A mis 18 años creía que mi vida seguiría un rumbo normal: encontraría otra novia, me graduaría, iría a la universidad, trabajaría, me casaría, tendría hijos y ya de viejo moría. Pero a mis 18 años mi vida cambió drásticamente. Y ahora, a mis 23 años, ese futuro es más que inalcanzable.
¿Cómo llegué a este punto? ¿Cómo deje que las cosas se tornaran tan macabras? ¿Cómo todo terminó tan mal? ¿Cómo me vine a meter con cosas tan peligrosas? ¿Cómo terminé en este callejón putrefacto vomitando e intentando detener la sangre que deja la marca de una puñalada? La respuesta está clara, yo por lo menos la tengo más que clara. Fue todo mi culpa, todo es por mí, o quizás por ti... desde que te vi por primera vez supe que algo acabaría mal, es decir un niño de tu edad no puede ser tan raro ¿o sí? pero aún así yo tomé tu mano aquella vez...
Todo comenzó una mañana en mi ciudad natal, allí todo era normal, no había nada especial, para mi todos eran personas aburridas, según yo no había acción, cuán equivocado estaba. Esa mañana el clima estaba templado, estábamos entrando en primavera, yo cruzaba la plaza que se encontraba frente a mi instituto, iba con el tiempo justo, sin embargo me llamaste la atención, eras pequeño, lo normal es que la gente de tu edad se vista con colores fuertes, pero tu estabas entero de negro, al giual que tu cabello. Me quedé mirándote, llamabas demasiado mi atención, por eso no la vi venir: una pelota de fútbol lanzada por chicos normales de tu edad venía directo hacia a mí por detrás; me hiciste una seña para que me volteara y al hacerlo vi la pelota directo a mi cara, pero no me corrí y me llegó directo.
- ¡Duele... duele! - dije al tocarme mi nariz.
- ¡Tortuga! - me gritaste desde la banca.
- ¿"Tortuga"? - pestañee varias veces extrañado - ¿Cómo sabes mi nombre?
- ¿De qué hablas? - levantaste una ceja.
- "Kame" ese es mi nombre - fui a sentarme a tu lado. (N/A: Kame = Tortuga en japonés)
- ¿Te llamas "Tortuga"?
- No, soy Kamenashi Kazuya, Kame.
- Ah, entonces eres el "Señor Tortuga" (Kame-san) - sonreíste ante tu pequeño juego de palabras.
- Algo así - te sonreí yo también.
En ese momento sentí el timbre proveniente de mi escuela que indicaba el inicio de clases.
- ¡Oh no! - me paré de la banca y me fui corriendo.
Me volteé para preguntarte tu nombre pero tú también te habías parado y te estabas yendo con un señor de terno; tuve un mal presentimiento.
Quería verte de nuevo, y a los tres días te volví a ver. Fue en un atardecer de tonos muy naranjos, salía de la tienda de mi tía, que resultaba ser mi casa en el segundo piso, ¿ Por qué vivía con mi tía? pues porque mi madre se fue cuando yo tenía tres años y mi padre hace 1 año regresó a su pueblito natal en el sur, acordamos que me iría con él después de que me graduara, en esa época yo creía que en un mes me graduaría. Pero mi pasado antes de conocerte no tiene mayor importancia. La cosa es que te vi sentado en la banca de la plaza que quedaba frente a la tienda; vestías todo de negro, por eso te reconocí inmediatamente.
- ¡Hey! - te llamé a la distancia.
- ¡Sr. Tortuga! - exclamaste sorprendido al levantar la vista.
- ¿Qué tal? - me senté a tu lado nuevamente.
- ¿Qué haces aquí Kame-san?
- Vivo allí - y apunté con el índice el segundo piso de la tienda - así que si quieres puedes venir a verme cuando quieras - te sonreí.
- Sí... - me contestaste con la mirada vacía - Oye kame-san - me miraste de forma afligida - podrías por favor traerme un vaso con agua...
- Claro.
Fui a buscarlo y cuando volví te divisé a lo lejos, caminabas junto a un hombre mucho mayor que no vestía terno. maldecí mentalmente, no sabía ni siquiera tu nombre como para gritare que volvieras.
Tenía mis sospechas sobre ti, es decir un chico de 10 u 11 años no suele vestir entero de negro, ni estar siempre solo en lugares extraños a horas extrañas y luego desparecer junto a hombres mayores que se nota, no tienen ningún rasgo físico común que indiquen que son familia...
La tercera vez que te vi fue en el parque de diversiones, había ido con mi ex novia, se supone que era para intentar reconciliarnos pero terminamos discutiendo y ella se fue enfadada, estaba llengando a la salida y una mano agarrando mi antebrazo me detuvo, me giré para ver quien era y te encontré, otra vez vestido de negro entero, otra vez solo.
- ¡Hola! - te saludé sorprendido.
Fui a comprar algodón de azúcar y luego nos sentamos en una banca.
- ¿Qué haces acá? - te pregunté.
- Vine a dar una vuelta, tenía ganas de probar la nueva montaña rusa.
- ¿Solo?
- ¿Y tú? - levantaste la ceja.
- Yo vine acompañado... solo que terminé solo - susurré esa parte.
- Yo también estoy solo - me escuchaste.
Dejaste caer tu cabeza hacia atrás con los ojos cerrados, al momento de abrirlos tus ojos se tornaron del color del cielo.
- ¿Cuál es tu nombre?
- Yuto.
- ¿Solo Yuto?
- Yuuta si lo prefieres.
- Yutorin te sienta mejor.
Esa tarde la pasamos juntos, subiéndonos a juegos y hablando de cosas sin mucha importancia, a pesar de que eras menor que yo disfrute mucho ese día. Después de unas horas tu celular sonó.
- ¡No! - exclamaste.
Ibas a salir corriendo sin decirme nada, intenté agarrar tu mano para detenerte
- ¡No lo hagas! - dijiste apartando tu brazo - No la tomes... - susurraste - si la tomas entonces nunca más podrás soltarme...
- Yuto ¿Qué dices?
Te volteaste con ojos llorosos y luego te fuiste corriendo. La tristeza de tus ojos me ordenaron que no te siguiera.
No te entendía en lo más mínimo, no entendía el porque de los hombres mayores, ni tus palabras, ni tu actitud, ni tu forma anormal de vivir tu niñez, me atormentaba, no sé si no entendía o es que simplemente no quería entender.
La cuarta vez que nos vimos te entendí. Lo curioso es que lo que menos quería era entender algo en esos momentos, eran las 2:30 am y estaba caminando solo por una calle húmeda de mala muerte, como en la que estoy acostado ahora. Venía de una fiesta,pero me fui al ver a mi ex novia con el que se suponía era mi mejor amigo, y es que a pesar de que sabía que yo aún la quería el de todas formas se metió con ella, estaba molesto perdido en mis pensamientos hasta que una voz me sacó de ellos.
