llevárselo a su casa, mucho menos de ayudarlo a adaptarse a lo que no se acuerda. Yo creo que el chico te gusta- terminó de decir su amigo.
Y su mente como que comenzó a apoyar esas palabras…

-o-FB-o-
Kei se encontraba en una pequeña habitación con pintas de despacho, con el cual repasaba la poca información que había podido reunir acerca del naufragio y su rescate. Algunos dirían que se estaba convirtiendo en una obsesión.
Tocaron la puerta. Era Chinen, así que le dijo que pasara. El pequeño traía unas hojas consigo. Al parecer le quería enseñar las planas de su caligrafía, la cual no había mejorado nada desde la primera vez que la vio. La penúltima sin embargo decía: toca para mí. Y la última resultó ser la partitura de una melodía. Chinen lo miraba expectante con una gran sonrisa.

Por algún motivo no podía negarle nada cuando tenía una sonrisa en sus labios. Se paró y juntos fueron al salón musical. Kei tomó asiento delante del piano, luego posicionó sus manos y la dulce y relajante melodía comenzó a escucharse.
Yuri escuchaba con atención y un sentimiento de melancolía lo invadió.
“Si tuviera mi voz… podría complementar la melodía” le dolía no poder hacerlo y su impotencia se representó con lágrimas.
Tenía un poco de tiempo que no tocaba el piano y cometía errores.
-¿Tan mal lo estoy haciendo?- preguntó Kei cuando se dio cuenta que estaba llorando.
Con vehemencia Yuri movió su cabeza negativamente.
Se limpió las lágrimas y con muecas le pidió que continuara. Kei así lo hizo teniendo la esperanza de que la nueva melodía no lo hiciera llorar.
-o-FB-o-

Habían llegado al puerto.
Su tiempo de conversación había terminado, pues Takaki debía de encargarse de otras cosas y él regresar al palacio o sino comenzarían a buscarlo.
En vez de sentirse aliviado, se sentía más confundido. Takaki le había dado algo en qué pensar ahora.
-o--oo---ooo---oo—o-
Se dirigía hacia su habitación, cuando observó que en la sala había una tenue luz, eran las pocas llamas del fuego de la chimenea que aún ardían. En uno de los sillones se encontraba Yuri dormido, con un libro en sus manos, otros estaban tirados en el piso. Tinta y papel había en la mesa de centro.
Se acercó con cuidado, puesto que no quería despertarlo. Agarró una de las hojas y se quedó impresionado, en tan poco tiempo había mejorado su escritura, era más legible. ‘Se está esforzando…’ los labios de Kei se curvaron en una sonrisa, volvió a dejar la hoja en la mesa de centro. Luego le quitó el libro a Yuri y lo tomó en brazos.

Lo llevó a su habitación y lo recostó en su cama y le quitaba los zapatos cuando escuchó leves sollozos. El pequeño seguía dormido, dormía entre sollozos. Kei acercó con cuidado sus dedos a su rostro para limpiarlo. Yuri no se despertó ante el contacto, más bien se había tranquilizado. Ahora su rostro lucía tierno y angelical. Kei comenzó a sobar su cabello, velando su sueño por si volvía a llorar, pues no le gustaba verlo llorar. Mientras que seguía pensando en las palabras de Takaki.
‘¿Yo… me estaré enamorando de ti?’
Continuará…


Beautiful Boy, [ cap 6 ]





Ryosuke cayó al suelo, a los pies de Yuto. Su respiración estaba muy agitada, aquel chico, Yuri, tenia demasiada fuerza a pesar de su aspecto pequeño. Ya no podía mas, su cuerpo estaba adolorido de tantos golpes, pero se rehusaba a darse por vencido.
-¡Ven acá! –Dijo Yuri con voz firme, tomando del cuello de la camisa a Ryosuke y comenzando a jalarlo de la camisa para levantarlo.
-Yuri… -Murmuro Yuto.

-¡No te preocupes, Yuto! –Le dijo Yuri, tomando algo de aire, pues el también estaba cansado y le sangraba el labio-. Lo iré… lo iré a ahogar a la piscina.
-¡No, Yuri, espera! –Grito Yuto, poniéndose de pie-. ¡Espera, por favor!
-Todavía tienes piedad de el… -Murmuro Yuri, mirando con furia a Ryosuke.
Ryosuke intentaban agarrarse de cualquier cosa a su paso, para que Yuri no lo arrastrara hacia fuera de las bodegas.

-Espera… ¡No, Yuri! –Gritaba Yuto, tratando de detenerlo-. No quiero que lo mates…
-¡Es lo que se merece! –Grito Yuri, jalando con más fuerza a Ryosuke, pues el chico se había agarrado de la puerta de la bodega-. ¡No seas cobarde!
-¡Yuri, no puedes matarlo! –Grito Yuto, parándose frente a Yuri, para evitar que siguiera caminando-. En todo caso, el que lo tiene que matar soy yo…
-¡Tienes razón! –Dijo Yuri-.

Ahógalo en la alberca…
-No, Yuri… No quiero que le hagas daño –Dijo Yuto, y observo a Ryosuke que parecía medio muerto-. Bueno…. Mas del que ya le hiciste.
-Pero, Yuto… este chico jugo con tu corazón… -Le dijo Yuri-. Entra en razón.
-Pero no lo puedes matar –Dijo Yuto-. Porque matarlo a el… es como si me mataras a mi… porque el tiene mi corazón en sus manos.
Yuto dijo todo sin mirar a Ryosuke, le preocupaba que Yuri fuera hacer una locura y dijo lo primero que se le vino a la mente para detenerlo, pero al decirlo sabía que sus palabras estaban impregnadas de pura sinceridad.
-Te lavo el cerebro… -Murmuro Yuri.


-¡No! –Dijo Yuto-. ¡Yo lo amo!
Se quedaron en silencio, solo escuchando el ruido que hacia el viento al rozar las hojas de los árboles que había cerca. A lo lejos se escuchaban la risa de algunas personas, que se divertían ajenas a todo lo que ocurría en las bodegas. Yuto dirigió su mirada a Ryosuke, que también lo miraba totalmente asombrado.
Ryosuke tenia mucho tiempo sin oír esas palabras, Daiki jamás le había dicho que lo amaba porque sabía que Ryosuke no podía corresponderle igual… La última vez que había oído esas palabras había sido casi un año atrás… con aquel chico.
-Yuto… -Murmuro Ryosuke.
-¡Tu cállate! –Le dijo Yuri a Ryosuke-. Yuto, Yuto… ¡El no te quiere! Tienes que entenderlo… tu mismo me lo dijiste.
-¡Lo se! Yo lo entiendo… -Dijo Yuto, dejando caerse de rodillas-. Pero no puedo evitar que mi corazón lo ame, intente odiarlo, golpearlo pero mi cuerpo se rehúsa… No puedo, Yuri…

-Yuto… -Murmuro Yuri, se arrodillo junto a el-. Mi Yuto…
Yuto observo asombrado a Yuri, jamás lo había escuchado decir “Mi Yuto”, ¿Qué quería decir con eso? Se dio cuenta que de los ojos de Yuri corrían profundas lagrimas en silencio.
-¡Eres un tonto! –Grito Yuri, y se arrojo a los brazos de Yuto.
Yuto lo abrazo con fuerza, dejando que el pequeño se desahogara en sus brazos. Dirigió su mirada a Ryosuke, que se había levantado, recargándose en la pared. Se veía muy mal, Yuri de verdad que era fuerte.
-¡Ay! –Exclamo Ryosuke al sentir un dolor en su brazo.
-Te lo mereces… -Murmuro Yuto.
-Yuri… -Dijo Ryosuke-.

De verdad quieres mucho a Yuto, ¿cierto?
Yuri no contesto. Se abrazo del cuello de Yuto, mientras aun lloraba sobre su pecho. Guardaron silencio durante un largo rato, escuchando los sollozos de Yuri.
-Yo… lo siento mucho –Dijo Yuri al cabo de un rato-. Debes de pensar que lloro como una niña… Que soy un tonto…
-¡No! –Aclaro Yuto-. Jamás pensare en eso… tu eres mi mejor amigo…
-¿Y jamás me has logrado ver como algo mas que tu mejor amigo? –Yuri levanto el rostro y observo con ojos llorosos el asombrado rostro de su amigo.
-Yuri…

-Hay una razón por la que no me sorprendí cuando me confesaste que estabas enamorado de otro chico… Porque yo… yo también estoy enamorado de un chico –Se confeso Yuri.
-¿Qué? –Pregunto asombrado Yuto-. ¿Quién…?
-¡Eres tonto o que! –Dijo Yuri, soltándolo.
-No es tonto… -Murmuro Ryosuke-. Solo un poco inocente.
-Al final le entregaste tu corazón a alguien mas… -Murmuro Yuri, mirando a Ryosuke-.

Es un idiota pero… aun así lo amas, ¿verdad?
-No entiendo de que hablan ustedes dos… -Dijo Yuto.
Yuri se separo de Yuto y gateo hasta donde estaba Ryosuke, hincándose frente a el y acercando su rostro al chico golpeado.
-Si así como peleas, amas… -Murmuro Yuri en voz baja solo para que Ryosuke lo escuchara-. Yuto esta perdido…


-Tu no sabes lo que siento, enano, no saques conclusiones antes de tiempo –Murmuro Ryosuke, mirando a Yuri con furia.
-¡No me llames enano! –Grito Yuri, levantando su puño hacia Ryosuke.
-¡Dejen de pelear! –Grito Yuto, levantándose-. Yuri, por favor… Explícame a que te referías hace rato porque no enti…
-¡No! Es mejor así –Dijo Yuri, tratando de sonreír.
-Yuri…


-Pero, a la primera…. Escúchame bien –Dijo Yuri, señalando con un dedo a Ryosuke-. A la primera que vea una solo lagrima de Yuto, te ira peor que esta vez…
-¿Es una amenaza? –Pregunto Ryosuke, comenzando a reír, aunque eso dolía.
-No, es un dulce comentario amistoso –Dijo Yuri-. Y bien, ¿Dónde dormiré yo?
-Yo estoy en la habitación 452, ve… ahí debe de estar Kento –Dijo Yuto-. Yo me encargare de Ryosuke, porque aun no terminamos nuestra plática…
-¿No puedes dejarla para mañana? –Pregunto Ryosuke-. Creo que no me siento bien.
-Vamos –Dijo Yuri, tomando de la mano a Ryosuke y jalándolo para levantarlo-.
-¡Aaaaaaaaaaaaaaaay! –Grito Ryosuke.
-¡No seas llorón! –Dijo Yuri, jalando con más fuerza-. ¡Aaaaaaaaaaay! Me duele el brazo…


Yuri soltó a Ryosuke, mientras se sobaba el brazo.
-¡Ve a mi habitación! –Le dijo Yuto a Yuri, mientras se agachaba para ayudar a Ryosuke-. En unos momentos… el mandara a una enfermera al cuarto para que te revise.
-¿Quién te dijo que yo hare eso? –Pregunto enojado Ryosuke-. ¡El me golpeo!
-¿Lo harás o no? –Le pregunto Yuto, mirándolo furioso.
-Si, pero…
-¡Muy bien, Yuri! Ryosuke pagara tu revisión –Dijo Yuto.
-¿Qué? –Pregunto Ryosuke, pero observo a Yuto y su mirada-. Esta bien, pero…
-Habitación 452, ve Yuri… -Dijo Yuto.
-Oigan, pero… -Dijo Ryosuke, pero de nuevo fue interrumpido.
-Los veo mas tarde –Dijo Yuri, y se fue.
Yuri se perdió a la distancia, dejando a Yuto y Ryosuke solos.
-Muy bien –Dijo Yuto, agachándose-. Ahora…
En un rápido movimiento, Yuto tuvo en brazos a Ryosuke.
-Pesas un poco, gordito –Murmuro Yuto, sin mirar a Ryosuke y comenzando a caminar hacia el hotel.


