Capitulo 5
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Sus manos recorrían el cuerpo de Yabu, sus labios besaban feroz mente cada parte de su pecho, se comía sus labios como si fuera lo último en el mundo. Le gritaba con todas sus fuerzas que lo amaba y recibía lo mismo del otro. De pronto, todo desapareció, solo estaba él en un gran cuarto oscuro, sin nadie.
“¡AAH!” gritó cuando despertó, su cuerpo estaba lleno de sudor y su corazón palpitaba muy rápido “De nuevo ese sueño…” dijo Takaki.
Tenía varias semanas soñando lo mismo, que lo tenía entre sus brazos y después todo se volvía solitario. Sentía dolor en el pecho, entonces supo que ya era tiempo de decirle a esa persona la verdad, decirle que nunca lo dejó de amar.
Se levantó de la cama y se dirigió a la cocina por un vaso de agua. Después, caminó hasta la sala y abrió la ventana de su balcón, el sol brillaba muy fuerte, vio el reloj que estaba enseguida de él… 3.00 P.M.
De nuevo había dormido hasta tarde, cosa que ya era costumbre cada día que no tenía nada de trabajo por la mañana.
Sin lugar a dudas su vida en América era muchísimo más ajetreada que su vida en Japón, ya quería volver, necesitaba arreglar muchas cosas que había dejado inconclusas antes de irse. Faltaba poco tiempo para que subiera al avión que lo regresaría a su casa… que lo llevaría de regreso a ver a la persona que más amaba a pesar de todo el tiempo que habían pasado separados, a pesar de que habían terminado mal, a pesar de que lo había hecho sufrir tanto tiempo… lo que él quería era volverlo a ver y decirle lo mucho que lo había extrañado.
Fue a su computadora a revisar la bandeja de entrada de su correo electrónico.
‘Sigue sin contestarme…¿Qué habrá pasado con él?’ Pensó, estaba muy preocupado por su amigo.
Después de revisar unas cuantas cosas decidió irse a dar una ducha con agua helada, para tratar de borrar todos los recuerdos de él de su memoria por un rato.
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“Hi… Hikaru…” dijo sorprendido.
“…¿Keito?…” Hikaru lo podía creer lo que sus ojos estaban viendo.
“¿Qué haces aquí?” El tono de voz de Keito mostraba un poco de enojo.
“Pues… este… yo…”
“¡Yo le pedí que trajera unas cosas que olvidé en mi casa…” interrumpió Ryutaro al chico nervioso “¡Gracias Hikaru! ¡Me salvaste la vida!” dijo tomando de las manos de Hikaru unos folders y una bolsa.
“Pasa por favor…” Le dijo Yuri sonriente al chico.
“¡OI OI! ¡Te dije que no quería que te quedaras en mi casa!” Keito se dirigió furiosamente a Ryutaro.
“¡Hey! ¡Esta también es mi casa… y mi novio se puede quedar aquí si quiere” Yuri era demasiado paciente con su hermano, hasta el mismo se asustó pues le había levantado un poco el tono de voz a su hermano.
“¡Bien entonces…”
Keito se fue de nuevo enojado a su cuarto, no podía hacerse la diva e irse de su casa pues… no tenía a donde ir, pero si se podía encerrar y no salir de allí en un buen rato.
Estaba demasiado enojado, su corazón palpitaba muy rápido, de su mente no podía sacar a Hikaru, según Keito, era el odio que le tenía al chico por seguirlo a todas partes.
Tomó una almohada y la puso sobre su rostro, comenzó a gritar como loco para sacar todo su enojo, no le importaba si los que estaban afuera escuchaban, él quería que Hikaru desapareciera de su vida.
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“¡Hola! … ¡Oi! ¡Kei! ¿De nuevo por aquí?” Le dijo Daiki a Kei cuando lo vio entrando a la cafetería, como ya era costumbre.
“Si…” contestó con una sonrisa
“¿Un Té?”
“Por favor…”
Daiki se fue unos minutos y volvió con 2 tazas de té y unos pastelillos. Se los pasó a Kei y se sentó junto a él para disfrutar también de una taza.
“¿Ya se fue Keito?” Preguntó Kei
“Si… lo dejé irse una hora más temprano pues, lo vi demasiado cansado…” hubo un pequeño silencio y después Daiki siguió hablando “¿Fuiste al hospital de nuevo?”
“Si… no encuentro el momento de decirle lo de mi hermana…”
“Oh… ¿y ya sabes cuándo saldrá del hospital?”