- Son $ 300.000 por 2 horas, $150.000 si solo quieres mirar - la voz provenía de un callejón.
- ¿300? - esta era otra voz - ¿Por ese niño?
- Tú lo pediste en el catálogo.
- Lo pedí porque Daiki no estaba disponible...
- Si no estás dispuesto a pagar entonces me iré, hay más clientes que me reservaron para esta noche - esa tercera voz se me hizo conocida.
- Está bien, lo tomo por 300, aquí tienes.
- Bien, lo debes dejar en la esquina a la vuelta.
Me quedé estático en la mitad de la calle, esperando a que salieran del callejón. Retrocedí unos metros y volví a avanzar como si no hubiera escuchado nada, entonces los vi cruzarse ante mí, entonces te vi nuevamente, vestido de negro, junto a dos hombres, uno se aspecto frío y delgado, y otro con cara de pervertido. El con aspecto pervertido se subió primero y encendió el auto, tu te subiste un poco después, al subirte miraste hacia dónde yo me encontraba caminando y me reconociste a pesar de la distancia. Me miraste con ojos tiritantes, que mostraban entre nerviosismo y culpabilidad, lo entendí todo. Mis sospechas eran ciertas.
Te esperé las 2 horas a que volvieras, esperé dónde se suponía deberías regresar, hacía frío, pero aún así perseveré y me quedé allí, a la hora y media llegaste, te bajaste en la vereda d eal frente, me viste esperándote al otro lado de la calle y bajaste tu mirada, ibas a psar a mi lado ignorándome pero te agarré fuerte la mano.
- ¡No la toques! - gritaste.
Apreté tu mano más fuerte aún.
- ¡Suéltame! - intentaste zafarte - Si ya sabes lo que soy ¿Por qué me tocas? - vi como una gota caía de tu rostro al suelo.
- "Si la tomo no podré soltarla nunca más" - susurré mirando al frente.
- Suéltame por favor, no me toques, no después de esto...
- ¿De haberte acostado con un hombre mayor con cara de pervertido?
- ¡Suéltame! - me gritaste llorando.
Entonces tiré de tu mano muy fuerte y te atraje hacia mí, hundí tu rostro en mi vientre en un abrazo.
- ¿Por qué? - me preguntaste aún llorando.
- Te sacaré de esto... - mi tono de voz era decidido.
- ¿Cómo lo harás?
Entonces comenzamos a correr, corrimos lo más rápido que podíamos, corrimos por esa avenida llena de otros chicos que ofrecían la prostitución como tú y choqué con un hombre y que resultó se runo de los guardias de tu red.
- ¡¡YUTO!! - gritó el hombre - ¡¿A dónde vas?!
Y comenzó a perseguirnos, sin embargo un chico de unos 14 años lo empujó para que no nos siguiera.
- ¡Dai-chan! - Te giraste.
- Escápate Yuto, ¡escápate! - te grito el chico.
- ¡Gracias Daiki! - le gritaste llorando.
Corrimos hasta mi casa, subimos a mi habitación y mientras tu guardabas mi ropa en una maleta yo sacaba todo el dinero recolectado en 5 años de trabajo parcial escondido en un frasco de galletas. Si agradezco algo de toda mi vida es el hecho de ser un adicto al trabajo, ya que tenía el dinero suficiente para vivir al menos un año sin trabajar. Le escribí una nota a mi tía, no quería que se preocupara. Después de eso nos fuimos.
Era muy tarde y los servicios de trenes no estaban abiertos, así que corrimos hasta la carretera y le pedimos a unos campesinos que nos llevaran al poblado más próximo. Nos dejaron a las 3 horas unos 300 kilómetros al norte. No dormimos hasta a las 7 am al tomar un tren que nos dejase directamente en Tokyo, si había un lugar para esconderse ese era la capital.
Nos costó encontrar un lugar decente dónde vivir y falsificar tus papeles y los míos, pero en menos de un mes ya estábamos listos, yo trabajaba todo el día, tenía 3 trabajos y tu ibas a la escuela, debías terminar la primaria. Hasta que entraste a la secundaria yo no retomé mis estudios, ya que después de los 13 comenzaste a trabajar parcialmente, así nos mantuvimos.
Todos esos años fueron difíciles, pero llegamos a un estado de calma increíble, un estado que yo rompí. Fui un imbécil, prometí nunca soltar tu mano sin embargo...
- Coff... coff - comienzo a toser sangre, tal vez este es mi precio - discúlpenme...
Veo como alguien nace al final del callejón, una imagen a contraluz de un chico esbelto y alto: eras tú. es curioso que ahora a tus 16 años seas más alto que yo, más alto y lo suficientemente fuerte como cargarme en brazos como lo estás haciendo ahora.
- Resiste Kazuya - me miras con determinación - hay que rescatar a Ryosuke.
Yuto estaba en medio de unas aburridas vacaciones familiares. Su hermano menor era demasiado molesto y no lo dejaba en paz. Sus padres se divertían sin llevarlos a ellos a pasear, y cuando los llevaban, era mucho más aburrido que quedarse en el hotel.
Se tiro sobre la cama de la habitación del hotel pensando lo bien que se la estaría pasando en esas vacaciones al lado de su mejor amigo Chinen. -Esto no podría ir peor… -Murmuro Yuto, hablando con el techo. -Oye, hermano –Lo llamo Kento, su hermano menor, desde la entrada de la habitación-. ¿Quieres ir a la piscina del hotel? -No –Contesto secamente Yuto.
-No seas aburrido –Le dijo Kento, aventándole una pelota inflable-. Yo se que si quieres ir. -Kento, usa la lógica –Le dijo Yuto, regresándole el golpe con la pelota-. Si quisiera ir a la piscina, ¿crees que estaría aquí hablando contigo? -Eres un amargado –Le dijo Kento-. Diviértete un poco. Su hermano se fue, cerrando la puerta de un golpe.
Yuto suspiro. Quizás su hermano tenía razón. Desde que habían llegado al hotel, la mayor parte del tiempo se la había pasado encerrado en la habitación, y no se daba la oportunidad de ver si podía distraerse un poco. Al llegar a esta conclusión, se levanto y se dirigió a la puerta para salir tras su hermano en dirección a la piscina del hotel.
Fuera, se escuchaba mucho bullicio de las personas que iban y venían por los corredores, niños corriendo de aquí para allá con sus trajes de baño y salvavidas que, al igual que Yuto, se dirigían a la piscina. Bajo unos cuantos pisos, y llego a la parte soleada del hotel, donde se encontraba la piscina. -Oye, Yuto… -Escucho como su hermano le gritaba-.