-Esto es vergonzoso –Dijo Ryosuke, pero se acomodo tiernamente en los brazos de Yuto.
El cuerpo le dolía, pero era reconfortante sentir la calidez de Yuto. En pocos minutos ambos chicos se encontraban en la habitación de Ryosuke, no se habían topado con nadie en el camino, así que habían llegado sin contratiempos. Yuto recostó a Ryosuke en su cama con todo el cuidado que le fue posible, pero aun así el chico emitió sonidos de dolor.
-Toma el teléfono –Le indico Ryosuke a Yuto-. Di que llamas en mi nombre, y que manden a un doctor a esta habitación y otro a la habitación 452…
-Claro –Yuto tomo el teléfono de Ryosuke y marco al hotel. Mientras hablaba con la señorita encargada, diviso en la cama de Ryosuke aquel libro que había visto la última ves que estuvo en esa habitación… Se acerco y tomo el libro, se dispuso a abrirlo.


-¡No! –Grito Ryosuke-. No lo leas… es algo privado… Te pido que no lo leas por favor.
Yuto dejo aquel libro en su lugar de nuevo, y colgó el teléfono.
-Dice la encargada que en unos minutos estará aquí el doctor –Explico Yuto-. Iré a ver como esta Yuri.
-¡No! –Dijo Ryosuke-. Quédate aquí conmigo, por favor.
-No se si sea buena idea –Dijo Yuto, mirando a su alrededor. Lo ponía nervioso estar en la habitación de Ryosuke y recordar todo lo que había pasado y lo que había estado a punto de pasar ahí la última vez-. Creo que será mejor irme…
-¡Que te quedes, te digo! –Grito Ryosuke tratando de levantarse, pero eso solo le produjo sentir dolor-. Aaaaaaaay.
-¿Estas bien? –Pregunto Yuto, acercándose a Ryosuke, y sentándose a su lado en la cama.


-¿Es necesario que te responda? –Pregunto Ryosuke, recostándose de nuevo.
-Se supone que no debes hacer esfuerzo, es tu culpa –Dijo Yuto, mirándolo.
-Es que no quiero que te vayas –Dijo Ryosuke, cerrando los ojos.
-Me quedare hasta que venga el doctor –Dijo Yuto, acariciando la cabeza de Ryosuke.
-Quédate conmigo siempre –Murmuro Ryosuke.
-Ryosuke, yo no… -Comenzó Yuto.
-Por favor, déjame explicarte… -Pidió Ryosuke-. Yo… al principio estaba jugando contigo, aunque cuando te salve en la alberca no tenia pensado nada de lo que pasaría… Después decidí divertirme un poco contigo, pero resultaste ser una persona demasiado interesante, y me fui envolviendo en mi propio juego…
Ryosuke se detuvo y observo el rostro de Yuto. Se le veía tan serio, que el era imposible descifrar que estaba pasando por su mente.

-Después… vino Daiki –Prosiguió Ryosuke-. Y todo se volvió un caos… Daiki y yo somos muy buenos amigos, el siente algo por mi… pero siempre he dejado claro que no lo amo, lo quiero demasiado, pero no siento nada mas por el y el lo sabe, y lo acepta… Quizás es un poco extraño, pero Daiki ha cuidado de mí y mi forma de agradecerle es estar a su lado, pero un día nos prometimos que nos contaríamos todo y cuando encontráramos la persona que sea dueña de nuestros sentimientos, aceptaríamos la decisión del otro y lo apoyaríamos. Y creo que yo… he encontrado a esa persona en este hotel…

Yuto no sabia que decir, lo que Ryosuke decía le parecía increíble, pero su corazón comenzaba a latir con mucha fuerza, con una fuerza que lo llenaba y lo impulsaba a salir corriendo y gritar por todos lados, aunque aun no entendiera del todo lo que Ryosuke decía, ¿Qué importaba? No amaba a Daiki, entonces…. Tenía una oportunidad.
-Yuto… créeme, confía en vi, por favor –Dijo Ryosuke, levanto su mano y tomando del rostro a Yuto-. Yo también te a…
“Toc, toc” Sonó la puerta interrumpiendo las palabras de Ryosuke.
-Joven, Yamada –Se escucho la voz de un señor-.

Soy el doctor Yamagushi. Voy a entrar.
El doctor abrió la puerta, y Yuto rápidamente se levanto y se paro un poco lejos de la cama para darle espacio al doctor de revisar a Ryosuke.
-¡Válgame Dios! –Dijo el doctor, al ver a Ryosuke-. ¿Pero que le paso, joven Yamada?
-Le di una buena bienvenida a un amigo –Dijo Ryosuke.
-Yo creo que mas bien, el se la dio a usted –Murmuro el doctor, comenzando a sacar sus cosas para revisar a Ryosuke.
Yuto comenzó a reírse, pero disimulo rápidamente pues recibió una mirada llena de furia de parte de Ryosuke.
El doctor comenzó a poner una especie de pomada en los partes golpeadas de Ryosuke, mientras el joven ponía cara de desagrada, pues esa pomada olía bastante mal.
-¿En que partes le duele? Además, de los golpes del rostro, joven, también los del cuerpo tienen que ser trabajados con esta pomada para que se desinflame –Dijo el doctor.

-Un poco, la espalda y el pecho –Dijo Ryosuke-. Pero déjela, ya me encargare yo de ponérmela, no se preocupe. No me gusta desvestirme frente a nadie.
-Muy bien –Dijo el doctor-. También necesito que se tome estas pastillas, son para golpes internos que pueda tener. Se las tomara cada 4 horas durante…
-No, no. ¡Alto! –Dijo Ryosuke-. Yo no tomo esas cosas, no me gustan…
-Pero se las tiene que tomar –Dijo el doctor, entregándole a Ryosuke un botecito de medicinas-. Es necesario…
-¡No las quiero! –Dijo Ryosuke, regresándole las pastillas al doctor, ante la mirada de asombro de Yuto.

-¡Pero son necesarias! –Dijo el doctor, dándole de nuevo las pastillas al joven.
-¡Pero no las quiero! –Ryosuke tomo el frasco y lo aventó contra la pared.
-No… no se preocupe –Intervino Yuto-. Yo me encargo de que se las tome, no se preocupe.
-¿Qué tu que? –Pregunto Ryosuke-.
-Muy bien, joven… -Dijo el doctor dirigiéndose a Yuto, y poniendo una cara de duda.
-Yuto, llámeme solo Yuto –Se presento Yuto.
-Bien, joven Yuto, le dejo al joven Yamada en sus manos –Dijo el doctor-. Una cada 4 horas durante dos días, para desinflamar.
-Esta bien –Dijo Yuto.

-Y la pomada, que no se olvide poner la pomada –Dijo el doctor, dirigiéndose a la puerta-. Tendré que notificar a su padre sobre esto.
-¡NO! –Gritaron Yuto y Ryosuke al mismo tiempo.
-¿Y quien me va a pagar? –Pregunto el doctor, observando a los chicos.
-Yo le hare llegar su pago –Dijo Ryosuke-. Y no se olvide de revisar a mi amigo…
-Ah, si –Dijo el doctor, abriendo la puerta-. El joven que le dio la bienvenida a usted.
-¡Si, ese! –Dijo Ryosuke-. A el no le de pomada, que le duela…
-¡Ryosuke! –Grito Yuto.
Ryosuke le dirigió una sonrisa inocente a Yuto.
-Muy bien, me retiro jóvenes –Dijo el doctor reverenciándose antes de salir.
Yuto cerró la puerta tras el doctor, recogió el frasco de medicina y se dirigió hacia donde estaba Ryosuke. Tomo la jarra con agua y vacío un poco en un vaso que había ahí. Yuto se sentó en la cama, y miro a Ryosuke.
-Ahora… -Le dijo Yuto a Ryosuke-.

Tómatela.
-¿No me preguntaras que era lo que iba a decir antes de que el doctor nos interrumpiera? –Pregunto Ryosuke, ignorando la mano extendida de Yuto en la cual tenia una pequeña pastilla.
-Hablaremos de eso después, ahora lo importante es que estés recuperado –Dijo Yuto-. Tómatela.
-No quiero –Dijo Ryosuke, volteando la cara.
-Ryosuke, toma la pastilla, es para que no sientas dolor –Dijo Yuto.
-¡No quiero! –Grito Ryosuke.
-Tómala.
-¡No quiero!
-¡Que te la tomes! –Grito Yuto-. ¿Por qué no quieres?
-No me gustan… -Dijo Ryosuke, inflando los cachetes.
Yuto sonriendo, Ryosuke se miraba tan infantil haciendo ese gesto que lo hacia sentir cosquilleo en el estomago.
-Vamos, tienes que tomártela –Dijo Yuto-. No pienso estar batallando contigo toda la noche, y prometí que me encargaría de ti.
-Tendré que darle propina al doctor por ese detalle –Dijo Ryosuke sonriendo-. Esta bien, me la tomare… Pero…

-¿Pero?
-Si me ayudas después a ponerme la pomada –Dijo Ryosuke, sonriendo.
-Esta bien –Dijo Yuto-. De cualquier modo, lo pensaba hacer… No puedes moverte mucho.
Ryosuke, con movimientos lentos, tomo la pastilla de la mano de Yuto y se la llevo a la boca, sentándose recargado en la cabecera de la cama. Tomo el vaso de agua y haciendo una mueca de asco, se trago la pastilla.
-Sabe horrible –Dijo el joven, mirando a Yuto.
-¡Ya paso! –Dijo Yuto-. Y no fue tan malo.
-Como tu no te la tomaste… -Murmuro Ryosuke, mirando hacia otro lado.
-Ahora, quítate la camisa –Dijo Yuto, tomando el frasco con la pomada.
-Vas muy rápido, ¿no? –Dijo Ryosuke, cubriéndose con las sabanas hasta el cuello-. No puedo hacer esa clase de cosas a menos que allá estado haciendo…
-Ryosuke, no hablo de eso –Dijo Yuto, mostrándole la pomada a Ryosuke.
-Oh, si –Dijo Ryosuke y se destapo. Le dio la espalda a Yuto, y comenzó a desabrocharse la camisa, cuando quedo desnudo de la cintura para arriba dejo su camisa sobre la cama. Sentía sus mejillas arder, no le era fácil desvestirse frente a alguien, era algo que cuidaba demasiado.