“Si… dijo que tal vez mañana, le dije que si quería se podía ir a vivir a una de mis casas, pero dijo que se iría a vivir con un chico… no sé qué hacer ya…” dijo estresado
“No te preocupes, encontrarás la manera de decírselo…”
Daiki le sonrío a Kei. Kei se quedó mirando al chico embobado, vio cada parte de su rostro y se dio cuenta que el chico no era tal mal parecido.
Inoo, como si estuviera hipnotizado por la belleza de Daiki comenzó a acercar su rostro lentamente al de él.
Sus labios estaban a solo unos centímetros de distancia…
“¡OH! ¡Lo siento!” Antes de que sus labios se tocaran, algo hizo ‘click’ en la cabeza de Inoo y se dijo a si mismo que no debía hacerlo, así que se levantó rápidamente, le hizo una reverencia a Daiki y salió del lugar.
Daiki se quedó helado, viendo como la figura de Inoo desaparecía rápidamente por la puerta, se preguntó si el chico volvería después de lo que acababa de pasar…
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Keito llegó de la clase de deportes y se sentó en su mesabanco, fue el primero en llegar al salón pues había terminado los ejercicios primero. Bajó la mirada hasta la paleta del asiento y se dio cuenta que había algo debajo de su cuaderno.
Era una pequeña nota color azul, ‘Para Keito’, era lo primero que leías.
‘Keito… necesito decirte algo, por favor, en cuanto puedas ven a los árboles que están detrás de la escuela…
Yaotome Hikaru’.
Cuando Keito terminó de leer la nota se levantó rápido y se dirigió a donde Hikaru le había dicho, quería terminar de una vez por todas con todo esto, él también tenía algo que decirle a Hikaru, quería que ya lo dejara en paz.
Caminó por detrás de la escuela hasta que vio a un chico sentado debajo de un árbol, obviamente era Hikaru.
“Hey…” Le dijo Keito desinteresado “¿Me querías decir algo?”
“Kei…Keito…” Se paró nerviosamente “Si… quiero decirte algo…”
Keito se quedó callado para que el chico hablara, Hikaru lo pensó un poco y después de respirar unas cuantas veces empezó a hablar.
“Yo… yo se que a penas y te conozco, se que a veces te desespero, y yo sé que no te gusta que te siga y todo esto pero… lo hago porque no sé como decírtelo, no sé cuándo decírtelo, pero creo que ya es momento de que lo haga…” Hikaru hizo una pausa y cerró los ojos “Me gustas… desde la primera vez que te vi… me gustas mucho…” dijo rápidamente.
Keito se quedó mudo, no sabía que decir, de pronto sintió lástima por el chico pues no le correspondía. Su corazón latía muy rápido, Keito pensaba que era porque no sabía cómo decirle que no sin ser tan malo.
“Lo siento…” Keito le hizo una reverencia a Hikaru
“Oh… no, no está bien, yo sabía que lo más probable era que no me correspondieras, lo siento…” dijo Hikaru con una sonrisa nerviosa y con su corazón destrozado.
“Pero… podemos ser amigos…” dijo Keito.
“¿Eh?… Si claro…” por más que Hikaru tratara de sonreír, Keito sabía que acababa de romper su corazón.
“Bueno, creo que deberíamos irnos a clases…” dijo Keito después de un silencio incómodo.
“Oh… Ve tu primero, yo iré en un segundo…”
Keito entendió que el chico necesitaba tiempo, así que decidió hacerle caso y se fue al salón primero.
Terminaron las clases y Hikaru nunca volvió, Keito se sentía mal por haberle roto el corazón al chico, pero no podía hacer nada para corresponderle, ¿o sí?.
Keito decidió irse a su casa caminando, necesitaba pensar un poco.
Pasó por un callejón lleno de hombres un poco drogados, pasó rápido pues le dio un poco de miedo.
“¡Hey! ¡Niño bonito! ¿Por qué no vienes a hacernos compañía?” Le gritó uno de los hombres.
Keito aceleró su paso pero dos hombres se acercaron a él y lo tomaron por los brazos.
“¡Hey! No te vayas todavía… a penas va a empezar la fiesta…” le dijo uno de los muchachos.
Keito tenía miedo, nunca había sido un chico muy fuerte, y menos cuando estaba tan asustado, en su cabeza empezó a pedir porque lo ayudaran, necesitaba ayuda rápido.
Cuando menos lo pensó uno de los hombres lo tiró al suelo y le sacó todo lo que tenía en los bolsillos. Por más que Keito trataba de resistirse no podía, los señores eran más fuertes que él.
Keito estaba desesperado, sentía ganas de llorar, quería gritar pero cuando abría la boca no salía nada.
“¡HEY! ¿¡QUE ESTAN HACIENDO!?” gritó alguien que estaba parado detrás de los 2 hombres “¡KEITO!”