¿Olvidaste tu bañador? Yuto se percato que había bajado a la piscina en ropa casual, y supuso que seria mucho mejor regresar a la habitación para cambiarse. Dio media vuelta y estaba a punto de caminar, cuando una manada de niños salio del hotel justo por donde el quería entrar, arrastrándolo con ellos por completo. -¡Oigan, Oigan! –Gritaba Yuto en vano, ya que el escándalo de esos niños era tal, que era imposible que lo escucharan.
Consiguió salir del arrastre de niños justo cuando estaba muy cerca de la piscina. Yuto suspiro aliviado, no quería mojarse aun. -¡Hermano! –Grito Kento, entre risas-. ¡Piensa rápido! Yuto miro a Kento justo cuando este le aventaba la pelota inflable, la cual le dio de lleno en la cara, haciendo que perdiera el control, y de un momento a otro, cayo de espaldas dentro de la piscina.
De la impresión, Yuto no alcanzo a tomar nada de aire, y el lado de la piscina donde había caído era el mas hondo. Trato de respirar, pero estaba bajo el agua, así que lo único que logro fue tragar agua. Agitaba las manos, tratando de salir a la superficie, pero parecía no lograrlo.
De pronto, sintió una fuerte mano que lo tomaba del brazo y lo arrastraba fuera. En cuanto Yuto sintió el frío aire golpeando su rostro, comenzó a tratar de tragarse el aire entero del mundo. Sintió el piso bajo su espalda y alguien lo golpeaba levemente en una de las mejillas.
-Tranquilo… -Le decía una voz de chico-. Tómalo con calma. Yuto trato de enfocar la situación con sus ojos, pero era un poco borroso. Comenzó a toser, sacando fuera el agua que había tragado. -Yuto, Yuto –Decía la voz desesperada de Kento-. ¿Estas bien? ¡Te juro que no fue mi intención! -Déjalo respirar –Decía la otra voz, aun desconocida para Yuto-. Le explicaras todo después, por ahora, déjalo respirar.
Después de unos instantes, Yuto se recupero y comenzó a observar a su alrededor. Había varias personas observando la escena, y por supuesto, muchos niños que lo miraban con pánico en sus rostros, pero que después sonreían al verlo bien. También estaba Kento, su hermano menor, arrodillado junto a el. Y su lado, se encontraba un chico que le era desconocido.
-¿Te encuentras bien? –Le pregunto aquel chico, con una sonrisa en su rostro. -Creo que si –Contesto Yuto, observándolo-. Gracias por ayudarme. -No tienes nada que agradecer. Tampoco era de que me fuera a quedar sin hacer nada viendo como te ahogabas –Le dijo el chico, poniéndose de pie-. Soy Ryosuke Yamada. Ryosuke le tendió una mano a Yuto para ayudarlo a levantarse. -Soy Yuto Nakajima –Se presento Yuto, al tiempo que tomaba la mano de Ryosuke para levantarse.
-¿Te estas quedando también en este hotel? –Le pregunto Ryosuke. -¿También? –Pregunto Yuto-. ¿Tu también? No te había visto. -Mi padre es el dueño del hotel –Explico Ryosuke-. Tampoco te había visto por aquí. -Lo que pasa –Dijo Kento, metiéndose en la conversación de los otros dos-. Es que Yuto es un amargado que no se divierte, Ryosuke. -¿Se conocen? –Pregunto Yuto, señalando a Kento y Ryosuke.
-¡Claro que si! –Explico Kento-. Estos últimos días, me la he estado pasando muy bien con el. Te he invitado pero simulaste ignorarme. -¡No te ignoraba! –Grito Yuto, enojado por que su hermano hubiera hecho un amigo y el no, e ignorando por completo a Ryosuke, quien presenciaba el nuevo pleito de los hermanos Nakajima-. Solo que no te escuchaba, es muy diferente… -¡Me ignorabas! –Grito a su vez Kento-. Tu… -¡Esperen! –Grito Ryosuke-. Kento, no creo que sea momento de hacer enojar a Yuto, después de lo que acaba de pasar.
Ambos chicos se quedaron sorprendidos con la serenidad con la que hablaba Ryosuke, de verdad parecía un chico de buena familia y de gran clase y educación. -Creo que será mejor que te quites la ropa mojada –Explico Ryosuke-. Kento, ¿puedes ir a jugar con los demás chicos, mientras me encargo de tu hermano? -Esta bien –Dijo el otro, y se dirigió hacia el otro lado de la piscina. -¿Encargarte de mi? –Pregunto sorprendido Yuto. -Si, puesto que el accidente ocurrió en el hotel de mi familia –Dijo Ryosuke, sonriéndole ampliamente a Yuto-. Me hago responsable de lo que suceda.
Yuto miro con la boca abierta a Ryosuke. Realmente, era un chico con una personalidad muy linda y amable. Se sintió alagado de conocer a una persona como el. -Sígueme, por favor –Le pidió Ryosuke, comenzando a caminar hacia el interior del hotel.
Sin pensarlo mucho, Yuto fue detrás de aquel chico. Su aspecto era muy cautivador, era de estatura baja y de cuerpo bien formado. Trae puesto su bañador, por lo cual podía apreciar su blanca piel, una piel que lucia tersa y suave, quizás si la tocaba podría comprobarlo… Yuto se sorprendió a si mismo teniendo ese tipo de pensamientos. Sacudió su cabeza para ahuyentar esos pensamientos de su mente, y continúo siguiendo a Ryosuke. Después de subir algunos pisos, llegaron a una habitación. Ryosuke saco la llave y abrió la puerta de la habitación. -Adelante, por favor –Dijo Ryosuke, haciéndose a un lado para permitir que Yuto entrara.
Yuto entro, observando a su alrededor. La habitación en la que el se encontraba hospedado era grandiosa, pero no tenia comparación con la habitación de Ryosuke. Definitivamente, Ryosuke era hijo del dueño del hotel. -Que elegancia… -Murmuro Yuto. -Obra de mi padre –Explico Ryosuke-. Puedes tomar una ducha con agua caliente, iré para que te traigan algo de ropa.
-No, no –Comenzó Yuto-. Yo traigo ropa en mi maleta. Ryosuke le sonrío a Yuto, le señalo una puerta, y después se retiro de la habitación. Yuto camino hacia la puerta que el otro le había señalado, y la abrió. Dentro se encontraba un amplio baño, con tina y todo. -Esto debe ser la suite imperial –Murmuro Yuto, sonriendo. Comenzó a retirarse la ropa mojada, dejándola junto a la tina.
