always the truth oneshot

… su mirada era de ira, lágrimas formándose en las comisuras de sus ojos.

Y él estaba allí en el piso, con sangre a un lado de su boca pues le había dado un golpe con toda la fuerza que tenía, que era bastante. Estaba anonadado, no podía creer que lo había engañado, que se estaba besando con alguien más, y ese alguien más no era cualquier persona sino su mejor amigo.

“Yabu… ¿No crees que Ryosuke y Yuto han estado actuando un poco extraños?” preguntó Hikaru, siempre se preocupaba mucho si veía que las cosas no iban bien entre estos dos chicos, pues él los apreciaba muchísimo.

“Si… parece como si Ryo-chan lo estuviera evitando. Qué extraño…” contestó

“Además… también pareciera que Yuto evita a Yuri…” dijo Takaki

“Mmm… algo pasa entre esos 3…” Hikaru observo a los 3 chicos, cada uno estaba de un lado de la pequeña habitación la cual llamaban “camerino”.

1, 2, 3, 4, 10… llamadas perdidas.

Ryosuke estaba acostado en su cama viendo a la luna que se asomaba por su ventana, era una noche demasiado fría y solitaria.

‘Ojalá estuviera en conmigo para no sentir este frio’ pensó mientras una amarga lágrima corría por una de sus frías mejillas.

Se sentía solo, no quería pensar en el mañana, ni en el ayer, tampoco en el ahora… solo quería que pasara el tiempo y no sentir nada. Que ese dolor que le estaba desgarrando el corazón desapareciera por completo.

“¡Ryosuke! Contesta por favor… las cosas no son como tu las vistes… déjame explicarte por favor… no me hagas esto. Te amo” Dijo por enésima vez a la contestadora del teléfono de Ryosuke “¿Cómo pudiste ser tan tonto Nakajima Yuto?!” se dijo a si mismo golpeándose la cabeza repetidamente como si eso fuera a solucionar el grave error que había cometido.

Al siguiente día se despertó y su cuerpo no tenía fuerza.

Perezosamente caminó hasta la pequeña mesa de la cocina donde su madre le había servido un rico y caliente desayuno.

“¡Ryo-chan! ¡Buenos días cariño!” Le dijo su madre con una sonrisa en el rostro y después le dio un pequeño beso en la cabeza.

“Buenos días…” dijo sin fuerza.

“¿Te sientes bien nii-chan?” preguntó su hermana menor.

Su madre al escuchar esto volteó a ver a su hijo, en su rostro se notaba el cansancio, probablemente ni siquiera había podido dormir.

“¡Ryosuke! ¿Te sientes bien mi vida?” Le dijo dramáticamente

‘Todas las madres son así de dramáticas’ pensó Ryosuke.

“Si mamá, no te preocupes… estoy bien…” dijo, aunque su voz lo delató por completo.

“No Ryosuke, tú no estás bien… Es mejor que hoy no vayas al trabajo, y te llevaré al doctor” puso su cálida mano sobre la frente del chico “mmm… no tienes temperatura. Pero aun así te llevaré a que te hagan un chequeo”

‘Gracias por salvarme’ dijo para sus adentros “Está bien…”

“Bueno, antes de ir come algo por favor, aunque sea un poco…” le regaló otra sonrisa a su triste hijo.

“Gracias” dijo con sinceridad

Después de comer a duras penas lo que su madre le había dado, se levantó y cambió rápido para ir con el doctor.

“Bueno señora. Su hijo no tiene nada grave… simplemente está demasiado cansado, lo cual es lógico, Solo con verlo te das cuenta” dijo el doctor

“Si lo sé doctor. Y ¿Qué podemos hacer?” preguntó preocupada la señora.

“Le recomiendo que ni hoy ni mañana vaya a trabajar o a la escuela, que descanse lo más que pueda”

“Muchas gracias doctor”

Su madre y él hicieron una reverencia para después salir del consultorio y dirigirse a su casa.

“Llamaré a la empresa para decirles que te tienes que tomar libre el día de hoy y mañana, ¿Okay?”

Ryosuke solo asintió con la cabeza pues no tenía mucha fuerza para hacer algo más. Mientras su madre sacó el teléfono móvil y presionó unos cuantos botones para después ponerlo sobre su oreja.

