Capitulo 9
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Takaki abrió lentamente sus ojos, sintió un calor agradable enseguida de su cuerpo. De pronto recordó lo que había pasado hace unas cuantas horas. Su cuerpo mezclado con el de Yabu después de tanto tiempo…
Estaba mal, el no quería pasar por lo mismo dos veces. Amaba a Yabu pero no podía dejar que sucediera de nuevo, sabía que quería estar con él, pero simplemente su corazón no lo dejaba.
Levantó su vista unos segundos y observo como el otro chico dormía plácidamente. Unos minutos después se sentó en la cama, haciendo que Yabu despertara.
“Buenos días…” dijo con una gran sonrisa en su rostro tocando la mejilla de Takaki. Unos segundos después y Takaki tenía cara de preocupación y no contestaba “¿Pa… pasa algo?” Preguntó.
“Si… Lo siento” dijo Takaki
“¿Qué? … ¿De qué hablas?” Yabu estaba muy confundido por las palabras de Takaki
“Yo en verdad lo siento pero… creo que no podemos estar juntos…” dijo aguantando para que una lágrima no corriera por su rostro
“¿Qué?… ¿Por qué?” dijo muy sorprendido
“Lo siento en verdad… yo… no quiero pasar por esto de nuevo…”
“¡Pero Takaki… voy a cambiar! ¡Te juro que voy a cambiar!” Se sentó frente a Takaki
“No por favor Yabu… es mejor que te vayas…” agriamente le dijo.
“Pero…”
“Por favor….”
Yabu se quedó mirando intensamente los ojos de Takaki por un segundo pero no consiguió nada. Así que se levantó y comenzó a vestirse, ni siquiera se preocupó por ponerse la playera porque la había ensuciado toda, no le importó salir a la calle sin nada arriba, lo que quería era irse de allí antes de que su corazón doliera más.
Pero claro, todo debía ser culpa de su querido hermano… de seguro Takaki aun no lo dejaba de amar… entonces Yabu decidió que esto no se quedaría así.
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“¡Me gustas!” dijo energéticamente haciendo una reverencia
“¿eh?” Preguntó incrédulo
“¡Me gustas! ¡Me gustas mucho! ¡Desde la primera vez que te vi!” Dijo Yuto levantando su rostro
“Yo…” dijo tímidamente Ryosuke
“Si no te gusto está bien… solo quería que…”
Ryosuke no lo dejó terminar. Posó sus labios suaves en los de Yuto, y comenzaron a besarse tiernamente.
“¿Eso significa que yo también te gusto?” Preguntó tímidamente Yuto.
“Claro…” Sonrió y le dio otro pequeño beso en los labios.
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Ya habían pasado unos cuantos días. Keito había regresado a la escuela y ya había vuelto a ir a trabajar. A pesar de que todo le lastimaba, trataba de evitar lo más que podía a Hikaru. Pero se dio cuenta que Hikaru había empezado a llevarse más con otro chico de su salón, Ayukawa Taiyo. Siempre había visto que le hablaba bien a Hikaru pero de pronto comenzaron a hacerse inseparables.
Odiaba ver como Hikaru le sonreía, odiaba escuchar sus carcajadas, odiaba cuando se ayudaban mutuamente, simplemente odiaba que Taiyo estuviera cerca de Hikaru.
Un día fue a trabajar, nada en especial pasaba, lo normal. Llegaba gente y el tenía que mostrarles su más hermosa sonrisa aunque se estuviera pudriendo lentamente por dentro.
De pronto, mientras estaba descansando un momento pues no había nadie en la tienda, la puerta se abrió.
Se levantó pues tenía que recibir a la gente, pero se quedó helado después de ver quien entró a la tienda.
“¡Taiyo… dime donde estamos…!” Dijo Hikaru muy feliz tapándose los ojos con la mano y en la otra estaba sujetando fuertemente la mano de Taiyo.
“¡Ya entramos… es un lugar que te gusta mucho… espera un poco!” Dijo y después sentó a Hikaru en una silla y se sentó a un lado de él “Ya puedes destapar tus ojos…” dijo feliz
“Okay…” retiró la mano de sus ojos y después de que se acostumbró a la luz del lugar pudo reconocer la cafetería donde trabajaba Keito “¡Oooh Taiyo~!”
“Sé que te gusta venir mucho por aquí…” dijo con una sonrisa.
“¡Si~! ¡Gracias~!” Dijo Hikaru.