Abrió las llaves de agua caliente y entro en la tina. Realmente era relajante. Dejo que el agua corriera a través de su cuerpo, relajándose por completo. Se percibía un silencio total, un silencio que era demasiado arrullador. Comenzó a cerrar los ojos, cayendo en un profundo sueño. De pronto, abrió los ojos de golpe. Se percato que se había quedado dormido. Se incorporo rápidamente, mirando hacia la puerta del baño. Ahí, parado observándolo, se encontraba Ryosuke.
-¿Su-sucede algo? –Pregunto Yuto, sonrojándose un poco, bajo la mirada penetrante del otro. -Siento mucho si te desperté –Ryosuke entro al baño, llevando con el un poco de ropa-. No sabía que te habías quedado dormido. -¿Por qué estabas ahí parado observándome? –Pregunto Yuto, sonrojándose mas ante el hecho de que Ryosuke hubiera entrado al baño, estando el desnudo dentro. -Es solo que como no respondías, me tome la libertad de abrir la puerta –Explico Ryosuke-. En mi familia no hay preocupación de entrar al baño cuando otro esta, así que… lo siento. -No… no te preocupes –Dijo Yuto, bajando la mirada. -Te espero fuera –Dijo Ryosuke, y se retiro.
“¿Qué clase de chico es este?” pensó Yuto, y después termino de bañarse. Ya vestido, salio del baño y entro a la habitación, donde encontró a Ryosuke acostado cómodamente en su amplia cama. Ryosuke miro a Yuto de una manera extraña. La mirada de Ryosuke comenzaba a intimidar a Yuto, así que este decidió que era momento de irse. -Creo que será mejor que me vaya –Dijo Yuto en voz alta-. Gracias por haberme ayudado, y por tus atenciones.
-¿Tan rápido te quieres ir? –Pregunto Ryosuke de inmediato. -Es que… no quiero causar mas molestias –Explico Yuto, agachando la mirada, nervioso ante la mirada de Ryosuke. -¿O acaso no te caí bien? –Pregunto Ryosuke, sentándose en la cama. -¡Claro que me caíste bien! –Dijo Yuto sonriendo-. Eres muy amable. -Entonces, ¿te gustaría ser mi amigo? –Ryosuke se puso de pie, y camino hasta pararse frente a Yuto. Yuto era mucho más alto que Ryosuke, así que Ryosuke quedaba hasta la barbilla de Yuto. Ryosuke miraba de una manera extraña a Yuto, lo miraba un tanto suplicante y un tanto amenazante.
-Por… por supuesto que deseo ser tu amigo –Dijo Yuto, aun con la duda de si estaba haciendo lo mejor o no. -Entonces, quédate a jugar un poco mas conmigo –Le dijo Ryosuke, tomándole la mano y jalándolo así el. Justo en ese momento, al mismo tiempo que Yuto se hizo para atrás para no chocar contra el cuerpo de Ryosuke, un celular comenzó a sonar. La actitud de Ryosuke cambio al instante. Miro a Yuto y se reverencio ante el. -Discúlpame si te hice sentir incomodo –Dijo, después se dio vuelta para tomar su celular, el cual estaba sonando sobre su cama.
-Todo esta bien –Dijo Yuto, aun sorprendido por la reacción del otro. -Creo que será mejor que continuemos jugando otro día –Dijo Ryosuke, dándole la espalda aun a Yuto-. Debo atender esta llamada. -Esta bien –Yuto dio media vuelta, y se dirigió a la puerta.
-¿Te parece bien si nos vemos mañana al mediodía en la recepción para salir a pasear un poco? –Pregunto Ryosuke, mirando a Yuto. -Me parece bien –Dijo Yuto, antes de salir de la habitación-. Ahí te veo. Yuto salio de la habitación de Ryosuke y antes de cerrar por completo la puerta, alcanzo a oír la conversación que Ryosuke comenzaba por el teléfono. -¿Bueno? Daiki… -Decía la voz de Ryosuke-. Si, aun estoy de vacaciones…
Primer capitulo: est- ce que tu connais votre personne ainme
[ Conoses a la persona que te gusta ?]
-Ryosuke! Ya levántate!-
-Estoy levantado desde hace horas, mama!- grito Ryosuke desde su cuarto y salió arreglándose la corbata. Bajo las escaleras y antes de sentarse a desayunar miro por la ventana observando las preciosas rosas que habían crecido ese año en el jardín.
-Ryosuke- dijo seria su madre-siéntate rápido y termina tu desayuno, tienes que ir a la escuela-
-Ya se, mama- dijo molesto mientras se sentaba y metía un pedazo de pan tostado en la boca-Primer día de escuela, eh?-susurro para el mismo.
-Como?-
-No, nada-
Ryosuke se paro rápidamente y agarro su mochila todavía con el bocado en la boca.
-Ya me voy, no quiero llegar tarde el primer día-
-Ry-Ryosuke-tartamudeo su madre siguiéndolo hasta la entrada-Por lo menos termina el desayuno-grito pero ya era tarde porque para entonces Ryosuke estaba desapareciendo en el horizonte. Su madre se quedo observando con melancolía, no podía creer que su único hijo fuera ya en segundo de preparatoria.
-Señora, y el señorito Ryosuke?-Ella volteo y miro al chofer que se supone que debía llevar a Ryosuke a la escuela ese día. -Se acaba de ir-contesto y siguió mirando hacia el horizonte-Al parecer ya esta ansioso por empezar la escuela-
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Ryosuke llego 20 minutos antes. Observo a su alrededor disfrutando del olor a tierra mojada, observando las rosas y a todos los estudiantes que entraban ansiosos al plantel para ver la tabla de salones. El, al igual que todos se acerco y detalladamente busco su nombre.
-Estamos juntos de nuevo!- Escucho a lo lejos y volteo para ver a un pequeño chico lanzando una sonrisa a otro chico parado junto a el-No estas feliz. Yuto-
-Si- sonrió el muchacho y comenzó a avanzar hacia los salones-Creo que es muy bueno, Yuri- Ryosuke se quedo observando detalladamente a aquel que habían llamado Yuto para después sentir un ligero estremecimiento y su corazón palpitar muy fuerte.
-Al parecer nos toco de nuevo juntos, Ryosuke-volteo curiosamente para ver quien le decía eso y se encontró con su mejor amigo.
-Que? Hoy vienes de intelectual, Keito-dijo burlonamente.
-No- respondió serio y volteando a ver la tabla de nuevo-Solo me quería hacer el interesante-
-Interesante-pregunto algo sarcástico-en una escuela solo para hombres-Keito rio y le dio unas palmaditas en la espalda.
-No sabes que pueda pasar- y empezó a avanzar hacia los salones con Ryosuke siguiéndolo, riendo aunque un poco confundido por la respuesta.
-Y en que salón vamos?- resalto Ryo después de un momento de silencio.