“¡Hai! ¡Mochi-mochi! ¡Habla la madre de Yamada Ryosuke!”

La señora comenzó a decirle muchas cosas a la persona del otro lado de la línea, Ryosuke ya sabías que iba a decir así que no le prestó nada de atención a la llamada. Simplemente se quedó mirando el cielo.

El gran y hermoso cielo azul. Ese cielo que siempre lo acompañaba, en las buenas y en las malas. Ese cielo que si pudiera hablar diría muchas cosas. El cielo que lo vio cumplir sus sueños, lo vio enamorarse, declararse, besar. El cielo que duraba horas y horas viendo… con él.

“Ryosuke… listo dijeron que no había problema si faltabas hoy y mañana. Que descansaras mucho”

Una gran y brillosa sonrisa recibió Ryosuke por parte de su madre. Trató de contestar con una sonrisa igual de hermosa pero simplemente era imposible. Así que decidió dejar todo como estaban. Su madre lo tomó del brazo y se fueron de nuevo a su casa.

“¡Chicos acérquense por favor” Dijo el manager de Hey!Say!JUMP “El día de hoy Yamada-san no vendrá al ensayo, tampoco mañana…”

Las caras de todos eran de sorprendidos, Ryosuke nunca, NUNCA faltaba a un ensayo. Había veces que su coreógrafo lo regañaba pues llegaba a los ensayos hirviendo en calentura.

“¿¡Eh!?… ¿¡Qué pasó con él!?” dijo Yuto preocupado

“Al parecer no se sentía bien, lo llevaron con el médico y le recetó dos días de descanso… estaba muy agotado. Así que quiero que todos den lo mejor de sí este día ¿Entendido?”

Un “Si” unísono se escuchó por toda la habitación. Yuto sentía la necesidad de correr en ese momento hasta la casa de Ryosuke y decirle que todo estaba bien. El sabía que por una parte también era su culpa si Ryosuke se había enfermado.

“Así que… Supongo que no te quiere contestar el teléfono” dijo Yuri agachando su cabeza

“…Ni siquiera contesta mis mensajes de texto. ¡Con un ‘Vete al diablo’ sería feliz’… Está haciendo lo peor que me puede hacer…no dirigirme la palabra…” Dijo yuto mirando al suelo, con unas grandes lágrimas queriendo salir de sus ojos.

“Deberías de ir a verlo después del ensayo…”

“De seguro ni siquiera me abrirá la puerta…” dijo con una sonrisa amarga

“Inténtalo… no pierdes nada con intentarlo…” le regaló una gran sonrisa

“Tienes razón…”

Así, después de los ensayos Yuto fue directo a la casa de Ryosuke. Esperaba que él no abriera la puerta, para que no se la cerrara en la cara.

Y sus plegarias fueron escuchadas…

“¡Nakajima-Kun!” Dijo felizmente la madre de Ryosuke

“Hola señora. Me preguntaba si estaba Ryosuke disponible…” dijo temerosamente

“¡Claro!… está en su cuarto, no creo que esté dormido. Adelante…” Lo dejó pasar “¡Oi! Nakajima-kun… ¿Te puedo pedir un favor?”

“Claro…”

“Es que necesito ir a hacer unas compras, no hay nadie en casa y no quiero dejar solo a Ryosuke por si se siente mal… ¿Te podrías quedar con él hasta que vuelva? Yo me comunico con tus padres…”

“Si… ¡vaya con cuidado!”

Era la oportunidad de Yuto para hablar con Ryosuke libremente, así que después de despedir a la madre de Ryosuke y asegurarse de que ya se había ido, lentamente subió las escaleras para ir al cuarto de chico.

Al llegar a la puerta tocó la puerta despacio pero no recibió ninguna respuesta del otro lado. Volvió a tocar y nada… así que decidió abrir con cuidado la puerta.

Al abrirla completa se encontró con Ryosuke recostado en su cama, completamente dormido. Se acercó a él, retiró con cuidado unos cuantos cabellos de su rostro y se sentó enseguida de él para verlo dormir.

Quien sabe cuánto tiempo estuvo allí enseguida de él viéndolo dormir. De pronto la habitación comenzó a ponerse más fría, y no solo Yuto lo sentía, sino también Ryosuke, que aun dormido, comenzó a temblar un poco y después enroscó  el cuerpo para evitar el frio.

