sábado, 25 de septiembre de 2010
cinderella boy [ cap 6 ]
Ryutaro se dirigía hacia la biblioteca abstraído en los problemas ajenos que acongojaban su corazón. Entró a la misma sin fijarse siquiera que alguien lo observaba y mucho menos que otro alguien estaba dentro, subió la escalera de caracol para llegar a la segunda planta y aparte subió la escalera móvil para buscar el libro que le habían encargado. Encontró lo que buscaba y bajo la primera escalera sin darse cuenta que ya lo estaban esperando abajo.
-¿Quién era ese chico?- pregunto el mayor, haciendo que el pobre chico saltara del susto, casi tira lo que llevaba en las manos. keito lo agarro por los hombros y poco a poco lo fue arrinconando entre el librero y el barandal.
- es un amigo de Daiki- expreso el menor tragando saliva con dificultad.
- ¿dime que es solo eso?- pregunto con hostilidad hundiendo sus dedos en la piel del menor.
- Me esta lastimando- farfullo empujando con gran dificultad a su captor.
- ¡¡dime que es solo eso!!-
Keito elevo la voz mucho más de lo normal lo que causo en Ryutaro hasta cierto punto molestia por ese extraño comportamiento.
- Que se haya declarado ayer no le da ningún derecho de exigirme nada, si no le quedo claro lo que dije, ya no es mi problema.
Morimoto termino de empujar a keito para salir de aquella situación, bajo presuroso los escalones seguido de keito.
- Deje de seguirme- pidió el menor parándose en seco.
- Si no es nada tuyo, ¿porque lo preferiste a el antes que a mi?.
Ryutaro volteo a verlo exasperado.
- Porque lo conozco desde antes y necesitaba de mi ayuda.
Ryutaro intento salir pero keito lo tomo con fuerza intentando darle un beso, pero el menor lo empujo evitándolo, no dijeron nada más. Morimoto le dirigió una mirada retadora para después con paso sigiloso salir de aquel lugar.
keito ya no lo siguió, se dirigió con paso lento hacia el escritorio en donde se encontraba antes de que ryutaro llegara y ahí se quedo pensando.
- ¿cómo te fue con el joven yuya? – pregunto morimoto cuando este llegaba de hacer unos mandados.
- No estoy completamente seguro-
- ¿Ehhh? ¿Porque dices eso?-
Daiki movió la cabeza como si así lograra entender mejor.
- Me hizo unas preguntas y después me dio este celular para que se lo de a seiji-
- ¿Y qué piensas hacer?-
- ¿Y qué es lo que no entiendes?
Daiki ignoro ese comentario
- Creo que debo de decir la verdad y atenerme a las consecuencias-
- ¡¡Valla!! parece que estas madurando-
- ¿Qué quieres decir con que madurando?-
- ¿No sabe que significa la palabra madurando?, bueno pues quiere decir…-
- Se lo que significa, pero lo que no…. Es que…. Ahhhhh, No me fastidies en este momento quie…-
Daiki dejo de hablar pues unas cosquillas empezaron a surgirle en el bolso izquierdo de su pantalón.
- ¿y ahora a ti que te pasa? – pregunto el menor al ver que arioka comenzaba un baile extraño.
- Es el celular- dijo sacándolo del bolsillo- es el joven yuya-
- Pues contesta-
- Estás loco- dijo cortando la llamada pero el celular volvió a sonar.-
- Creo que lo mas seguro es que contestes.
- Eso me sonó a que me puede hacer algo malo si no contesto-
Ryutaro lo miro arqueando las cejas en señal de aprobación, ante esa sutil sugerencia el menor no tuvo más remedio que contestar.
- ¡Bueno!-
- Valla hasta que por fin contestas-
- Disculpe pero tengo trabajo-
- Porque todavía tienes el celular, creí que ya se lo habías dado a seiji
- Pues creyó mal, como pretende que se lo entregue si estoy metido acá todo el santo día.
- A quien le hablas así- entro diciendo kairi con mala intención – a caso a tu novio- daiki se giro y lo ignoro por completo.