-En 2°A-respondio Keito mirando los carteles donde venían los grupos y grados impresos. Después de caminar un rato se detuvo frente a un salón y entro, todavía con Ryo pisándole los talones. Cuando se pararon al frente todo el barullo dentro de le salón se detuvo. Por algunos momento salieron pequeños murmullos de entre los cuales apenas se podían distinguir palabras. Keito avanzo entre las bancas observando cuidadosamente los lugares y sus dueños.
Mientras que simplemente se sentó en la banca del profesor a observar las nubes.
-Ryosuke- interrumpió Keito-Que te parece este lugar-dijo señalando un lugar junto a la ventana. Ryo lo vio de reojo y asintió, haciendo que la persona que estaba ahí se moviera a otro asiento, al igual que el de la banca de junto. Avanzo hasta el lugar y antes de sentarse agradeció al que le había cedido la banca haciendo que sonrojara y que los murmullo empezaran de nuevo. Despues volteo hacia la entrada del salon para solamente observar quien llegaba y vio a el muchacho alto de hacia rato, Yuto.
Observo como el y su compañero observaban estoicos la situacion. Despues de un momento volteo a la ventana algo apenado por quedarsele viendo de esa forma. -Que piensas hacer despues de clases?-dijo Keito. Haciendo que la atmosfera se alivianara de golpe y todos comenzaron a platicar como si nada hubiera pasado.
-No lo se-contesto regresando su vista al salon ara buscar a Yuto-Supongo que ire con Miki, hoy tambien es su primer dia de clases-
-Hmp!-resongo Keito-Tu siempre con tu prima-Ryosuke rio y despues de volver a inspeccionar el salon encontro a Yuto sentado en la esquina platicando con Yuri.
-Somos muy unidos despues de todo-dijo regresando la vista a Keito-Pasamos toda la vida haciendo todo juntos-
-Si, si-Keito apoyo su cabeza en su brazo y se le quedo viendo a Ryo. Despues de un rato entro el profesor presentandose y acomodando los lugares dejando a Yuto a solo dos lugares de Ryo. Este se le quedo viendo de reojo casi toda la clase sin poner lo mas minimo de atencion. Habia algo en ese chico que le atraia de una manera que no podia igualar en ese momento.
Las clases pasaron rapido, bueno no eran exactamente clases, solo eran maestros presentandose al igual que los alumnos, pero aun asi pasaron rapido y entre mas rapido mas aumentaba la euforia hacia Yuto. De verda tenia algo que hacia que su corazon latiera fuerte y sintiera la respiracion agitada. Porque habia causada una sensacion tan extraña en Yamada? Que tenia el de diferente comparado con sus demas compañeros? Probablemente nada.
En esa "all-boys school" todos eran iguales ricos, hijos unicos o con un solo hermano, de casas grandes y lujosas, que han viajado por el mundo y un sin fin de lujos que solo la gente de su nivel social podia disfrutar. Pero el tenia algo. Algo que lo atraia mucho. Pero primero tenia que hablarle para despues poder saber de que se trataba.
-Entonces vas con tu prima?-interrumpio Keito mientras se paraba del asiento y agarraba su mochila. Ryo lo volteo a ver con una sonrisa y asintio.
-Saldremos otros dia, ne?-Keito sonrio.
-Esta bien-dijo y empezo a salir del salon-Vienes?-pregunto volteando hacia Ryo que estaba distraido viendo a Yuto y su mochila.
-Si,, si-respondio apuradamente. Agarro su mochila y echandole un ultimo vistazo a Yuto salio corriendo detras de Keito.
-Te note muy distraido hoy, Ryosuke-dijo serio.
-Distraido?-
-Si. Estabas mirando muy seguido hacia atras, porque?-pregunto intrigado.
-Esque-respondio algo nervioso-Hay un tipo se atras que creo que he visto antes pero...-
-Pero?-
-No recuerdo donde-rio.
Keito no estaba muy seguro de creer su respuesta, pero al notar que Ryosuke un poco mas nervioso prefirio no volver a preguntar. Al legar a la entrada de la gran escuela se podia observar una gran fila de limosinas y carros lujosos.
-Ya llegaron por mi-dijo Keito-Nos vemos mañana!-grito mientras caminaba hacia su auto, un Ferrari rojo. Ryosuke se despidio y despues de observar la fila fijo la vista en el auto al que se subia Yuto. Se quedo viendolo detenidamente hasta que la presencia de otra persona que iba subiendo al carro lo desperto. Era mas o menos de la estatura de Yuto y se veia menor, seguro era de primero pero...porque se subia en el mismo auto? Acaso eran hermanos? Pero, ni se parecian.
Observo como el carro se alejaba y el contenia la respiracion algo nervioso por la idea. Suspiro y se dio cuenta de que estaba hecho un manojo de sentimientos por alguien a quien no conocia y probablemente no conoceria.
Sacudio su cabeza tratando de ahuyentar la idea y busco su carro con paso lento y cansado. Al llegar a el solo abrio la puerta y lanzo su mochial dentro.
-Me iré caminando, Fukuda, no tengo ganas de subirme a un carro ahora-
El conductor lo volteo a ver y asintiendo se alejo de la escuela. Ryos lo unico que hizo fue quedarse ahi, parado, observando como el carro se alejaba como si fuera le mismo al que se subio Yuto. Suspiro y bajo la cabeza para empezar a caminar. Saco su celular y le mando un mensaje a su prima.
[Ohayo gozaimasu, Miki-sama. Hoy le hare el honor de visitarla, este preparada
Haha, OK. Pero no hables asi, te escuchas raro xD
OK, OK. Voy para allá, tengo algo que contarte
Yo tambien!]
Ryosuke se tallo los ojos y dio una palmadita en la cara. No podia estar tan depresivo por alguien que no conocia y que habia visto solo por 6 horas. Puso una sonrisa y corrio en direccion a la casa de su prima.
Al llegar a su casa, una gran mansion con un porton 3 veces mas grande que Ryo, toco la puerta y abrio un viejo vestido de traje y que parecia muy amargado.
-Señorito Yamada!-pronuncio con algo de desden-Viene a ver a la Señorita Miki?-
-Si-dijo tratando de no seguir la cadena de odio. El mayordomo abrio la puerta y dejo pasar a Ryo quien subio las escaleras al cuarto de su prima. Los sirvientes iban y venian, caminaban a pasos apresurados pero la casa estaba en completo silencio. Al llegar al cuarto toco algo penosamente.
-Pasa!-grito Miki. Ryo entro cansadamente y se tiro en el tapete que habia al pie de la cama de Miki. Ella estaba sobre la cama sentada viendo hacia la ventana.