Yuto se dio cuenta así que fue hasta el armario de Ryosuke, tomó una frazada y cubrió el cuerpo de Ryosuke. Unos minutos después, el chico dejó de temblar y relajó su cuerpo.

Pasó un gran rato, tal vez una o dos horas, hasta que Ryosuke se despertó.

“¿Yuto?…” dijo aun medio dormido tallando sus ojos para aclarar su vista

“Ryo-chan…”

Ryosuke no habló, enfocó su mirada a la persona que tenía frente a él. Claramente era Yuto. Le tomó unos cuantos minutos reaccionar.

“¡YUTO! ¿¡Qué haces aquí!? ¡SÍNICO! ¡LARGATE DE MI CASA!”

Ryosuke se levantó rápidamente de la cama, sujetó a Yuto del brazo y lo levantó para después intentar sacarlo de su habitación.

“¡Ryosuke por favor! ¡Déjame explicarte! ¡Todo es un mal entendido!” Dijo Yuto resistiéndose a los jalones que le daba Ryosuke

“¿¡A CASO CREES QUE ESTOY CIEGO!?” dijo histéricamente mientras dejaba de jalar a Yuto por unos segundos

“No Ryosuke…pero es que lo que viste no fue así…”

“¿Entones que fue? ¿Así saludas a todos?” furiosas lágrimas caían por las rosadas mejillas del chico haciendo que el corazón de yuto se rompiera en mil pedazos por verlo así

“No, pero todo tiene una explicación…”

“¡Entonces dime cual es!” limpió agresivamente sus lágrimas

“Yuri… yuri siempre ha estado enamorado de mi. Y… y él se me quería declarar pero se arrepintió. Dijo que no podría hacerte esto… pero de pronto me besó… dice que para él es lo único que puede obtener de mi… solo un beso…”

Ryosuke se quedó callado por un momento, más lágrimas caían por sus mejillas…

“¿¡A caso esperas que te crea!?” le dijo con un dejo de odio

“Ryo-chan…”

“¡ERES UN SÍNICO!”

Ryosuke fue hasta Yuto y comenzó a golpearlo en el pecho. No eran golpes muy fuertes, pues no quería lastimarlo, solo quería deshacerse del coraje con el que cargaba. Yuto lo dejó, dejó que lo golpeara hasta que sus pequeñas y frágiles manos se cansaron.

El pequeño bajó lentamente sus manos, sin despegar la mirada del pecho del más alto. Bajó sus manos hasta la cintura del alto y después lo pegó a su cuerpo, Yuto rápidamente puso sus brazos sobre los hombros del más bajito pegándolo aun más a su cuerpo, si eso era posible.

“Te odio demasiado… porque hiciste que te amara estúpidamente mucho…” dijo entre sollozos humedeciendo la camiseta del otro

“Yo también te amo…” le dio un beso en el cabello, respirando ese aroma que tanto había extrañado estos días.

“Te… te extrañé mucho. Mi cama se siente muy fría cuando estoy solo…”

“Entonces ¿Qué hacemos aquí? … ¡Hay que ir a calentarla!” Dijo Yuto entre risas

“Pervertido…” Sonrío hermosamente

Yuto bajó su cabeza hasta la oreja del chico y la mordió dulcemente, era el punto débil de Ryosuke, así que hizo que su rodillas se doblaran, tuvo que sostenerse fuerte de Yuto para no caer al piso.

El alto siguió con su jugueteo, mordiendo despacio la pequeña oreja del más bajito. Después unió sus labios a los del otro, dándole un beso apasionado pero lento. Luego tomó la barbilla del chico con su mano y la levantó un poco para tener más fácil acceso a su blanco cuello, mordiendo y besando toda su extensión.

Se detuvo un segundo para poder recostarlo en la cama. Lentamente desabrochó la camiseta de su pijama. Comenzó a quitársela lentamente, besando cada espacio que descubría. Tomó las muñecas del chico y …

“¡AAAAAH!” gritó Ryosuke adolorido.

“¿¡Qué pasó!?” Dijo Yuto asustado

“Na…nada…” dijo Ryosuke aguantándose el dolor.

Yuto vio las muñecas del chico y notó unas marcas en ellas.