Gritó el chico. Keito levantó la mirada al escuchar su nombre, en sus ojos se empezaron a formar lágrimas de alivio.
“Hi… Hikaru…” dijo en un susurro.
“¡Oh! ¿Vienes a hacernos compañía?” dijo el hombre más bajito con una sonrisa que daba asco.
Hikaru lanzó un golpe directo a la cara del hombre haciéndolo caer al piso. En seguida, el otro hombre trató de golpear a Hikaru pero este lo lanzó contra un carro haciendo que se retorciera del dolor.
Keito estaba impactado, no podía creer que ese chico tímido que siempre lo seguía fuera tan fuerte, muchísimo más fuerte que él.
“¡VAMOS!” le dijo Hikaru.
Lo tomó de la mano y corrieron a gran velocidad, pues Hikaru temía que alguno de los hombres se levantara e intentara hacerles daño.
Hikaru también se sorprendió de su fuerza, pero él sabía que podía hacer hasta lo imposible por la persona que amaba.
En ese momento no pensaba en seguir a Keito, pero algo en su corazón le dijo que debía de seguirlo, y que bueno que lo hizo, sino, quien sabe que le pudieron haber hecho a su Keito.
Hikaru se detuvo, sus piernas ya no daban para más, después de todo, no era tan atlético que digamos.
Sintió que le jalaron la mano hacía abajo y recordó que le había tomado la mano a Keito. Se dio la vuelta para verlo y se dio cuenta que el chico estaba sentado en el piso llorando. Se agachó hasta llegar a la altura de sus ojos, limpió las lágrimas del pequeño con sus manos y lo abrazó fuertemente.
“Calmate… todo está bien, estoy contigo… nadie te va a hacer daño” le dijo mientras acariciaba suavemente el cabello del chico.
“Gr…gracias…”
Sus lágrimas no paraban, de pronto se dio cuenta que en los brazos de Hikaru encontraba una protección que ni con su propio hermano sentía. Hikaru le emitía un gran calor a su cuerpo, y eso le gustaba, se sentía a salvo en ese lugar.
Hikaru se dio cuenta no estaba bien lo que estaba haciendo, y no se refería a salvarlo, sino a abrazarlo. Sabía que esto sería muy difícil, Hikaru necesitaba olvidarse de Keito pues este ya lo había rechazado y si no lo trataba de olvidar ya, sería más doloroso en el futuro.
“Lo siento… tengo… tengo que irme…” dijo Hikaru soltándose del abrazo.
“Si… está bien…” dijo Keito, sintiendo que su cuerpo se enfriaba derrepente.
“¿Te puedes ir solo a casa o…”
“No… no está bien, puedo irme solo…” Se limpió unas cuantas lágrimas de las mejillas y le sonrió al otro.
“Bueno… adiós…” le sonrió.
Keito de pronto sintió que lo había perdido, que había perdido su oportunidad. Hikaru se alejaba… ¿Qué pasará después…?
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“Yamada Ryosuke…” dijo el doctor “Todo está bajo control, mañana por la mañana podrá irse a su casa… obviamente, tendrá que seguir vieniendo a tratamiento, pero todo estará mejor ahora. No olvide los ejercicios de respiración de emergencia que le hemos dado por favor, y con eso será suficiente para que su vida siga su curso normal…” terminó con una sonrisa
‘…Curso normal, que ironía…’ Pensó Ryosuke “Gracias doctor…” dijo feliz.
“Waah Ryosuke!! Mañana iremos a casa!” el chico alto dijo con una sonrisa de oreja a oreja.
‘¿Casa? ¿Será mi casa también…? ¿Podré vivir en paz ahora…? ¿Qué será de nosotros Yuto?’ Pensaba Ryosuke.
Su vida iba a cambiar a partir de mañana, tendría que salir al exterior y tratar de que nadie lo descubriera, lo más importante, que Yuto no lo descubriera.
¿A caso Ryosuke será capaz de poder esconder todo lo que quiere esconder?….
Keito perdió a Hika?!!!! Nooooooo!
ResponderEliminarNo importa cuántas veces lea esté serial sigue siendo mi favorito!!! <3
Yamada no debe seguir mintiendo de esa manera terminara por perder a Yuto :(
Contii ya!!!
Gracias onee por compartirlo te quiero
Keito baka, baka *le da golpecitos a la almohada* porque rechazas a Hika-chan si es tan Kawaii, Hika-chan ven a mi yo te consuelo *extiende sus brazos* xDD
ResponderEliminarAl fin Ryo saldra del hospital y viviran juntos, estoy de acuerdo con Hitomy ojala que por mentir no pierda a Yuto ¬¬
Arigatou por subirlo
Chuu' *corriendo a leer el siguiente cap*