-Como te fue en tu primer dia?-pregunto Ryo. Miki se tiro panza abajo viendo hacia Ryo y sonrio.-Recuerdas a Moritaka-kun?-Ryo volteo a verla noto una carcajada ahogada ademas de una cara sonrojada-Si, que tiene?-
-Esta en mi mismo salon este año!-respondio con una emocion ahogada y sonriendo aun mas-Y ademas! No dejo de mirarme!-
-Me alegro por ti-dijo Ryo jalandole los cachetes todavia tirado en el suelo.
-Y tu?-Miki se bajo de la cama. Y se sento junto a Ryo.
-Yo que?-dijo Ryo levantandose y sentandose a su lado.
-Que tienes que contar?- Ryo suspiro y se volvio a acostar-Conoces a algun Yuto?-
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-Yuto, ya es hora de cenar-
Yuto abrio la puerta y se encontro del otro lado a su hermanastro.
-Mama dice que bajes a cenar-dijo en tono frio a Yuto y empezo a caminar escaleras abajo. El solo lo vio y lo siguio. Camino por toda la casa antes de llegar a la comedor y entro sentandose en una mesa para 12 personas mirando todos los asientos vacios. Porque tenian que cenar en un comedor tan grande si solo eran 4? Despues de el llego su hermanastro y se sento frente a el haciendo muecas cada vez que Yuto lo miraba. Esperaron incomodamente hasta que llego su padre y se sento en la cabezera todavia hablando por telefono.
El salon estaba callado y solo se escuchaba la conversacion que llevaba a cabo su padre y uno que otro crujido de los muebles. Cuando colgo se quedo viendo a esos dos adolescentes con curiosidad, y despues de una sonrisa dijo.
-Porque no platican?-Silencio. Yuto sintio la presion de su padre por una respuesta y miro a su hermanastro quien desvio la mirada oponiendose completamente a responder.
-No, por nada padre-respondio. El ignoro su respuesta y presiono mas a su hijastro a responder.
-Porque no platican? Ryutaro?-dijo con una sonrisa algo forzada.
Ryutaro lo volteo a ver con una mirada amenazante a la cual el no respondio ni con miedo ni con amenaza.
-No me apetece hablar con su hijo, Sr. Nakajima-dijo friamente y regreso la mirada a la nada. El Sr. Nakajima suspiro y respondio.
-Ya me puedes llamar padre, papa si gustas.
Estoy casado con tu mama no lo olvides-
Esas palabras hicieron que Ryutaro se sintiera mal. Queria negarlo, pero no podia hacerlo, su mama se habia casado con el padre de uno de sus compañeros y nada podia hacer para cambiarlo. Se mordio el labio inferior y trato de que las miradas no lo afectaran. Silencio.
-Esta bien, como quieras-dijo el padre de Yuto levantando las manos en forma de resignacion-Lo tendras que aceptar tarde o temprano-
Ryutaro exploto y en cuanto estaba a punto de responderle entro su mama.
-Buenas noches familia!-dijo con una sonrisa y sentandose junto a su esposo le dio un beso-Ryutaro, hijo, buenas noches-
El la volteo a ver y sonrio. Era por la felicidad de su madre que habia aceptado que se casara con el y que ese hombre tratara de ganarse la confianza de Ryutaro. Todo era por ella asi que tenia que aguantar.
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-Yuto? jmmmm...creo que si, Nakajima Yuto?- dijo Miki tocandose la barbilla.
-Si...supongl, que sabes de el?- pregunto de nuevo Ryosuke algo apresurado.
-Su padre es un gran empresario, trabaja con el mio-contesto- Porque te interesa?-
Ryo suspiro y decido que ese dia se acercaria a su compañero. Iba caminando por el pasillo de la escuela a paso lento y pensativo, pensando en como le podria hacer.
-Cuidado!-escucho y salio de sus pensamientos para encontrarse tirado en el suelo junto con una mochila cerca a la cual se le habia salido todo el contenido.
-Lo siento!- dijo Ryo y empezo a levantar los cuadernos y libros.
-No, lo siento yo. No te vi muy bien- respondio el alumno parandose. Ryo termino de levantar los libros y cuando se acerco a su compañero noto que era Yuto y desvio la mirada sonrojado. Yuto al levantar la mirada quedo embobado del chico que se encontraba frente a el. Tambien se sonrojo y acepto los libros cabizabjo.
-Gra-gracias-dijo algo nervioso y levanto la mirada para volver a ver a Ryo antes de irse. El le entrego los libros y sonrio mientras que Yuto se alejo caminando rapidamente algo nervioso. Ryosuke se quedo se quedo ahi parado viendo hacia el suelo totalmente sonrojado, hasta que sacudio la cabeza para volver a la realidad. El no podia tener nada con Yuto, no era posible-
-Disculpa-interrumpio uno de sus compañeros-Este cuaderno es tuyo?-dijo mostrandole el cuaderno. Miro la portada y vio "Nakajima Yuto" escrito en la portada.
-Si, es mio- respondio y lo tomo. Esa seria su oportunidad para acercarse a el.
Los cuadros que cuelgan tambaleantes sobre la pared parece que han permanecido olvidados durante mucho tiempo, las tétricas figuras que se dibujan bajo las sabanas no son más que muebles que ansían volver a la vida.
- ¡rápido!- gritaba una mujer desde el pasillo apurando a los dos que le seguía el paso.
- dense prisa que en cualquier momento va a llegar- - ¿cual es la conmoción?- preguntaba un joven de gafas de cabellos alborotados al entrar a aquella habitación olvidada por el paso del tiempo.
- Te lo he dicho muchas veces- le contesto el otro comenzando a retirar las sabanas de los muebles, las partículas de polvo se elevaron por encima de sus cabezas, haciendo del lugar mas lúgubre de lo que parecia – hoy llega el hijo mayor de la dueña, porque según ella por fin se va a hacer cargo de los negocios familiares.
- Que bien- contestó desganado el otro corriendo las cortinas para abrir los enormes ventanales que daban hacia el jardín – y sabes porque se fue- - Que me vez cara de chismoso- Daiki solo hizo una mueca y siguió mirando tras la ventana.
- algún día me gustaría portar un elegante traje como estos riquillos, me gustaría ir a una elegante fiesta y bailar y comer durante toda la velada- sonrió recargándose sobre la barandilla - Sigue soñando, a la única fiesta que iras es a la de mi primo cuando se case y eso es dentro de un meses, y el único traje que portaras es el que utilizas para todo- - Gracias por bajarme tan rápido de las nubes, ¿que tu nunca sueñas?- se quejo el mayor des tendiendo la cama para cambiar las sabanas.
- Si sueño, pero eso es cuando estoy durmiendo y no en horas de trabajo como tú- - Tan joven y amargado- se defendió el otro lanzándole el bulto de sabanas sobre la cara.