“Ryosuke…” dijo dulcemente

“Yuto yo…” lágrimas comenzaron a formarse en sus ojos

“¿¡Qué hiciste!? No me digas que… trataste de…” dijo con un tono enojado

“Yo… perdón…” volteo su cabeza y dejó correr lágrimas por su rostro.

“Ryo-chan…”

Levantó a Ryosuke un poco de la cama, dejándolo sentado, después lo abrazó y puso su cabeza en su pecho.

“Tonto… Nunca ¡NUNCA! Vuelvas a hacerte daño… ¿entendiste? No quiero que te pase nada…”

Ryosuke solo asintió. Yuto levantó la cabeza de Ryosuke, limpió sus lágrimas con el dorso de su mano y lo besó cariñosamente.

Lo volvió a recostar sobre la cama, lentamente besó las muñecas de Ryosuke y después movió su cabeza hasta el estómago del chico besándolo repetidamente.

Desabrochó el pantalón de chico y de un solo movimiento lo dejó completamente desnudo, para después quitarse rápidamente la ropa.

Puso 3 dedos en la boca de Ryosuke para que este los humedeciera, lo último que quería era lastimar al chico, más de lo que ya lo había hecho.

Después de que el mayor terminó con los dedos de Yuto, el alto separó sus piernas.

“Ryosuke… Deja de llorar por favor…” le dijo al oído

Limpió sus lágrimas y asintió, aunque estas no querían parar de salir.

Yuto introdujo un dedo en la entrada del mayor, haciendo que sintiera que su cuerpo se partiría en dos. Se aferró fuertemente del brazo del menor y comenzó a relajarse poco a poco. La preparación era algo que no le gustaba tanto, pero era mejor así para poder disfrutar al máximo.

Después introdujo un segundo dedo y luego uno tercero, comenzó a moverlos lentamente para dilatar bien la entrada. Cuando el cuerpo de Ryosuke ya se hizo familiar a ese sentimiento y comenzó a emitir sonidos de placer, yuto se posicionó entre las piernas del mayo, sacó sus dedos para reemplazarlos por su miembro.

“No tenemos lubricante así que…” dijo Yuto

“No importa… solo hazlo…” contestó con lujuria

Yuto hizo caso así que lentamente comenzó a introducirse en el menor, lo más despacio que pudo, para no lastimarlo mucho.

Ryosuke cerró fuertemente sus ojos y apretó fuerte las sabanas de la cama para aguantar el dolor.

Poco a poco su cuerpo se acostumbró a la invasión y comenzó a necesitar algo de fricción.

Ryosuke volteó a ver a Yuto indicándole que podía comenzar a moverse, este entendió y al instante comenzó a moverse lento, acelerando sus movimientos a cada segundo.

“¡AAAAAH!” gritó Ryosuke con placer

Había dado en el blanco, así que Yuto siguió moviéndose lo más profundo que podía, golpeando una y otra vez ese lugar.

Yuto de un solo movimiento cambió de posiciones, ahora Ryosuke estaba sobre él. Movía sus caderas con toda la fuerza que podía.

Luego Yuto tomó el miembro del mayor y comenzó a masajearlo haciendo que recibirá doble placer.

El cuerpo del más bajito llegó a su límite, así que se vino, dejando su semilla en el pecho de Yuto y en su mano.

Dejó caer su cuerpo sobre Yuto. El menor siguió moviendo sus caderas, un par de embestidas más y se vino dentro del mayor.

Las respiraciones de ambos eran agitadas, tardaron un par de minutos en poder respirar con regularidad.

Yuto puso a Ryosuke a un lado de él, con su mano movió un par de cabellos de su rostro mojado por el sudor, luego le dio un gran beso en la frente.

“Te amo…” le dijo al mayor

“Yo también te amo… ¿Me prometes que todo es verdad?” sus ojos estaban completamente cerrados, estaba muy cansado.

“Te lo prometo… siempre la verdad” le dijo seriamente.

“Siempre…”

Yuto tomó la sabana de Ryosuke y cubrió sus cuerpos.

Se quedaron dormidos juntos, disfrutando del calor que recibía del cuerpo del otro.

‘Esta noche ya no será fría…’ dijo Ryosuke para sí mismo, dibujando una gran sonrisa en su rostro.

ahi dejo otro para las fans del yamajima