-Bien –Yuto tomo un poco de pomada-. ¿Dónde te duele?
-Cerca del cuello –Dijo Ryosuke, sintiendo como su piel comenzaba a ponerse de gallina.
Yuto se subió a la cama, para tener mas facilidad de movimiento y con su mano comenzó a dar un pequeño masaje en la piel de Ryosuke. Su piel era tan hermosa, el era tan hermoso. Yuto dejo a un lado la pomada, y con su mano ahora libre recorrió el brazo de Ryosuke, una vez que comenzaba a tocarlo sabia perfectamente no podía parar. Yuto se acerco y comenzó a besar dulcemente el cuello de Ryosuke. El chico cerró los ojos disfrutando de la sensación de tener a Yuto cerca. No quería detenerlo, comenzó a respirar agitadamente, pues las caricias de Yuto eran muy dulces.
Yuto comenzó a darle vuelto a Ryosuke, pues había algo que deseaba mucho más que su cuello, quería sus labios…

lunes, 26 de julio de 2010

Beautiful Boy [Capitulo 5]



Ryosuke y Daiki se dirigían a la habitación de Ryosuke nuevamente. Caminaban despacio y sin hablar. Habían dejado a Kento con otros amigos, con el pretexto de que iban a subir por sus bañadores para ir a la piscina. Pero ni Ryosuke ni Daiki tenían esa intención.
Llegaron a la habitación y pasaron. El silencio invadía por completo el lugar y ninguno de los dos parecía querer remediarlo. Ryosuke prendió la televisión y se perdió en ella, mientras Daiki lo miraba tristemente. Entendía perfectamente como se sentía el chico, porque en algún tiempo atrás, el también llego a sentir lo mismo. Sabia que Ryosuke se sentía mal porque no podía decirle a aquel extraño chico lo que sentía, porque probablemente algo estaba mal entre ellos, y probablemente también ahora era Daiki el culpable de eso.
-Oye, Ryosuke…
-¿Si? –Respondió distante Ryosuke.
-¿Recuerdas la promesa que nos hicimos después de aquello?
Ryosuke miro a Daiki, y noto su cara de tristeza.
-Daiki, ¿Por qué últimamente recuerdas eso demasiado?
-Es que…
-¡Dime! –Exigió Ryosuke.
Daiki no se atrevía a decirle a Ryosuke lo que estaba pensando, guardo silencio y agacho su mirada.
-Se que lo arruine todo… -Murmuro Daiki.
-¿A que te refieres? –Pregunto Ryosuke.
-Tú estabas bien hasta que yo llegue…
-¡No digas esas cosas! –Grito Ryosuke de pronto-. Tú no sabes nada de lo que sucede aquí…
-Entonces, ¡explícamelo! De verdad, te entiendo…–Grito Daiki.
-¡No digas que lo entiendes! –Dijo Ryosuke, gritando-. ¡Tú no entiendes nada! ¡Jamás te ha interesado nada de mí!
-¿Cómo puedes decir eso? –Grito Daiki, las palabras de Ryosuke le habían dolido en lo mas profundo de su ser.
-¡Porque si tu no hubieras venido, todo estaría bien! –Grito Ryosuke sin pensarlo.
-¡Vine porque quería estar contigo! –Grito Daiki, sintiendo como sus ojos se inundaban de lagrimas.
-¡Pues yo no te lo pedí! –Grito Ryosuke, sin pensarlo de nuevo.
En ese momento, Ryosuke observo el lloroso rostro de Daiki, y comprendió perfectamente lo que había causado con sus palabras.
-Daiki… -Murmuro, acercándose a el-. Yo no quería…
-¡Cállate! –Grito Daiki, empujándolo-. Todo este tiempo… todo este tiempo he estado a tu lado, cuidándote, protegiéndote…
-Daiki, lo dije sin pensar…
-¡Aun sabiendo que no me amas como yo a ti! –Grito Daiki-. Aun sabiendo eso, acepte estar contigo… para hacer que olvidaras todo lo que paso en el pasado… ¿Cómo te atreves a decirme que no te entiendo? ¿Cómo te atreves a decir que no me intereso en ti?
-Daiki… -De nuevo, Ryosuke trato de acercarse a Daiki para pedirle una disculpa.
-¡No me toques! –Grito Daiki, empujando a Ryosuke y tumbándolo al suelo-. ¡Eres un maldito idiota!
Daiki salio corriendo de la habitación. El camino era algo borroso pues sus lagrimas impedían que viera con claridad lo que había a su alrededor, pero aun así, quería alejarse lo mas posible de aquel lugar, quería esconderse en donde nadie pudiera mirarlo y jamás ser encontrado. Deseaba con toda su alma que la tierra se abriera y se lo tragara para ya no sentir más aquel dolor. Sin pensarlo, salio corriendo del hotel, tropezando en la puerta con alguien a quien no reconoció ni le importo ver, y se dirigió a toda velocidad por una calle, mientras las personas lo miraban.

En la entrada del hotel, Yuto se sobaba el brazo donde aquel chico lo había golpeado. Lo reconoció al instante, era el pequeño amante de Ryosuke. Se sorprendió a si mismo pensando en aquella frase, cuando en realidad, lo mas seguro es que el amante de Ryosuke no fuera ese tal Daiki, sino el mismo Yuto.
-Aparte de todo mal educado… -Murmuro Yuto-. Con razón están juntos…
“Juntos” Esa sencilla palabra resonó en su cabeza. “Daiki y Ryosuke están juntos” pensó, y de nuevo sintió que algo en su pecho deseaba dejar de existir.
Entro al hotel y se dirigió a toda velocidad a los ascensores, lo único que quería era dormir, a pesar de que su estomago le exigía comida. Mientras iba en el ascensor, su celular vibro señalándole que había recibido un mensaje.
“Voy en camino. Con amor, Chinen”
Yuto cerro los ojos, no se imaginaba el lío que se armaría cuando Chinen llegara. Tal vez era pequeño, pero Yuto sabia de antemano que podía ser muy peligroso enojado. En el fondo, estaba agradecido con el pequeño por preocuparse tanto por el, y tomarse tan apecho aquello que había sucedido con Ryosuke.
Bajo del ascensor y se dirijo a su habitación. Una vez ahí, se acostó en la cama y cerró los ojos, tratando de no pensar en nada…

El tiempo transcurría lentamente en el reloj de buró de Ryosuke. El chico observaba con ojos llorosos el techo de su cuarto de hotel, mientras mantenía un diario abierto sobre su pecho. Ahora que lo había leído de nuevo, recordaba perfectamente lo que había sucedido aquella tarde, cuando sintió que su mundo había llegado a su fin…

-Flashback-
-¡No te quiero! Tienes que entenderlo de una buena vez…
Aquel chico le gritaba a Ryosuke frente a toda la gente que se encontraba en el aeropuerto.
-Pero, Yuya… -Ryosuke lloraba mientras trataba de detener a aquel chico para que no se fuera-. Dime, ¿Por qué te vas?
-¡Porque no soporto ni verte! –Grito de pronto Yuya.
Ryosuke se dejo caer de rodillas, mientras se abrazaba de una pierna de Yuya. El chico intentaba caminar, pero le era imposible con Ryosuke pegado a su pierna.
-¡Déjame en paz! ¿Qué es lo que no entiendes, Ryosuke? –Le preguntaba Yuya-. ¡Te desprecio como nunca había despreciado a nadie en mi vida!
Ryosuke se negaba a creer esas palabras, era imposible. Aquel chico al que amaba con todo su corazón no podía estarle diciendo esas crueles palabras. Debía haber una razón por la cual Yuya había decidido de la noche a la mañana alejarse de el.
-¿Es mi padre? ¿Mi padre te esta obligando? –Pregunto Ryosuke, poniéndose de pie.
Yuya observo el lloroso rostro de Ryosuke, y después lo empujo lejos de el.
-¡No me busques! ¡Ni me esperes! –Le dijo-. Lamento mucho decir esto pero… no te amo. Ya no es lo mismo. Estuve contigo… estuve contigo solo para saber que era estar con un chico. Pero la verdad… es que ya me harte de fingir que te amo. ¡No te amo! ¡Jamás te he amado! Todo fue… un simple engaño. Lo siento.
Ryosuke cayo al piso, observando como Yuya daba media vuelta y se alejaba sin voltear. Las personas a su alrededor lo miraban con cierta lastima, pero no le importo. Ya nada le importaba. Lo único que quería era morirse. Había entregado su corazón por completo y todo había sido un engaño. En sus oídos resonaban las palabras de Yuya. “Estuve contigo solo para saber que era estar con un chico”. Ryosuke se toco el pecho, le dolía el corazón… Cuando Yuya se acerco a el y comenzó a estar demasiado cerca, a Ryosuke le pareció extraño. Yuya era el chico mas popular de su escuela, siempre con tantas chicas a su alrededor. Encontrándolo en los pasillos de la escuela abrazado de chicas, besándolas. Aquel primer beso entre los dos, había sido tan extraño… El más popular con las chicas besando a otro chico. “Ya me harte de fingir que te amo”… Esas palabras de verdad le dolían. Recordaba sus besos, sus caricias… parecían tan reales. Su voz al decir “te amo” sonaba tan sincera, tan única… “Todo fue… un simple engaño” Se negaba a creerlo, simplemente no podía aceptarlo. No sabia cuanto tiempo había permanecido de rodillas en el suelo de aquel aeropuerto, solo recordaba haber sentido dos suaves manos que lo levantaban del suelo, y lo abrazaban. Un calido pecho… y una voz que le decía que todo estaría bien, pero no había nada bien… Su corazón se había ido volando directo a Italia, y jamás regresaría. Lo siguiente que recordaba era estar en su habitación, siendo atendido por aquel chico. Aquel chico que en un principio había sido su amigo, pero cuando empezó su relación con Yuya, su mundo se había cerrado dejando solo a Yuya dentro de el.
-Yo te cuidare… te protegeré –Decía suavemente Daiki, mientras tapaba a Ryosuke y acariciaba su cabello para tranquilizarlo-. Aunque tu nunca me llegues a amar como yo a ti…
-Fin del Flashback-

Ryosuke se levanto. No podía olvidar las crueles palabras que le había dicho a Daiki. No lo había hecho queriendo, pero… Daiki tenía razón. Después de un tiempo, Ryosuke había aceptado la compañía de Daiki, pero aunque le agradecía lo que había hecho por el, siempre se dejo claro que no lo amaba. Y Daiki acepto las condiciones con tal de estar al lado de Ryosuke. El tiempo comenzó a pasar, y Ryosuke se comenzó a hacer a la idea de que la persona indicada para el, era Daiki, y solo Daiki. Nadie mas lo escuchaba, nadie mas lo hacia sentir bien. Y aun así, cada vez que se encontraba solo de vacaciones, Ryosuke encontraba un nuevo juguete con el cual divertirse, a escondidas de Daiki. No lo podía evitar, le gustaba divertirse y al final alejarse de ellos sabiendo que los había enamorado, y que su partida traería consigo un gran dolor para sus pequeños amantes, pero no le importaba. Comenzaba a disfrutar del echo de que otros sintieran lo que el había sentido cuando Yuya lo dejo. Al final, siempre volvía a los brazos de Daiki, porque era el único que a pesar de la extraña personalidad de Ryosuke, no lo había abandonado jamás… Quizás, Daiki lo amaba de verdad…
“¡Eres un maldito idiota!”, las palabras de Daiki sonaban en su cabeza.
-¿Cuántos mas me llamaran idiota? –Se pregunto Ryosuke.

-¡Es un idiota! –Murmuro con furia Chinen.
Estaba en medio de un vuelo directo a la ciudad donde se encontraba Yuto. Se había metido en problemas con su madre, pero no le importo. Lo único importante era medio matar al chico que había herido el corazón de su amigo. No, su amigo no era, era su hermano. Yuto era como su hermano menor. Aunque Yuri era mas chiquito, el siempre había protegido a Yuto. Aquella vez que lo conoció, cuando otros chicos mayores lo molestaban, Yuri defendió a Yuto y desde ese momento se hicieron amigos inseparables. Y ahora, lo había dejado solo durante las vacaciones, y con que novedad se encontraba. “Yuri, me he enamorado de un chico”, como se atrevía Yuto a decirle esas cosas, y para colmo ese tal “chico” había dañado el corazón de su amigo, y eso no lo iba a permitir.
-¡Lo colgare del primer árbol que encuentre! –Dijo Yuri, bajo la mirada de una abuelita que lo observaba raro por hablar solo-. Y después voy a ir por ese tal chico, y le partiré la cara por molestar a Yuto.