- ¿a quien le dices amargado?- se defendió Ryutaro lanzándole de nueva cuenta las sabanas. - Como vez al otro Ryutaro que se quedo en la cocina- contesto Daiki con sarcasmo colocando las cobijas limpias- - No soy amargado es solo que soy mas realista y mas centrado- farfullo con aires de superioridad. Daiki lo miro de reojo. - Me estas diciendo infantil-
- ¡¡Yooooo, como crees!!- pero ante la mirada asesina de su amigo desvió la vista -¿que?...- dijo alejándose un poco - bueno si el saco te queda- - ¿Cómo que si el saco me queda?- rugio Daiki corriendo detrás de él, se lanzo en picada sosteniéndolo por las piernas y cuando lo tuvo bien prensado le propino un sonoro golpe en la cabeza.
- Eso dolió- grito el menor zafándose de las manos de su agresor –sabes que no me gustan estas cosas, además ya hemos acabado- y sin decir más salió de la habitación dejando a Daiki un poco confundido.
Aunque ya estaba muy acostumbrado a los arranques de su amigo aun le costaba trabajo entenderlo. Salió silencioso de la habitación cerrando tras de el la puerta con cerrojo, siguió el camino hasta llegar a las escalares principales y antes de bajarlas, en la puerta principal ya estaba toda la servidumbre dándole la cálida bienvenida al hijo de la dueña.
- Hubiera preferido que no viniera- dijo una voz detrás de él, Daiki se sobresalto al reconocer de quien era y agachando la mirada en señal de respeto camino en reversa.
- De verdad que no se porque regreso, ni que le importara la familia- volvió a quejarse el joven.
Daiki solo se encogió los hombros, no sabia que decir ni mucho menos como actuar. - ¿Que haces aquí?- rugió la voz de la señora al ver que Daiki no había ido a recibir a su hijo.
- Lo siento- es que yo…- - Yo lo entretuve- contesto keito cuando tuvo enfrente a su madre, pero ella paso de largo sin detenerse a mirarlo.
- Lleva el equipaje a la habitación de mi hijo- ordeno la señora no sin antes advertirle que para la próxima que no obedeciera seria despedido – y acomodas sus pertenecías donde corresponda.
Si no fuera porque de verdad que necesitaba el empleo, ya hubiera dejado esa casa desde hace mucho, la sola idea de tener que soportar a otro integrante soberbio era mucho para su cabeza, no es que keito fuera así pero no podía decir lo mismo de su madre.
Una mujer sin corazón que en lo único que piensa es en el derroche. Así que con paso lento caminó arrastrando las valijas hasta la habitación, la puerta ya estaba abierta así que ya no hubo necesidad de utilizar la llave, entró sin tocar y para su sorpresa el joven ya estaba en el cuarto durmiendo.
-¿ehh?... pero como llego antes – se pregunto el joven quebrándose la cabeza en buscar alguna explicación. Pero al darse cuenta que nada de lo que pensara importaba decidió seguir con lo suyo.
Intentó no hacer demasiado ruido y coloco las maletas en su lugar, comenzó a sacar el equipaje colocando las cosas donde deberían ir.
Las camisas en el ropero, al igual que los sacos, las playeras en los cajones de la cómoda al igual que la demás ropa.
A decir verdad nunca había visto o conocido alguna foto de él, llevaba ya varios años sirviendo a esa casa que era increíble que no lo conociera.
Eso si la señora se llenaba la boca de comentarios halagadores y alabadores sobre su hijo mientras que al pobre de keito ni siquiera le dedicaba atención, eso tal vez se debiera a que keito no era su hijo, al contraer matrimonio con su difunto esposo el menor había pasado a ser su hijastro pero eso no parecía ser relevante para ella pues a veces ni siquiera lo tomaba como parte de la familia.
El joven siguió acomodando las cosas pero su curiosidad fue más fuerte que él y acercándose con cuidado a la cama, se inclino un poco para poder verle por fin el rostro, coloco una mano sobre la almohada y se inclino otro poco más, solo sintió un fuerte empujón en el pecho, seguido de unos gritos aturdidores, callo de espaldas sobre la alfombra pero por la fuerza del empujón rodo hasta chocar contra la cómoda.
- ¿Qué demonios crees que haces?- rugió el joven. - Lo siento- se disculpo Daiki levantándose como resorte colocándose las gafas que se habían caído y agacho la cabeza para no mirarle.
- ¿¡¡Crees que con eso basta!!? – replico el joven colocando una mano por encima del hombro de Daiki acorralándolo contra la pared.
- Yo… lo siento- se disculpo nuevamente, al alzar la vista se encontró con un joven bien parecido de cabellos color castaño un poco rizados, era mucho mas alto que él pues debía encorvarse un poco para quedar a su nivel.
- De nueva cuenta discúlpeme- takaki lo miro de arriba hacia abajo, acercándose un poco mas. Daiki esta realmente nervioso nunca se imagino conocer de esa manera a su patrón ni mucho menos encontrarse en esa situación.
El rostro de yuya estaba ya a escasos centímetros de la de el menor, podía percibir su respiración mezclada con un delicioso aroma a perfume, se sentía embriagado por ese olor que olvidándose en donde y con quien estaba cerro los ojos comenzando a acercar a su rostro.
- Lárgate- grito yuya empujando aun Daiki sorprendido hacia la puerta, el menor aun confundido solo atino a decir.
- Pero no e terminado de arreglar sus pertenencias- - Solo lárgate – dijo al final azotándole la puerta en las narices. - Que carácter- voceo el menor caminando de nueva cuenta hacia las escaleras.
- Hasta que apareces- chillo Ryutaro caminando en su dirección- en donde te habías metido- - Estaba acomodando el equipaje del señorito- sonrió burlón acentuando la palabra señorito- - Pues la señora te a estado buscando, se veía muy enojada, ¿que hiciste ahora?- - Nada… solo obedecí sus ordenes- - Lo mas seguro es que te despidan- chillo kairi. Un chico de mas o menos la edad de Daiki bien parecido pero muy poco apático.
- Eso quisieras- se defendió el chico- jamás vas a ocupar mi puesto. Ni mucho menos me veras despedido.
- Eso ya lo veremos- concluyo kairi alejándose de ahí no sin antes mostrar una sonrisa sínica en el rostro.
- ¿Que le pasa a este?- suspiro Daiki harto de lo mismo todos los días.
- Pues los enemigos no nacen de a gratis algo le debiste haber hecho- - No le hice nada…. que yo recuerde ….¡aunque! no creo que sea por que le robe a la novia ne-
- Eres un Idiota… ¿lo sabias?– carraspeo Ryutaro alejándose de él - Obviamente no le hice eso- contesto Daiki siguiéndolo por la cocina – me crearías capaz – Ryutaro lo miro como diciendo “de verdad quieres que conteste eso” – bueno no respondas nada, pero no se porque se comporta así conmigo, yo digo que son puros celos- - Si Daiki lo que digas, pero por el momento déjame terminar de hacer lo que me mandaron- - ¿Y que haces?- - llevarle el desayuno a keito-sama- - Keito –sama- sonrió burlón - Pues es mucho mejor que decir voy a llevarle el desayuno al señorito keito- Ambos chicos se quedaron mirando por una fracción de segundo hasta que no pudieron contener la risa y soltaron tremendas carcajadas.