Trató de no buscar a Keito con la mirada, y no lo hizo, pues de pronto un par de labios los sorprendieron. No era el primer beso que le daba Taiyo, pues tenían ya un par de días saliendo, pero aun así los labios de Taiyo se sentían diferentes. No se podía acostumbrar a besarlo todavía, no sentía esa gran química que deben de tener los noviazgos para funcionar. Y él sabía que su noviazgo con Taiyo no duraría más de un par de días más, pero aun así necesitaba alguien que lo hiciera olvidarse de Keito un rato, aunque, por lo menos ese día no iba a poderlo olvidar pues justo había ido a la cafetería. Sabía que en cualquier momento Keito llegaría a su mesa, y no se equivocó.
“¡EJEM!” Dijo Keito para que Hikaru y Taiyo se separaran “¿Puedo ayudarlos en algo?” siguió con un tono no muy feliz.
“¡Okamoto-Kun! ¡No sabía que trabajabas aquí!” dijo Taiyo feliz
“Si… aquí trabajo…”
“Ooh… genial. Bueno, pues… 2 capuccinos por favor…”
“Claro… en un momento se los traigo…”
Keito se retiró no sin antes lanzarle una mirada que dejó confundido a Hikaru. En ella le mostraba enojo y tristeza al mismo tiempo.
Hikaru y Taiyo siguieron conversando, aunque el que hablaba era Taiyo. Hikaru se sentía muy incómodo de estar allí, aun no había terminado de olvidarse de Keito, y recibir esas miradas que no podía descifrar lo estaban volviendo loco.
Un par de minutos más y Keito estaba frente a ellos con los dos capuccinos. Se los entregó sin decir ni una sola palabra y se fue al rincón más lejano de la cafetería.
Keito se sentó en la mesa, y a pesar de que era la más alejada, Hikaru podía ver claramente su cara.
El chico comenzó a llorar y ni siquiera se molestaba por limpiarse las lágrimas que rodaban rápidamente por sus mejillas. Hikaru se quedó observando a Keito, de pronto sus miradas se encontraron. Keito limpió su cara y volteó a ver otro lugar de la cafetería donde no pudiera ni siquiera ver de reojo a Hikaru.
El moreno sentía la necesidad de ir con Keito y preguntarle que tenía, su corazón se rompía cada vez más. Le dolía saber que algo malo le estaba pasando al chico. Necesitaba saber que era, y pronto.
“Taiyo…” dijo débilmente “Creo que no me siento bien…” dijo sobando su cabeza
“¿Te sientes mal?… ¿Qué te pasa?” contestó con un tono muy asustado
“No sé, me comenzó a doler la cabeza y…” puso las dos manos sobre su cabeza “no aguanto el dolor…”
“¿Quieres que te lleve a tu casa? O tal vez al hospital, hay uno por aquí vamos…”
“No no… está bien… me iré a casa…”
“Te voy a acompañar…” le dijo ayudando a Hikaru a levantarse
“No, está bien… me iré solo, además para tomar algo de aire…”
“¿Pero y si te sientes mal en el camino?…” le dijo con tono preocupado
“Estaré bien… si me siento muy mal te hablaré por teléfono…”
“Está bien… Pero me hablas si te sientes muy mal… y llámame cuando llegues a tu casa…”
Hikaru asintió con su cabeza, después Taiyo le habló a Keito para pagar su cuenta. Salieron del lugar y bajo la intensa mirada de Keito, Taiyo le dio un beso en los labios a Hikaru y se despidieron.
Keito sentía que se desmoronaba detrás del mostrador. No soportaba la idea de que otro chico besara los labios de Hikaru, y no soportaba saber que había sido reemplazado, alguna vez Hikaru lo amó, no podía creer que ya no.
Keito puso la cabeza sobre el mostrador y comenzó a llorar con todas sus fuerzas. Lo bueno era que el lugar estaba solo, claro, en menos de 30 minutos tenía que cerrar.
De pronto sintió que alguien le tocó la cabeza.
“¿Keito?… ¿Estás bien?”Preguntó con una voz dulce, el mencionado levantó la cabeza para ver de quién provenía esa dulce y familiar voz.
“Hi… ¿Hikaru?” dijo Keito
“¿Te pasa algo?”
“No…” limpió su rostro y se movió del lugar de donde estaba.
“Sé que te pasa algo… dime por favor…”
Keito no le hizo caso, tomó una escoba y comenzó a limpiar el lugar.
Hikaru esperó unos minutos a ver si Keito hablaba, pero no.
“¡YA! ¡Dime qué te pasa me estas volviendo loco!” dijo en un tono histérico
Hikaru tomó del brazo a Keito haciendo que este dejara de limpiar. Keito ni siquiera abrió la boca, así que Hikaru le dio la vuelta para quedar justo frente a él.
“Por favor… dime qué te pasa, me tienes muy preocupado…” dijo con tono dulce
“¿Desde cuándo comenzaste a preocuparte por mi?” preguntó con tono frio mirando directamente los ojos de Hikaru.