Daiki se encontraba en un pequeño café, observando la nada. Estaba sentado mirando por la enorme ventana a las personas que iban y venían, ajenas al dolor que el sentía. Había dejado de llorar, pero aun así sentía en su pecho un enorme vacío que no lo dejaba en paz, era algo que simplemente no podía soportar…
-Disculpa, ¿puedo sentarme contigo? –La voz de un chico lo llamaba-. Todas las demás mesas están ocupadas, y yo realmente adoro el café que sirven aquí…
-Haz lo que quieras –Comento distante Daiki.
El chico se sentó frente a el, y Daiki podía sentir su mirada clavada en el y comenzaba a molestarlo.
-¿Qué van a pedir? –Pregunto la mesera, acercándose.
-Yo quiero un café cargado… -Contesto el chico-. Y mi amigo quiere… Disculpa, ¿Qué vas a pedir?
Daiki no respondió, no tenia ganas de hablar con ese desconocido de voz animada.
-Tráigale algo dulce –Dijo el chico-. Como una enorme malteada de banana.
La mesera se retiro, y Daiki supuso que el debía hacer lo mismo.
-Lo siento, pero yo no quiero nada –Murmuro Daiki, intentando levantarse.
-Oye, no –Dijo el chico-. Ya lo he pedido, y seria demasiado goloso si me lo tomo yo solo. Tienes que quedarte.
Daiki observo a aquel chico. Era blanco y de cabello negro, tenia una bonita sonrisa y unos ojos que brillaban como el sol. Daiki se quedo sorprendido mirándolo.
-Oh, perdón –Dijo el chico, observando la cara de asombro de Daiki-. No me he presentado y ya te estoy invitando a tomar una malteada… Soy Kei Inoo, llámame Kei.
-Mucho gusto –Dijo Daiki, aun sin dejar de mirar a aquel chico-. Soy Daiki Arioka.
-¡Daiki! –Dijo Kei-. Que lindo nombre…
-Gracias… -Murmuro Daiki.
-Aquí tienen lo que ordenaron jóvenes –Dijo la mesera, entregándole a cada chico su orden.
-El café huele delicioso –Dijo Kei-. Espero que te guste el plátano, porque como andabas en tu cuento de hadas, no respondiste, y pedí lo que a mi me gustaba…
-Si, me gusta –Dijo Daiki, dándole un pequeño sorbo a su malteada.
-Y bien, ¿Por qué estas por aquí tu solo y con esa cara de “mato a todos”? –Pregunto Kei, mirando con curiosidad a Daiki.
-Bueno, yo… -Comenzó Daiki.

Yuto despertó, eran las 8 de la noche. Había dormido todo el día, y en cuanto abrió sus ojos, su estomago rugió como león. Se puso de pie con la iniciativa de ir a comer algo, pero entonces recordó el compromiso que había puesto para esa noche.
-Me daré un baño, lo hare esperar un poco –Y dicho eso, Yuto se dispuso a darse un baño.

Ryosuke se encontraba en la entrada de las bodegas donde Yuto le había indicado. El chico no estaba ahí, y Ryosuke comenzaba a impacientarse. En cuanto había oscurecido, Ryosuke salio corriendo al encuentro con Yuto, pero ya tenía ahí media hora y el chico alto no se aparecía.
-Es un idiota, cuando este aquí le daré su me… -Murmuro Ryosuke, pero se dio cuenta que el no tenia nada que exigirle a Yuto, así que guardo silencio recargándose en la entrada de esa oscura bodega.
El tiempo transcurría lentamente, Ryosuke miraba su reloj a cada segundo, pero parecía no avanzar nada. Continuamente asomaba su cabeza para el lado del hotel para ver si Yuto venia. Su corazón daba vuelcos de solo imaginar que podía pasar.
Las bodegas se encontraban un poco retiradas del hotel, Ryosuke jamás había ido ahí, y solo tenia entendido que se guardaban cosas que el hotel iba desechando para después ser vendidas o tiradas. No entendía como era que Yuto había dado con ese lugar, y peor aun, que clase de cosas quería hacer ahí.

Yuto descendía con paso calmado del elevador. Tenia muy en claro que lo único que no debía hacer era someterse de nuevo a Ryosuke, le haría pagar por lo que le había hecho, no iba a permitir que jugara con sus sentimientos y eso se lo iba a dejar muy en claro. Se dirigió a la puerta que daba acceso a aquellas lejanas bodegas que había observado desde la ventana de su cuarto de hotel. Nadie parecía acercarse a ese lugar, y así era mejor, así nadie oiría cuando Ryosuke suplicara porque no lo tocara mas. Se dirigió con paso firme hacia ese lugar sin mirar a su alrededor, pues no quería distracciones.

Por la entrada del lujoso hotel, se abrió paso un pequeño joven de estatura muy baja y demasiado cabello, negro azabache. Llevaba consigo una pequeña maleta que solo contenía un poco de ropa, pues no pensaba quedarse por ahí mucho tiempo. Miro a su alrededor, y a lo lejos, en el otro extremo del hotel, alcanzo a devisar algo conocido. Un chico alto y de cabello negro salía por la puertas contrarias del hotel, y como no identificarlo de inmediato, si lo conocía desde los seis años.
-Yuto… -Murmuro Yuri, y fue sigilosamente tras el.

Ryosuke estaba sentado en el piso, estaba harto de esperar. Miro a su izquierda y vio lo que sus ojos y su corazón tanto anhelaban ver: un chico alto y de cabello negro, con una expresión en su cara de dolor.
-Yuto… -Murmuro Ryosuke, poniéndose de pie inmediatamente.
-¿Pensabas que no vendría? –Le pregunto Yuto, mirándolo, sin acercarse-. Para que lo sepas, yo si soy de palabra y no engaño a la gente.
La última frase Yuto la dijo con todo el desprecio que podía expresar en su voz.
-Tienes que dejar que te explique… Yo… –Comenzó Ryosuke, ya sabia que Yuto estaría molesto pero intentaría todo para poder explicarlo.
-¿Y que me vas a decir? –Lo interrumpió Yuto-. Que lamentas mucho lo que sucedió, que jamás debió de haber pasado, que te arrepientes del día en que nos conocimos, que te arrepientes de haberme salvado ese día en la alberca…
-¡Eso jamás! –Grito Ryosuke-. Jamás me arrepentiré de nada de lo que pasamos…
-Tal vez si no hubiera pasado, tendrías problemas con tu “amiguito” –Dijo Yuto, poniendo énfasis en la ultima palabra-. ¿O como debo llamarlo?
-¡A el no lo metas en esto! –Dijo Ryosuke, dando un paso hacia Yuto.
-¿Quiere decir que conmigo jugabas el papel de novia caprichosa y con el la haces de caballero valiente? –Pregunto Yuto, notando que Ryosuke comenzaba a acercarse.
-¡No digas estupideces! –Grito Ryosuke, parándose frente a Yuto.
-¡No! ¡El que hace estupideces aquí eres tú! –Grito Yuto, tomo del cuello a Ryosuke y lo empujo dentro de las bodegas. Yuto pensó que Ryosuke se golpearía con la puerta, pero esta al entrar en contacto con el cuerpo de Ryosuke se abrió, y Ryosuke cayó hacia dentro.
Inmediatamente Yuto se fue sobre el en el suelo, y levanto un puño para golpearlo, pero miro el rostro de Ryosuke, con los ojos cerrados listo para recibir el golpe.
-¿No te piensas defender? –Pregunto Yuto.
-Se que si me golpeas es porque lo merezco –Dijo Ryosuke, mirando directamente a los ojos a Yuto.
El corazón de Yuto latía con todas sus fuerzas, tenía a Ryosuke a su merced y aun así no lograba que su puño se moviera ni un centímetro, simplemente su cuerpo se rehusaba a golpear a aquel chico.
-¿No piensas pegar? –Pregunto Ryosuke, mirando al inmóvil Yuto.
-No quiero rebajarme a tu nivel –Dijo Yuto, dejando caer su mano a un costado, pero sin levantarse de arriba de Ryosuke.
Se miraron durante unos segundos, mientras Yuto intentaba ganar tiempo y controlarse.
-Es extraño, ¿no crees? –Pregunto Ryosuke, poniendo una sonrisita-. La primera vez que estuvimos así, yo estaba sobre ti en aquella playa… Lo disfrutaste, ¿verdad?
-¡Idiota! –Grito Yuto, y dejo caer su puño en el rostro de Ryosuke sin pensarlo.
El labio de Ryosuke comenzó a sangrar de manera alarmante. Yuto se quedo bastante sorprendido, jamás había golpeado a nadie, pero Yuri siempre se lo decía, “tus puños son rápidos y poderosos, Yuto”.
Ryosuke toco su labio, y sintió mucho dolor.
-Me golpeaste muy bien –Comento Ryosuke, su humor ya no aguantaba.
De pronto, Ryosuke dejo ir su puño y golpeo a Yuto, mandándolo al piso de la bodega. Ryosuke se puso de pie lentamente, observando como Yuto también se ponía de pie.
-¡Te odio! –Grito Yuto, y se fue sobre Ryosuke, poniéndolo contra la pared.
Ryosuke sintió un fuerte golpe en su espalda, y sintió que se le fue el aire. Yuto lo tomo del cuello y lo volvió a empujar contra la pared.
-¡Te odio, te odio tanto! –Gritaba una y otra vez, mientras golpeaba a Ryosuke contra la pared.
El chico no parecía tener intenciones de defenderse.
-¿Por qué me odias? –Grito Ryosuke.
-¡Ni la pregunta, idiota! –Le dijo Yuto, clavando su mirada en los ojos del otro.
-Quiero decir… ¿Me odias por haberte engañado o me odias porque no puedes dejar de quererme? –Pregunto Ryosuke mirando a Yuto.
Yuto dirigió su mirada a los labios de Ryosuke, los tenía tan cerca y la sensación de sentirlos sobre los suyos comenzaba a invadir su mente. Se acerco lentamente, notando como la respiración de Ryosuke comenzaba a agitarse.
-Yo no te quiero –Murmuro Yuto-. Yo te a…
Un fuerte golpe interrumpió las palabras de Yuto. La puerta de la bodega se había azotado dejando ver la sombra de un chico que estaba parado en la puerta.
-Yuri… -Murmuro Yuto.
Ryosuke, en un rápido impulso, empujo a Yuto, tumbándolo al suelo.
De pronto, sintió un puño salido de la nada. Un golpe muchísimo mas fuerte que el que había recibido de parte de Yuto.
-¡No vuelvas a tocar a Yuto! –Grito la voz de un joven.
-¿Y tu quien demonios eres? –Pregunto Ryosuke, ahora también sangraba su nariz.
-¡Yuri! –Grito Yuto, que aun estaba en el suelo.
-¿Yuri? –Pregunto Ryosuke sorprendido, observando al furioso recién llegado-. ¿Qué demonios me reclamas si tú también tienes un “amiguito”?
-¡Yo te enseñare lo que el “amiguito” de Yuto puede hacer! –Dijo Yuri, levantando de nuevo su puño contra Ryosuke.
Yuto entro en pánico. No sabia que hacer. ¿Defender a Ryosuke o dejarlo en más de Yuri? Observo como Ryosuke y Yuri comenzaban a pelear. Yuri tenia más puntería para los golpes, mientras que Ryosuke parecía que jugaba, aventando sus puños a donde Dios le diera a entender, pero cuando lograba golpear a Yuri, al pequeño se le notaba el dolor. Yuto miro como Ryosuke caía al suelo como por décima vez en esa noche y sintió que debía de hacer algo… Su corazón aun latía con fuerza por aquel chico altanero, su corazón no podía permitir que golpearan de esa manera a su chico…

viernes, 23 de julio de 2010

lovesick.[ cap 2 ]




Yamapi camino detrás de ohno

- pero dime otra ves te mandaron a cuidar a la noviesita de ryosuke

Yamapi no respondió solo continuo caminando hacia la

Salida,

- no me digas que aun sigues con esa tonta idea,

de que quieres a ryosuke

- basta para ti es el joven yamada,

No tienes por que decirle por su nombre .