- Este es el Ryutaro que recuerdo- comento Daiki acercándose a despeinar a su amigo. - Igual a mí, me gusta cuando sonríe- contesto alguien a sus espaldas sobresaltando a ambos.- - Keito – sama- se apresuro a decir Ryutaro no pudiendo disimular el sonrojo en sus mejillas por el comentario de hace unos momentos.
- Y porque el sama o el señorito- respondió keito recargándose en la mesa- me haces sentir muy viejo y no lo soy- - Lo siento, pero es lo correcto- Ryutaro tomo la bandeja de comida y comenzó a servirla. - ¿Que les pareció mi querido hermano?- pregunto keito agachando la cabeza mirando el plato con fruta que Ryutaro había colocado.
- Un poco amargado- respondió Daiki sin pensar, sintiéndose mas en confianza. - ¿Eso crees?- pregunto el mediano esbozando una sonrisa de oreja a oreja- hasta que alguien me apoya- - Bueno es que es la verdad – - Deja de hablar así del patrón- se quejo Ryutaro – y tú deja de….-
Morimoto se había girado para reprender a keito pero al reaccionar en lo que estaba apunto de hacer se dirigió de nueva cuenta a Daiki- solo deja de hablar así de él- - ¿Qué crees que estas haciendo aquí?- chillo su madrastra al verlo ahí sentado con la servidumbre.
Para eso si era muy buena, diciéndolo lo que debería y no bebería hacer y echándole en cara todo lo que hacia mal, pero cuando el necesitaba algún consejo o simplemente el calor de una madre ella lo rechazaba rotundamente.
- Estoy desayunando- expreso el chico irritado llevándose un bocado de fruta solo para entretenerse en otra cosa que n fuera ella.
- Para eso se hicieron los comedores, pero bueno eso no importa ya- e ignorándolo de nueva cuenta se dirigió a la servidumbre- quiero verlos a todos en la estancia… pero ya – dijo gritando al tiempo que golpeaba con las palmas. Nadie hizo ningún comentario y salió presurosa del lugar.
Cuando todos ya estaban en la estancia incluidos keito y yuya la señora hizo el anuncia para sorpresa de todos incluso para el de sus propios hijos.
- Hare una fiesta- dijo sonriente mientras caminaba en dirección de takaki, el joven estaba sentando mirando a cada uno de sus sirvientes hasta que detuvo su mirada en aquel joven de gafas que había sorprendió hace varias horas en su recamara, lo analizo de pies a cabeza hasta que una frase que dijo su madre lo saco de su inspección.
- La fiesta es para conseguir a la futura de mi hijo yuya- takaki tuvo que enderezarse para procesar bien lo que acabada de decir la mujer que lo pario. - ¿Qué estas diciendo?- pregunto a un asustado por la respuesta que recibirá.
- En la fiesta que daré, vas a buscar a alguien especial para cortejar y si tenemos suerte llegaran al altar - - No pienso aceptar ese disparate – - Estas contradiciéndome- chillo la señora encontrándose con la mirada penétrate de su hijo - Si…, no pienso hacerlo- la sonrisa malévola de su madre le hizo enchinar la piel.
- Recuerda que tenemos un trato- sonrió triunfante al ver el rostro que puso su hijo y yuya al ver que no había escapatoria no dijo nada mas y se dejo caer sobre el sillón apartando la mirada de todos.
- No puedes decidir sobre la vida de los demás- keito había empezado a hablar para intentar interceder por su hermano pues aunque no le callera bien eso no se le hacia a nadie.
- Cállate que nadie pidió tu opinión, además también vas a buscar pareja esa noche, no quiero a un bueno para nada en mi familia, por lo menos te buscare una que tenga mucho dinero- - No puede hacer eso- - Quieres ver- y sin añadir nada despacho a la servidumbre quedándose a solas con sus hijos- - No puede, sencillamente no puede- - De que te quejas, además ya te he buscado un buen partido, es una chica realmente adorable.
- Takaki no vas a decir nada- grito keito al ver que su hermano callaba. - No hay que decir, se hará lo que ella diga… siempre es así- yuya se levanto del sillón dejando atrás esos pensamiento.
La noche era fría, ninguno de los dos jóvenes podría conciliar el sueño esa noche. La sola idea de contraer matrimonio en contra de su voluntad era realmente abominable.
Lo único que les quedaba antes de la fiesta era convencer a su madre desistir de aquella idea descabellada. Pero muchas cosas pueden pasar antes, durante y después de aquella fiesta.
dio el aviso asi que a qui les pongo la información
buaaa yo no podre participar por obvias razones
pero ustedes siii wiii onegaii agame feliz
quiero ver hasta donde llega su mente
yaoiesca ¡!!! Pues sus fics yaoi serán puplicados
por aquí y los de drama osea niño x niña estarán
en mi lado cursi [ johnnys no michi ]
sin mas por el momento las dejo
no sin antes desearles mucha suerte
Asi es tendremos nuestro primer concurso del club^^
Las bases son muy sencillas:
-Tienes que ser parte del club para participar (si todavia no lo eres que esperas??^^) -Tienes una semana para inscribirte para participar (10 de mayo a 15 de mayo).
Este concurso de fic NO sera one shot, minimo sera de 5 capitulos y maximo de 10, de cualquier tipo de historia (yaoi, romantico, etc.) original y que tenga a un miembro de hey say jump dentro de la historia (no importa si es protagonico o no) por lo tanto son libres de que tipo de personajes van a meter^^
Las historias se publicaran en los siguientes blogs:
El ganador se eleguira por votacion (es decir ni Ichigo ni yo eleguiremos a los ganadores) sino ustedes son los que decidiran, por medio de la votacion y sus comentarios^^
De aqui hasta agosto durara el concurso, para darles tiempo de que escriban sus historias, publicarlas, comentarlas, etc.
Los premios seran los siguientes:
1er lugar: El 1er album de Hey Say Jump limitado 2o y 3er lugar: Revistas Jhonnys Y un regalo sorpresa^^
Ah! Se me olvidaba^^U manden al mail del club (hsjmexico@hotmail.com ) tanto si quieren participar como sus fics para que se vayan publicando^^
Creo que eso es todo o.O si algo me falto Ichigo dime para ponerlo porfis^^
Muy bien chicas suerte y que gane el mejor!!!! >o<