“Desde siempre…”
“¡JA! ¿En verdad? ¿Por qué no vas con tu novio Taiyo y le preguntas que le pasa a él?” Keito movió fuertemente su brazo para que Hikaru lo soltara
“Taiyo no tiene nada que ver con esto…”
“No lo defiendas…”
“No lo estoy defendiendo…”
“¿Por qué estas con él?” le preguntó a Hikaru directamente “¿Lo amas?”
“Yo…” Hikaru no sabía que contestar, no podía decirle que no, ni tampoco que si
“¡Contéstame! ¿¡Lo amas!?” de nuevo lágrimas comenzaron a brotar de los ojos de Keito
“Keito…” limpió su mejilla
“No me toques…” se movió lejos de Hikaru
Tomo de nuevo la escoba y comenzó a limpiar. Hikaru repetía una y otra vez su nombre pero el chico lo ignoraba, haciendo que el moreno se desesperara y dijera toda la verdad.
“¡No lo amo!…” Keito dejó de moverse al escuchar lo que había dicho Hikaru “¡No lo amo!, ¡aunque suene mal solo lo estoy usando… lo estoy usando para olvidarme de ti! ¡Para olvidar que te amo a ti! ¡Para olvidar que te necesito a ti! ¡Para borrarte de mi memoria! ¡Para hacer como si nunca me hubiera enamorado de ti! ¡Por eso estoy saliendo con él!” La desesperación de hacerle entender cada palabra a Keito se notaba en su tono de voz.
Keito comenzó a llorar, lágrimas caían furiosas por sus mejillas. Hikaru caminó hasta enfrente del chico y tomó su rostro entre sus manos limpiando suavemente las lágrimas que caían por las mejillas del menor con sus pulgares.
“¿Qué a caso no entiendes lo mucho que te amo? ¿Lo mucho que te necesito?” hubo un pequeño silencio, Hikaru alzó un poco la cabeza del chico para que lo mirara directo a los ojos “No puedo aceptar el hecho de que no quieras estar cerca de mi… no puedo. Por eso… por eso tuve que usar a Taiyo… yo sé que le romperé el corazón… pero soy demasiado tonto para pensar en otra cosa que hacer… Taiyo ha sido como la anestesia que ha hecho que no me desintegre por no estar junto a ti… pero solo es una anestesia… el dolor sigue allí… palpitante y cuando esa anestesia se va… el dolor me desgarra el cuerpo…”
“Hikaru…”
Keito reprimió sus lágrimas. De pronto unos cálidos labios se posaron en los de Hikaru, eran los de Keito. Un beso dulce y necesitado de amor.
“Yo… después de que me dijiste lo que sentías por mi… después de que me salvaste la vida… me di cuenta que no odiaba que me persiguieras… que no odiaba tenerte cerca de mi… al contrario. Me di cuenta que quería que estuvieras a mi lado a cada segundo de mi vida… me di cuenta que en verdad te amo…” miró fijamente a los ojos del moreno
“Entonces prométeme que nada nos va a separar…” dijo sinceramente con una gran sonrisa en sus labios y una felicidad marcada en sus ojos
“Nada…”
Keito y Hikaru se dedicaron otro beso, para deshacerse de las heridas que se habían hecho mutuamente.
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Yabu comenzó a seguir a Takaki, iba a todas partes a las que él iba. Sabía cada movimiento que hacía y con cada persona con la que hablaba. Necesitaba saber que estaba haciendo, y necesitaba saber si sabía algo de su hermano. Yabu tenía que encontrar a Ryosuke si quería que se hundiera y hacer que le dejara el camino libre con Takaki.
“Kei-chan…” dijo Takaki por teléfono
“Si… Yuya. Bien, estuve en América por un tiempo pero ya volví. ¿Oh si? Genial. Si, quería preguntarte algo… Sobre Ryosuke, pero… preferiría que habláramos en un café o algo así, quisiera hablar esto personalmente. Si claro, allí te veré. Adiós”
Takaki cortó la llamada. Yabu no pudo escuchar ni una sola palabra de lo que estaban diciendo por el otro lado de la línea. Lo que sí sabía, era que de seguro Takaki estaba hablando con Inoo, eso significaba que Inoo sabía algo que él no. No sabía donde se verían los dos chicos, por eso decidió seguir espiando a Takaki para obtener información. Necesitaba encontrar a su hermano lo más pronto posible.
que bueno que Keito y Hikaru arreglaron el malentendido :)
ResponderEliminargracias :D
Awwww mi yamajima hermoso!!! ya se declararon *rueda sobre su cama*
ResponderEliminarEl hikato Kyaaaa al fin!!!! pobre Taiyo :(
Yabu hasta cuando seguiras lastimando a Ryo dejalo vivir en paz!!!!!