Protesto mientras tomaba a ohno de la camisa

- y tu si? Acaso crees que desobedecerá a su padre,

y romperá su compromiso con Naru solo porque tu lo amas?

Yamapi negó con la cabeza para después soltar al mayor

- yamashita es hora de irnos ..

Dijo aquella chica subiéndose al auto

- bueno ya oiste, me voy por favor no hagas tonterías por que chinen


Es el novio de takaki y tu sabes que el jamás permitirá que lo toques.

Ohno sonrió amargamente

- lo mismo digo, no te obsesiones con el chico equivocado.

Después de lo dicho ambos subieron a sus respectivos autos

Para continuar con su trabajo.


Al escuchar la puerta cerrarse,

el menor dejo de fingir aquel profundo sueño.

- asi que el está enamorado de mi…

Pronuncio bajito mientras se acercaba,

a una de las enormes ventanas para ver como ohno de marchaba.

Aquel chico por fin entendía porqué el mayor lo cuidaba de sobre manera

Incluso más que a takaki.

y la verdad le dolía saber que ohno estuviese enamorado de el,

ya que no podía corresponder a sus sentimientos.

Porque por más que lo deseara no se atrevía a dejar a takaki.

El vehículo de la chica se estaciono en un centro comercial

Yamapi bajo y seguido de el otros tres sujetos

- yamashita tu vienes conmigo por que desde aquí volveras con ryu-chan

El chico jalo aire tratando de contener su ira,

pues odiaba que la joven llamara a ryusuke de esa forma tan melosa

durante unos 10 minutos estuvieron esperando a que el chico apareciera.

Un inmenso sentimiento invadió a yamapi al ver que ryosuke se aproximaba

Hacia ellos

- hola ryo- chan. Oye porque tardaste tanto?

ya me tengo que ir a casa pero quería verte.

Pero lo que Naru le decía era poco importante ´para el

- mmm.. pues te hubieras ido,

ya sabes que a mi poco me interesa,

tu tonta vida de niña rica.

Exclamo al tiempo que se detenía al lado de yamapi.

- no me hables de esa forma tu sabes que yo te amo aun que tu ni una misera amistad me ofrescas

Pronuncio mirándolo detenidamente

- pues si de verdad me amas has que nuestros padres,

dejen de decidir nuestras vidas,

y niégate a se estúpido compromiso.

- jamás ¡!! Mi destino esta a tu lado.

- entiende Naru yo no soy feliz con todo esto..


Yamapi estaba feliz de que ryosuke no correspondiera a aquella chica

Pero al mismo tiempo triste porque aquel que tanto amaba estaba a

punto de volverse loco de tanto pensar cómo detener aquella injusticia.
- no pienso seguir escuchando tus tonterías me voy .

Naru al ver que ryosuke emprendía la huida se apresuro y lo tomo del brazo
- escucharme bien ryo- chan nunca permitiré que esto se termine asi que no tienes opción.

Pronuncio para después intentar besar al chico,

Pero este se negó .

- está bien ryo-chan, sabes de lo que soy capaz verdad?

Amenazo la chica comenzando a caminar entre la gente.

- lo sé y no me importa!!!

Grito yamada muy seguro de si mismo.

Después de unas horas salieron del lugar,

Al subir al auto yamapi se sentó a un lado del menor

Este a su vez se recargo del pecho del mayor.


Dejándolo completamente inmóvil.

- ryo… ryosuke

Pronuncio demasiado nervioso

Pero en un movimiento ryosuke se abrazo fuertemente a yamapi,

Comenzando a humedecer el hombro del mas alto,

- no llores por favor … me duele verte asi.

- la odio y me odio mas a mi por no ser capaz de enfrentarme a mi padre.

- como desearía poder llevarte lejos para que tu padre jamás te encontrara.

Ryosuke se separo de inmediato y miro a yamapi,

con ilusión. en el rostro.

- entonces hagámoslo llévame contigo sálvame.

El mayor se sorprendió al escuchar la petición del menor

Ya que aun que lo amaba y era capaz de dar hasta su vida por el

Tenía claro que el señor yamada tenía todo a su favor.

Lentamente ryosuke se fue acercando a yamapi

Mientras este lo miraba. El cuerpo del menor temblaba causando que yamapi se pusiera nervioso
Aquel chico estaba dispuesto hacer todo

con tal de que su guardaespaldas lo ayudara.

Tomo al mayor por el cuello he intento acercarlo a sus labios

Para besarlo.

- no..

Pronuncio muy bajito yamapi alejando a ryosuke

- no hagas esto ryosuke tu bien sabes que yo te amo,

y no quiero que pase algo,

de lo que después te arrepientas.

- pero yo solo quiero asegurarme de que me ayudes.

- te voy a ayudar pero no tienes

que darme nada a cambio lo haré aun si tu no me quieres como yo a ti…







jueves, 22 de julio de 2010

i am not Stronger Without You,[ cap 5 ]





Del otro lado del teléfono la voz de
yuma sonaba muy nerviosa

- mmm.. que haces?

- apunto de cenar
- ha ya veo ..
Ryosuke estaba comenzando a percibir
que el chico estaba muy incomodo

- y en que te puedo ayudar?
- so. . solo quería escucharte antes de ir adormir.

Aquella confesión hizo que ryosuke se sintiera extraño
- bueno bye ..
- espera por qué no vienes ahora y así me cuentas que hiciste hoy?
En el rostro de yuma se formo una enorme sonrisa

- de verdad quieres verme?
- claro para eso somos amigos no?
Sin pensarlo dos veces yuma colgó y se dirigió a casa de ryosuke,

A cada paso que daba su corazón latía con muchísima más fuerza
Pasado el rato por fin llego a su destino ryosuke abrió la puerta
Mostrándole una linda sonrisa

El chico entro y tomo un lugar en la mesa
No ponía dejar de ver a ryosuke,
quien estaba de espaldas
terminando de calentar la comida

- tienes hambre?
- si gracias
Contesto mirando como el chico serbia los alimentos.
Ambos disfrutaron de aquella cena
Ryosuke estaba feliz de que yuma estuviera a su lado.

Después de un rato conversando yuma miro el reloj
Notando que ya era tarde
- bueno mil gracias por todo, será mejor que me vaya
- oh.. tienes razón ya pasan de las 10
Los dos caminaron hacia la salida
- gracias por venir ..

Yuma lo miro directo a los ojos
Mientras que ryosuke no sabía cómo desviar la mirada
para evitar ponerse nervioso.
-bueno nos vemos mañana descansa.

Dijo yuma mientras se retiraba
- espera ..
Hablo ryosuke tomándolo del brazo
- pero ryu..
El mayor no lo dejo terminar dándole un corto beso sobre la mejilla.

- no te vayas quédate por favor. ..
Yuma estaba sorprendido por la reacción de ryosuke.

- si me quedo no dormiremos en verdad
será mejor que esto no pase
Ryosuke lo miro directo a los ojos
Antes de hablar.

- lo quiero intentar quiero olvidar por favor ayúdame.

- no seas tonto el olvido no llega al estar o salir con otra persona.

- no importa tu.. me gustas y creo que es buena idea que lo intentemos.

- de verdad quiere que comencemos una relación?

Sin dar una respuesta ryosuke tomo

con fuerza a yuma y lo comenzó a besar tiernamente.

- si quiero intentar amarte como tú me amas

Yuma no lo creía por fin ryosuke le estaba dando

la oportunidad que tanto había deseado

- está bien pero aun así me voy ..

- pero te veré mañana verdad?

- claro a partir de hoy estaremos juntos


Prometió el menor tomándolo la mano
Para después salir del lugar.
ryosuke se sentía por demás extraño
En su interior el gran amor de yuma ya comenzaba a tener efecto.

Y con una gran sonrisa se dispuso a ir a dormir pero
El sonido de su celular lo hizo regresar a la sala por aquel objeto
Que no dejaba de sonar,

al ver de quien se trataba decidió ignorarlo
Pero tal pareciera que aquella persona detrás
del auricular no pretendía dejar de insistir.

Con todo el miedo que sentía en ese instante decidió responder
- qué rayos quieres chinen ya te…
- ryosuke no soy chinen .. lo siento por molestar pero no sabia a quien llamar
- perdón quien eres?
- oh.. si disculpa soy hana una amiga de takaki.
el hermano de chinen

- mmm.. soy ryosuke yamada te puedo ayudar en algo?

- mira si te llame es porque chinen esta en el hospital
y como no se en donde esta takaki no supe que hacer
pero encontré tu numero y me atreví a llamarte.

Ryosuke se quedo sin que decir al oír la palabra hospital
- que pasa con chinen está bien que tiene?.

Pregunto desesperado
- cálmate mira te diré en donde estamos para que vengas a verlo
- si por por favor
Ryosuke colgó cuando hana

termino de darle la dirección, y
salió corriendo rumbo al hospital.




-





.

lunes, 19 de julio de 2010

Lucky Man [ cap 6 ]




(Narrado en tercera persona)

- ¡Espera! - Inoo gritó al pisar el andén.

Daiki siguió corriendo sin detenerse. Inoo entonces acelero y agarró el antebrazo de Daiki. Las piernas de este último temblaron y cayó al suelo.

- ¡¿Por qué?! - Grito Daiki mientras se giraba para encarar a Inoo quien también se encontraba arrodillado en el suelo - ¡¿Por qué?!

El corazón del mayor se encogió al ver la cara de Daiki, el cual lloraba con una gran expresión de dolor en su rostro.

- Daiki... - susurró Inoo.

- ¿Por qué cuando intento olvidarte todo Japón me hace recordarte? - Daiki llevó las manos a cubrir su cara - ¡¿Por qué apareces justo aquí y ahora?!

Inoo atrajo a Daiki hacia él y lo abrazo.

- ¡Suéltame! - Daiki forcejó con Inoo pero Kei apretó aún más sus brazos.

- ... ¿Por qué? - Daiki cedió ante Inoo.

Inoo abrazó aún más fuerte, era un abrazo protector; escondió el rostro húmedo del menor en su pecho. Los pocos transeúntes miraban la escena indiferentes.

- Vas a llegar tarde a tu destino - susurró con voz débil Daiki.

Entonces el menor sintió como una gota caía sobre su mejilla.

- Llegué tarde por ti, cuando fui a buscarte supe que te habías marchado, no importa si llego tarde a la reunión... - Inoo tomó con ambas manos el rostro de Daiki.

- Kei... - Daiki veía al sinceridad en los ojos de Kei.

Inoo besó suavemente a Daiki.

- No creo que sea el lugar adecuado Kei... - Daiki le echó una mirada a las personas que transitaban por el andén.

- Cualquier lugar dónde estés tú es adecuado Dai-chan - Kei acariciaba el rostro del menor.

Entonces Daiki comenzó a toser, Inoo recordó como era la salud de este.

- Vamos, te llevaré a descansar a mi hotel.

Kei ayudó a levantarse del suelo a Daiki y cogieron el siguiente tren. Al estar dentro y rumbo a la misma estación que los dos tenían como destino sin esperarse este encuentro Inoo abrazó Daiki por detrás sujetándolo de la cintura mientras apoyaba su espalda contra una de las paredes del metro tren.

- ¿Por qué volviste? Con tu canción podrías haber viajado por el mundo...

- ¿La escuchaste?

- Sí.

- ¿Qué te pareció?

- Es hermosa.

- Volví por eso - Inoo enterró su nariz en el cabello de Dai - quería asegurarme de que la persona a la cual se la escribí la hubiera escuchado.

- ¿De qué hablas? - Daiki se sonrojó violentamente.

- ¿Te lo dije una vez o no? Que todo lo que tocaría sería para ti...

- ¿Pero por qué? - Daiki se giró y quedó con su cuerpo pegado frente a Inoo - ¿Por qué yo después de todo este tiempo?

- Estaba confundido Dai, era un chiquillo y estaba asustado, y cuando decidí que no me importaba lo que fueras fui a buscarte me enteré de que te habías escapado - Kei bajó la mirada triste - mi única esperanza era volverme famoso y que me escucharas aunque sea por la radio mis melodías de amor.

Dai iba a responder pero la tos volvió a él de manera más fuerte. Inoo llevó rápidamente a Daiki a su hotel y le pasó un vaso con agua.

- Lo siento - dijo Daiki con ojos llorosos después de que sus espasmos se calmaron.

- ¿Ha empeorado tu enfermedad? - Inoo acariciaba el cabello de Daiki como su se tratara de un gato.

- Kei esta enfermedad no por contagio...

Inoo calló a Daiki con un beso.

- No tienes que darme explicaciones...

- Pero quiero dártelas Kei, quiero que lo sepas.

Daiki le explico detalladamente la historia del cliente, su fin y las decisiones que tomaron en su red y como después terminó con los Yakuza. Inoo lo escuchó atentamente, con los ojos llorosos de impotencia y rabia con la vida de Daiki.

- Lo siento, yo nunca te pregunté nada...

- Pero me ofreciste tu compañía - le sonrió Daiki - me ofreciste tu tiempo sin dinero de pormedio y eso fue mucho más importante que cualquier cosa.

El celular de Inoo sonó ya por quinta vez.

- Ve a tu reunión, yo estaré bien.

- Pero... - Inoo intentó reclamar pero Daiki le sonrió.

- Está bien, cuídate, vuelvo a la noche.

Inoo salió se dirigió hacia la puerta y al estar frente a ella se volteó y miró a Daiki.

- Te amo - le dijo antes de salir.

Yuto se encontraba lavando la losa solo en casa, Yamada había ido a comprar los ingredientes para la cena y Kamenashi aún no llegaba del trabajo. Le agradaba estar solo, así podía pensar con más tranquilidad. Sintió como tocaban la puerta, esperaba que fuera Yamada que con las bolsas no lograba sacar las llaves pero se sorprendió cuando al abrir la perta Daiki se desplomó sobre él.

- ¿Dai-chan? - Yuto sujetaba el cuerpo del más bajito con sus brazos - ¿Estás bien?

- Lo ví Yuto, lo ví... - la voz de Daiki hacia entender que estaba en una dimensión paralela.

- ¿A quién viste?

- A Inoo Yuuto, a Kei...

- ¡¿Qué?!

Yuto arrastró a Daiki hasta el sillón e hizo que este recostara su cabeza en las piernas del menor.

- ¿Cómo ocurrió? - Yuto acariciaba el cabello de Daiki, quien se hizo bolita en el sillón.

- En el metro - Dai dió un suspiro - fue todo muy hermoso, pero no sé si es real.

- ¿A qué te refieres?

- Fue todo tan rápido y tan mágico, Yuto ¿Estoy soñando?

Yuto sintió compasión por Daiki.

- Yuto creo que estoy... ¡AAAYY! - Daiki se incorporó rápidamente ante el pellizco de Yuto - Hijo de t...

- ¿Te dolió? - Yuto sonrió.

- ¡Pero claro!

- Entonces no estas soñando.

Daiki reaccionó y le regaló una sonrisa a Yuto.

- Gracias Yuu - Daiki miró la bolsa con los bocadillos - ¿Quieres uno? Te los traje a modo de disculpa.

- ¿Disculpa de qué? - Yuto lo miró sorprendido.

- Por lo que te dije ayer.

Yuto recordó entonces lo de Kame y Yamada.

- No puedo aclararme Dai - Yuto cerró sus ojos - Hace unos meses sin dudarlo hubiera escogido a Kazuya, sin embargo a Ryosuke yo lo...

- ¿Lo amas?

- Sí, pero al señor Tortuga también - reconoció Yuto.

Daiki le ofreció un pan relleno con fresa.

- Te envidio Daiki.

- ¿A mí?

- Tú tienes corazón enfocado solo en Inoo.

Daiki sonrió con amargura, al igual que Yuto.

Entonces la puerta se abrió y entro llamada con dos bolsas a los costados.

- ¡Daiki! - sonrió Yamada.

- Te traje unos bocadillos con fresa - le sonrió Daiki.

- ¿Enserio? - a Yamada le brillaron los ojos - ¡Gracias!

Yuto observó la sonrisa cálida y hermosa de Ryosuke.

Inoo llegó a la noche a su habitación de hotel, la cual estaba vacía. Encima había una nota. La leyó y se sonrió.

"Kei, no sé si esto es un sueño o no, ¿Eres real? ¿Esto fue real? me voy y si esto realmente fue real entonces el destino hará que volvamos a encontrarnos, y cuando eso ocurra tú me sonreirás y como el príncipe que eres me tomarás con delicadeza y me besaras. Espero que ese día llegue. Te amo, Dai-chan."

- Definitivamente nos volveremos a encontrar - susurró Inoo.

Yuto se levantó temprano en la mañana, pues tenía clases. Él y Yamada ya no iban al mismo instituto, y el de Yuto quedaba muchísimo más lejos que el de Ryosuke. Al llegar la cocina encontró dos tasas de café servidas.

- ¿Kazuya? - su voz somnolienta era apenas audible.

- Tómalo ahora que está caliente - le sonrió el mayor.

- Mmm... sí - Yuto bostezo - ¿Cuándo llegaste?

- Acabo de llegar - Kame bebió un sorbo de su café - desde anoche soy guardia nocturno de un centro comercial.

- ¡Te vas a enfermar si trabajas tanto!

- El trabajo me mantiene la mete ocupada Yuu - Kame suspiró.

- ¿La mente ocupada de qué?- Yuto hablaba de forma suspicaz.

- ¿Por qué asumes que es un objeto? - Kame miró fijamente a Yuto.

- Entonces corrijo, ¿De quién? -Yuto se acercó a Kame hasta quedar frente a este - ¿De Ryosuke?

Kame tomó el rostro de Yuto con la mano que tenía disponible, el menor sintió un escalofrío recorrer su cuerpo.

- Está fría... - Yuto colocó su mano entibiada por la tasa de café sobre la del mayor.

Kame sintió las vendas de Yuto.

- ¿Cómo va tu quemadura?

- Mucho mejor - Yuto le sonrió - eso es gracias a que tomaste mi mano a tiempo.

- Nunca más soltaré tu mano, te lo prometo.

Kame besó la mejilla de Yuto y se separó de él.

- Debes arreglarte o llegarás tarde.

- ¡S-sí!

Daiki salió a dar una vuelta en la tarde, su mente necesitaba aclarar las cosas. Se sentó en una banca de un parque a observar a los transeúntes, la gente caminaba tranquila, solo los niños pequeños corrían, Daiki tosió un poco y al volver a levantar su cabeza observó a una pequeña niña en el suelo, rápidamente se paró de su asiento y la ayudó a levantarse, la chica le regaló una hermosa sonrisa.

- Gracias Onii-chan.

- De nada - Daiki sonrió dulcemente - ten cuidado ¿Sí?

La chica se fue sonriente y Daiki estiró sus rodillas.

- ¡¿Daiki?! - sintió que alguien lo llamaba a lo lejos.

Se volteó y observó a Kei quién corría hacia. Daiki corrió en dirección a Inoo. Kei tomó a Daiki en brazos y le dio unas cuantas vueltas en el aire. Cuando por fin se detuvieron, el más alto, aún con el menor en brazos lo besó dulcemente en los labios.

- No es un sueño Dai-chan - le susurró Inoo - es el destino.

sábado, 17 de julio de 2010

lovesick [ cap 1 ]

NOTA: si no estas feliz con este tipo de historias, simplemente no las leas






titulo: lovesick

genero: yaoi, lemon,

parejas: no les dire porque la imagen, les ayudara a descubrirlo.

autora: vi-chan.


Ohno esperaba en un costado de aquel lujoso auto.
Trabajaba como guardaespaldas del hijo,
De uno de los hombres más ricos de todo Japón
Aquel chico alto apareció pero no lo hizo solo
A su lado venia un joven muy apuesto de delicados rasgos
Y que al parecer estaba furioso,
- ya te lo dije yo te amo,
y tu solo pones esas estúpidas excusas.
Se escucho decir al mayor mientras que el otro seguía serio
- basta ¡! no me puedes obligar a.,
hacer algo para lo que aun no estoy listo!!
Grito desesperado
- esta bien en ese caso vete,
Pero no quiero que después vengas a pedirme,
Que este contigo por qué no lo hare.

Muy molesto abrió la puerta del vehículo y empujo al más bajito para que entrara en el.
- satoshi puedes llevar a chinen a su casa.
Pidió para después volver a entrar al restaurante.
Chinen aun enojado no protesto pero cuando el auto arranco
Oculto su rostro entre sus rodillas comenzando a dejar salir toda su ira por medio de aquellas lagrimas.

se sentía muy mal y harto de que takaki fuese tan insistente.
- ya no llore joven chi..
- no te metas tu solo eres un simple empleado y no necesito tu miserable compasión
Chinen estaba diciendo las cosas sin pensar en que al pronunciar esas palabras
El corazón de ohno se oprimía
Durante todo el camino un silencio incomodo,
Era lo único que había entre chinen y el mayor
- disculpe mi atrevimiento joven chinen..


Pronuncio ohno mirando al chico directo a los ojos
- satoshi ya te lo dije no me importa nada que venga de alguien como tu.
Esas frases silenciaron al mayor de inmediato, recordándole que chinen tenia
La razón al decir que no tenía derecho de meterse
en la vida privada del novio del hijo de su jefe,
y regresando a su posición chinen continuo llorando escondiéndose para que ohno no lo notara .

pasado el tiempo llegaron a la casa del mas joven. El primero en bajar del auto fue el chofer y seguido de este bajo ohno para esperar que chinen hiciera lo mismo
pero el menor no bajaba asi que ohno volvió a entrar solo para ´notar que se había quedado profundamente dormido , al no querer que se despertara decidió cargarlo para llevarlo hasta su habitación . ante la mirada del chofer tomo a chinen entre sus brazos y comenzó a dirigirse al interior de la casa.
El padre del chico los encontró
- no te preocupes satoshi si quieres déjalo en la sala y le diré a ami que lo despierte.

Ohno asistió mientras se acercaba al sillón más próximo,
El progenitor de chinen se fue a toda prisa mientras, ohno colocaba suavemente al chico en aquel sillón y antes de retirarse precivio ese dulce aroma que el cuerpo del menor producía
Era realmente delicioso que atraía a ohno hacia tiempo que moria por besar aquellos rojos y apetecible labios por tocar esa delicada y blanca piel
- yuri.. eres tan hermoso ..


Lentamente se aproximo al rostro de chinen.
al punto que podía repirar casi el mismo aire
Y justo cuando sus labios iban a tocar los del otro chico.
Sintió como alguien lo sujetaba para alegarlo. Ohno volteo en seguida algo temeroso volteo Pero se tranquilizo al ver de quien se trataba
- que rayos crees que estabas a punto de hacer?
Pregunto muy bajito uno de los guardaespaldas de la familia yamada
- que haces aquí yamapi?
- no me cambies el tema satoshi
Estabas a punto de hacer una tontería y estas tan tranquilo?
Ohno desvió la mirada ante la interrogante de yamapi.


Pero no podía negar que lo que sentía lo hacía hacer cosas estúpidas
Sin embargo no lo podía evitar con tan solo ver a ese chico sentía unas inmensas ganas protegerlo sin importarle nada ni nadie
Y tranquila mente le dio una repuesta al chico que tenia frente a el
- y para que haces ese tipo de preguntas? Tu bien sabes que desde que el joven takaki lo empezó a tratar yo quede fascinado con el.
Yamapi negó con la cabeza y alejo a ohno de chinen

martes, 13 de julio de 2010

cinderella boy [ cap 4 ]

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Takaki había comenzado a subir las escaleras hacia su habitación, la fiesta ya le había aburrido y no aguantaba mas estar en ese lugar, pero el silencio y luego el murmullo de la gente le hizo detenerse y buscar con la mirada a la causante de aquello, no es que quisiera algo con la chica, mas bien es que se le da muy bien el chisme. Pero cual fue su sorpresa al ver que no era un ella sino un él, el que causaba revuelo.

- kei– pensó de inmediato el mayor al ver a aquel joven, de mas o menos la misma estatura, complexión y cabellos alborotados. No supo ni como paso cuando ya estaba frente al aludido impidiéndole el paso.
- ¿inoo?-
- ¿eh? … no- susurro el menor mirando a otro lado.
Porqué entre todas las personas de esa noche debía de ser precisamente él el que le hablara, eso solo era señal de que nada bueno saldría.
- ¿Te conozco?- insistió el joven takaki
- no - respondió sin pensar mucho, solo buscaba una forma de salir de ahí.
- ¿podrías quitarte el antifaz?- susurro alargando su mano hacia él
- ¡¡no!!- chillo el otro apretándolo con fuerza sobre su rostro.
- Es que quiero saber quien eres-
- ¡¡noo!!-
- ¿A todo le dices que no?-
- Etto…. No- repitió el menor temiendo que si decía alguna otra cosa su voz lo delataría.

- Pero.. quiero saber quien eres, dime tu nombre- y dicho esto dio otro paso hacia él, alargando de nueva cuenta su mano, pero estaba vez si logro tomar el antifaz y lo jalo.
Daiki sentía saltar su corazón, una creciente oleada de sudor frio le recorrió toda la espalda y de momento sintió su boca mas seca que cualquier desierto conocido
- ¿quiere algo de beber?- grito el joven Ryutaro metiéndose entre ambos impidiendo que yuya terminara lo que estaba a punto de hacer. Esa distracción la aprovecho daiki y se escabullo por entre los invitados hacia un lugar mas seguro.
- ¿que?, no quiero nada- rugió el mayor empujando a ryu sobre el suelo, el sonido de las compas quebrándose paso inadvertido, pues todas las miradas se concentraron en yuya cuya expresión de furia se notaba desde lejos-
- ¡¡por tu culpa se fue!!- grito el mayor acercándose a grandes zancadas hacia ryu, para levantarlo y por supuesto golpearlo.
- No te atrevas a tocarlo- hablo muy enserio keito sin apartar la vista de su hermano, parándose en medio- al que buscas esta allá- y señalo con el dedo incide detrás de una de las cortinas de los ventanales. Así como señalo keito, yuya siguió la línea y se encamino hacia allá.
Ryutaro observaba con reproche a keito, como era posible que lo entregara de esa forma, además a él que le importaba esa situación.
- No debió decirle en donde estaba, sobre todo porque no es de su incumbencia- contesto con tono amargo, para luego levantarse e intentar detener a yuya. Pero keito lo detuvo.
- Espera… estas herido-
- ¿ehh? ¿que?- el menor bajo la mirada hacia sus manos, y hasta ese momento se dio cuenta de que estaban cubiertas de sangre.
- Ven- exclamo el mayor jalándolo casi a la fuerza, pasando por entre los invitados haciendo caso omiso de las cuchicheos que se formaban en torno a ellos. Llegaron a la cocina, la pasaron y se introdujeron en el área de servicio. Y como si de un niño pequeño se tratase lo sentó con cuidado en una de las sillas mientras el iba en busca del botiquín.
Al cabo de unos momentos regreso ya con lo necesario.
Con mucho cuidado y delicadeza, comenzó a limpiar la zona herida. Ryu solo observaba los movimientos de keito y con que cuidado pasaba la gasa en la herida.
Pero el dolor lo saco de sus pensamientos cuando keito extrajo de una de las manos un trozo de vidrio.
- Auchh, duele-
- Obvio que va a doler-contesto molesto el otro sin siquiera mirarle.
- ¿Porque esta enojado?, ¿es porque rompí las copas…? no se preocupe que de mi sueldo las pagare-
- ¡¡¡a quien le importan las malditas copas!!!- contesto aun mas molesto por el disparate de morimoto.

- Entonces no comprendo porque esta molesto- si el mozo seguía con las preguntas keito sedería y acabaría confesándose.
- No estoy molesto- dijo soltando un suspiro al terminar de colocar las vendas.
- Esta bien … - ryu tomo sus manos llevándoselas al pecho- gracias, ahora debo de ir a rescatar a….- Ryutaro lo miro de reojo- mi… amigo-
- ¿tu amigo?- carraspeo
- Si, con permiso me retiro-pero keito no iba a quedarse con aquella respuesta tan simple así que le detuvo por el brazo.
- De verdad es solo tu amigo-
- Si lo es ¿porque?- el corazón le latía a mil por hora, con esas sencillas preguntas Ryutaro quería saber si sus sospechas eran ciertas, pues ya había varias ocasiones que el mayor mostraba un cierto interés hacia su persona y eso le desconcertaba mucho.
- Es que me aterra… me aterra pensar que……- calló antes de terminar la frase- no nada olvídalo.


- ¿Le aterra que? – el menor buscaba que sus ojos coincidieran, tal vez así encontraría la verdad mirándolos fijamente y cuando al fin lo hicieron keito no pudo resistir tenerlo tan cerca, que por impulso unió sus labio sobre los de él empujándolo sobre la mesa de servicio.
Había sido una necesidad desde hace mucho tiempo rozar esos labios, de aprisionar ese cuerpo delgado contra el suyo y de aspirar esa esencia que desprendía su cuerpo. El beso fue delicado y suave, era más de una espera de aceptación y al ver que el joven no se oponía, fue acercando más sus cuerpos haciendo de aquel beso algo más intenso.
- Me gustas mucho- confeso el mayor abrazándolo con fuerza para que si intentaba escapar no lo hiciera. Pero morimoto callaba, no era por que no correspondiera a sus sentimientos, era mas bien que aun no podía asimilar ese momento, esas palabras. Era demasiado para un día, no se había repuesto del beso cuando ya se le habían declarado, pero Ryutaro sonrió, keito estaba celoso de Daiki y de igual forma de la chica del jardín.

*************************************************************************.
Daiki se encontraba tras una de las cortinas que adornaba el salón mirando hacia el jardín, sentía latir fuertemente su corazón, lo que estaba pasando no se parecía en nada a lo que había pensado que seria esa noche. Se imaginaba que pasaría inadvertido y que me divertiría en la fiesta sin ningún contratiempo, que disfrutaría de aquella comida exótica y que podría ligar con alguna chica linda. Pero no siempre las cosas salen como una desearía y ahora estaba escondiéndose para no ser descubierto y tal vez despedirían a su amigo por culpa suya y para agregarle más sabor al asunto también esta lastimado por su brillante idea. Golpeo el vidrio con su cabeza creyendo que tal vez así podría encontrar una salida a sus problemas.
Bueno primero que nada debía salir de aquel sufrimiento, debía llegar a su cuarto cambiarse y después buscaría a Ryutaro para saber como estaba. (Bueno el no se imaginaba que su querido amigo estaba en muy buenas manos).


- Llamare a Ryutaro para saber como esta- pensó el joven recordando que llevaba consigo el celular. Pero el menor no contestaba la llamada.
Dio un último golpe contra el vidrio cuando alguien a su espalda le hizo saltar del susto.
- Si lo rompes lo pagas- la voz del mayor sonaba diferente pero el mozo no podía pensar en otra cosa que no fuera salir de ahí de inmediato.
- ¿Así, lo tendré en mente?- el pobre de Daiki había fingió la voz y mostrando una temple que no sentía, siguió mirando hacia el jardín, pero podía ver todo lo que hacia takaki atreves del reflejo.
- ¿Cómo te llamas?-
- No es asunto suyo- contesto Daiki mordiéndose el labio y entrecerrando los ojos, le estaba alzando la voz a su jefe.
- Valla tienes temperamento, eso me gusta-
- ¿perdón?- Daiki se volteo a verlo olvidándose por completo que debía ocultarse- Como que le gusto, es un poco rarito no lo cree-
Takaki lo miro por un rato
- Te pareces a alguien que conozco, bueno en la forma tan torpe de hablar-
- Por favor no me confunda-
- Tienes razón, aquel es un simple sirviente bueno para nada-
- “eh, como que soy un simple sirviente bueno para nada” pensó el menor poniendo cara de molestia.


- Takaki que haces ahí escondido- grito sorpresivamente su madre jalándolo por la ropa, haciendo que ambos saltaran en su sitio, entre jalones la señora sacaba a yuya hacia la fiesta mientras Daiki solo le sonreía y con un movimiento de mano le dijo adiós ampliando a un mas la sonrisa.
El mayor intentaba soltarse pero su madre mostraba una fuerza impresionante cuando se lo proponía. Estaba molesto, de verdad muy molesto ya era la segunda vez que los interrumpían y eso solo agrandaba mas las ganas de hablar con él, pero ya encontraría el momento de darse una escapadita.
- Te voy a presentar a una de las heredaras mas importantes de nuestro ramo- takaki puso los ojos en blanco, ahora empezaría la venta de chicas.

Daiki aprovecho que su jefe se había ido y de inmediato salió de su escondite para ir directo a su habitación y cambiarse. Pero en el trayecto recapacito un segundo, si takaki no lo había descubierto con esa cercanía de seguro nadie lo haría, así que podría disfrutar de la fiesta a gusto, Ryutaro estaba en buenas mano, así que se encamino hacia la mesa de bocadillos y comenzó a degustar cuanto plato le ponían enfrente, las chicas solo le miraban encantadas y este al devolverles al mirada les sonreía con coquetería.

Por otro lado yuya solo miraba lo que el joven hacia sin perderlo de vista.
- Quieres bailar-
Una de las chicas por fin se había animado a invitarlo a bailar y como Daiki no es de esos que se resisten acepto encantado, la pieza era lenta y pues nada fuera de otro mundo, así que con elegancia y porte Daiki danzaba por toda la pista con la muchacha a acuestas.
Takaki solo los miraba con un poco de molestia el lo había visto primero y no dejaría que una tipa flacucha y sin senos le ganara la partida, además de que él era la persona ideal para vengarse de su madre.
- Yuya-
Su madre lo había jalado hacia un rincón para hablarle, pues ya se le estaban pasando las copas y estaba diciendo muchas incongruencias, además de que ya había ofendido a la madre de la susodicha al decirle que parecía un tamal mal amarrado y ahora iba con el padre de la muchacha.
- Si no quieres que siga con esto, déjame ir- replico el joven
Su madre no pudo retenerlo pues era una mujer muy inteligente y no podía enemistarse con esas personas o lo pagaría caro.
- Disculpen a mi hijo no se siente bien- esto para yuya fueron las palabras liberadoras de aquel tormento así que de inmediato salió como bólido hacia el área de baile, pero Daiki ya no se encontraba ahí. La frustración de haberlo perdido de nuevo hizo que tomara dos de las copas que iban ofreciendo los meseros y una tras otra se las empinara hasta no dejar gota alguna en el fondo.
El alcohol estaba surtiendo efecto en su cuerpo, el piso parecía que se movía a cada paso que daba y los ojos comenzaban a pesarle. Pero su afán de encontrar al extraño hacía que resistiera un poco más.

Salió al balcón que daba hacia el jardín para que le diera un poco de aire y ver si así se le bajaba la borrachera y seguir con la búsqueda del susodicho, a lo lejos escuchaba una risita pero ya no sabia si era real o era producto de su mente perturbada. Así que se fue acercando como dios le daba a entender y cuando estuvo cerca miro hacia abajo, tuvo que afinar la vista varias veces para darse cuenta que era el chico al que buscaba y la chica con la que estaba bailando, pero ahora no estaban haciendo eso, Daiki la tenia en un rincón dándole pequeños besos en el cuello mientras ella reía por las cosquillas que este le causaba.
Takaki se asomo más de lo debido y resbalo por encima del barandal cayendo unos dos metros hacia donde estaba Daiki.
Ambos brincaron del susto, no todos los días te cae una persona del cielo, así que se acercaron para cerciorarse que aquella persona estuviera bien. Daiki de inmediato reconoció el traje y supo que era takaki el que se encontraba en el suelo.

-hay que llamar a alguien- grito desesperada la chica.
- No te preocupes, lo conozco, estará bien, pero podrías ayudarme a levantarlo-
Necesitó de mucha fuerza para poder alzarlo a takaki pues era mucho más alto que el y por lo tanto pesaba más.

Apenas si ambos lograban tenerlo en pie.
- estas seguro que esta bien-
- Si solo déjame llevarlo a un lugar mas seguro y regreso a continuar lo que estábamos haciendo-
- Pero ya debo irme-
- Entonces dame tu numero- se apresuro a decir buscando entre sus cosas el celular, pero por mas que lo estuvo buscando, el dichoso celular no apareció.
- Mejor dame tu numero- sonrió la chica
- Esta bien-
Yuya se removió entre los brazos de daiki y prensándose de su cuello lo derribo en el césped, el menor cayo debajo siendo aplastado por el peso del otro.
- Ayúdame a quitármelo- se apresuro a decir el chico pues le estaba dejando sin aire.
Pero lo que a continuación hizo el mayor dejo a los dos completamente petrificados.
Takaki había besado a Daiki enfrente de la muchacha la cual brinco de su sitio levantándose lo más rápido que pudo.
Daiki seguía en shock esta era la tercera vez que ese sujeto lo besaba, ya se le estaba volviendo un habito. Intento separarlo pero parecía una garrapata aferrada a sus labios que por lo visto no estaba dispuesto a dejar ir.
- Por eso dijiste que lo conocías bien- se quejo la joven y salió corriendo de ahí no dándole tiempo a Daiki de defenderse.
La risa de takaki hizo que la sangre le hirviera al menor, este lo había besado a propósito para alejar a la muchacha de él, pero que mente tan retorcida podía tener para hacer aquello.
Unió todas sus fuerzas y de un empujón lo derribo aun lado. No sin antes lanzarle un golpe en el rostro.
- Takaki…. – daiki lo movía frenéticamente pero el mayor no respondía a nada.
- Lo he matado- pensó el menor llevándose las manos a la cabeza para asimilar esa idea.

Intento alejarse pero no podía dejar a su amo en ese estado, alguien podría asaltarlo y su conciencia no lo dejaría en paz.
De nueva cuenta lo levanto y lo sentó en la esquina mientras iba por Ryutaro para que le ayudara a hallar una solución.
Corrió hacia la cocina y se adentro sin avisar en el cuarto de servicio.
La escena que vio tardaría algún tiempo en apartarla de su mente.
Keito tenía entre la pared y su cuerpo a ryu y lo besaba con mucha pasión, mientras que con sus manos acariciaba los cabellos ahora alborotados de Ryutaro, su pierna la tenia entre las del menor y podría decirse que no se sabía bien quien era quien.
- Ejemm- carraspeo el menor para que notaran su presencia.
Ambos al escuchar el ruido se soltaron, mas bien keito soltó a morimoto.
- Necesito a Ryutaro un momento- agacho la cabeza para no mirarlos a los ojos pues no sabia quien sentía mas vergüenza en ese momento, el por mirarlos o ellos por ser descubiertos.
- ¿Y quien eres tu para venir a quitármelo?-
- Tengo derecho de antigüedad- contesto el mayor tomándolo por la muñeca, pero keito lo tomo por la otra.
- El no se va a ir, ¿verdad Ryutaro?-
El menor no contestaba
- ¿No dices nada?- interrogo con aprensión el chico al ver que morimoto no respondía.
- Lo siento, me voy con el-
Keito lo soltó sin decir, ni preguntar nada mas, solo los vio alejarse.
- Espero que tengas una buena razón para esto-
- Créeme, la tengo-
- ¿Así cual es?- pregunto al tiempo que se detenían
- Esa- señalo en el rincón y por un momento Ryutaro sintió un escalofrió por todo el cuerpo.
- ¿Que le paso?-
- Se le pasaron las copas-
- Estas loco, no solo se le pasaron las copas, también esta golpeado-
- Bueno ese fue un regalo mío- sonrió
El menor lo miro con aprensión.

- ¿Qué?, de nueva cuenta se intento propasar y pues ahora si me desquite-
- Pero creo que se te paso la mano esta vez-
- Hay que llevarlo a su habitación.
Después de un largo tiempo por fin lograron llegar a la habitación de takaki. Lo derribaron sobre la cama y de inmediato se apresuraron a cambiarlo.
- Ahhh, maldito tipo- grito daiki quitándose el antifaz y la chaqueta pues ya le estorbaban ¿Qué paso?-
- El tenia mi celular y yo creyendo que lo había perdido- Ryutaro puso los ojos en blanco.
- Voy por unas gasas y alcohol para curarlo-
- Me vas a dejar con el-
- Esta inconsciente no te va a hacer nada, en esta ocasión seria al revés, tú podrías hacerle algo.
- Me crees de ese tipo de gustos-
- Yo solo te digo-
Y Ryutaro salió de la habitación.
Se acerco a takaki el cual seguía en la posición que lo habían dejado y siguió cambiándolo.
- Malditos ricos se creen con el poder de hacer lo que quieran-
- Así es – contesto yuya sacándolo tremendo susto al menor y jalándolo por la camisa se encimo en él.

- ¿¡¡Que!!? …¿que va a hacer?-
Pero el mayor no dijo nada y de nueva cuenta aprisiono esos labios.
El alcohol en el cuerpo de yuya hacia que experimentara mucho calor el cual quería sacar con Daiki. Siguió besándolo con lujuria dejando caminitos de saliva por toda la piel del menor, este se resistía a lo que el mayor le hacia pero en cada roce y beso iba perdiendo sus fuerzas y se dejaba llevar por esa sensación.
Yuya comenzó a desabotonar botón por botón, con una mirada que no podría decirse que era coqueta mas bien una mezcla de borracho y una persona que no a dormido bien.
Después de haber terminado con eso, dirigió su mano hacia el pantalón y desabotonándolo ingreso la misma dentro.
El menor al sentir el contacto arqueo la espalda por esa nueva sensación que estaba experimentando, tenia sentimientos encontrados, por un lado le estaba gustando lo que yuya le hacia, pero por otro su cabeza debatía en lo que estaba bien y en lo que no.

Yuya encamino sus besos por encima del abdomen del menor dando pequeños besos a casa palmo. Daiki esperaba que takaki terminara lo que había empezado pero paso un minuto después dos y la espera lo estaba carcomiendo, así que el menor se irguió sobre su sitio y pudo observar a yuya completamente dormido sobre sus piernas, de un empujón lo derribo al suelo mientras el recapacitaba en lo que había pasado hace unos minutos.
Había cedido ante yuya y eso no podía significar nada bueno, no supo ni como pero estaba sentado aun lado de yuya mirándolo sin poder comprender porque le atraía de esa forma.
- ¿Que paso?- grito Ryutaro al ver a su jefe en el suelo y a su amigo medio desnudo aun lado.

- Te tomaste muy enserio lo de propasarte -
Daiki movió la cabeza negando- fue el quien se propaso de nueva cuenta-
- Y lo mataste – grito de nueva cuenta corriendo en auxilio de su patrón-
- No seas idiota, esta dormido, se durmió en el proceso-
Ryutaro soltó una sonrisa maliciosa
- Y estas así porque no termino su labor- volvió a sonreír al ver el rostro de fastidio de su amigo-
- No…, estoy así porque esto llego mas lejos de un beso, casi me viola-
- Y por eso estas así, porque lo hizo-
- Deja de fastidiarme, solo ayúdame a acostarlo y hay que salir de aquí porque este lugar me asfixia-
Daiki estaba completamente confundido, le había gustado lo que takaki le hizo y de no haber sido porque este se durmió habría sucumbido a todo lo que el mayor hubiera querido hacerle.
- Seguro que estas bien- pregunto un poco mas serio en cuanto llegaron a la cocina-
- Si lo estoy-
Esa noche por mas que intento dormir, Daiki no logro hacerlo, un pensamiento era el causante de aquel insomnio- “takaki le gustaba”-
-Dormiste bien –
- que no miras la cara que tarigo-
- esta bien pero no te enfades conmigo-
- tienes razón-
-¿y? a que hora te vas- pregunto triste ryu llevando consigo un plato de fruta, lo puso delante de Daiki quien solo se limito a mirarlo sin probar nada.
- en cuanto la señora me de mi liquidación-
- ya veo, te extrañare-
Daiki solo asintió con la cabeza.
- sabes, olvide mi antifaz en el cuarto de yuya, crees que sea peligroso haberlo olvidado-
- Pues no lo se, pero que mas da, ya no importa –
- Tienes razón jamás lo volveré a utilizar de todas formas
- ¡¡Buenos días!!- se apresuro a decir el menor al ver entrar a takaki tan temprano-
- Quiero un café bien cargado, necesito bajarme esta cruda realidad-
- Necesitara algo más que café- expreso de forma áspera, quitándose de la mesa para que el señorito se sentara.
Pero takaki no le presto atención estaba ocupado con su celular.
Una musiquita comenzó a sonar en el lugar.
- Daiki que ese no es el tono de tu móvil-
- Eh… tienes razón-
Daiki saco su teléfono
- No tengo registrado el numero, quien sabe quien será- y dicho esto colgó.
Takaki lo miro de reojo.
Pero la tonada volvió a surgir.
- Que terminación es- pregunto Ryutaro curioso, mirando por encima de su hombro.
- 1456- contesto Daiki-
El móvil dejo de sonar antes que Daiki pudiera contestar.
- Pues marca puede ser algo importante-
Daiki así lo hizo y una música diferente sonó en el lugar. Poco a poco se fue girando en dirección del sonido hasta que la voz de alguien conocido hablo del otro lado del auricular y además muy cerca de él.