- ¡¡¡Mira mocoso no me hables de esa manera!!!- grito yuya perforándole el oído.
Daiki podría jurar que vio saliva salir del auricular con tremendo grito que profirió el mayor.
- Pues no me este fastidiando en el trabajo, además tengo algo importante que decirle, lo busco mas al rato- y dicho esto colgó.
Daiki miro de mal humor a kairi y después salió de la cocina rumbo a los jardines. Ryutaro quedo con la boca abierta, que valor de arioka al hablarle así a su patrón, lo único que se estaba buscando eran nuevos problemas. Se giro para seguir con lo suyo, miro a kairi quien seguía ahí parado de chismoso.
- ¿qué? ¿se te perdió algo?
El aludido lo ignoro y salió de aquel lugar.
Daiki seguía haciendo corajes solo, caminaba en círculos pensando en las palabras correctas, y con correctas se refería a cómo hacer que lo que hizo no se viera tan malo a los ojos de takaki, pues de si algo estaba seguro era que con los términos adecuados podría manipular a su jefe, pero también sabía que con cualquier palabra mal dicha estaría cavando su propia tumba. Tan inmerso estaba que no había notado que su móvil estaba sonando desde hace un buen rato anunciándole que tenía un mensaje de texto
- Ahora que quién demonios podrá ser-
Refunfuño al ver que no conocía el numero.
Abrió el mensaje y un sudor frio le recorrió el cuerpo.
“conozco tu secreto, se todo sobre tu pequeña aventura de ayer, te espero a las 8 en la bodega del jardín, si no vas, contare tu pequeño secreto… ahhh se me olvidaba, no le digas a tu pequeño amigo“
nadie firmaba el mensaje.
Se sentía mal, quien demonios podría saber de su secreto. ¿Qué hacer?, lo mejor sería decirle a yuya toda la verdad y atenerse a las consecuencias antes de ser extorsionado por ese desconocido.
Corrió a la habitación del mayor pero este no se encontraba ahí, lo busco por toda la casa pero no había rastro de el. Su mala suerte seguía haciendo estragos, pues ahora no encontraba a Ryutaro por ningún lado y ya solo faltaban 15 minutos para que dieran las 8.
El gran reloj de la sala marco las 8 y el corazón de daiki se oprimió fuertemente. Con mucho temor salió al jardín miro la puerta de la bodega y un dejo de luz se filtraba por los orificios de las ventanas, daiki supuso que ese alguien ya bebía de haber llegado.
Toco una vez pero nadie le abrió, así que no tuvo más remedio que abrir el solo.
- ¿Hay alguien?- pregunto, pero nadie respondió, el joven ingreso lentamente hasta que alguien por fuera lo empujo hacia el interior, el pobre choco contra las alacenas derribando algunos sacos de azúcar.
Se escucho el clic del seguro de la puerta y de inmediato daiki se giro a ver de quien se trataba.
- Creí que no vendrías-
- Que mas podría hacer cuando te amenazan- contesto con sarcasmo
- No lo tomes así, piensa que es solo un trato-
- ¿Qué demonios quieres?- demando daiki molesto pues el miedo ya lo había perdido desde que vio de quien se trataba.
- La verdad que nunca te creí capaz de hacer algo así, me sorprendí mucho cuando lo descubrí, no eres tan tonto.-
- Si me citaste para decirme eso, será mejor que me valla.-
- Espera que aun no termino, que crees que diga el joven cuando se entere que la persona que busca eres tú, pero sobretodo que lo esta engañando-
- Me da igual lo que piense y si decides decirle.. pues bien, no me importa ser despedido-
- No, si no pienso decirle nada sobre esto, solo era una pregunta sin valor. Pero voy a sacarle provecho a este asunto-
- ¿Así y como?, no tengo dinero, así que olvídate de extorsionarme.
- Tu no tendrás dinero pero yuya si- daiki lo miro sin comprender.
- Piensas extorsionar a yuya con esta información, lamento decirte que no creo que yuya sea tan tonto para dejarse.
- No me entiendes o no quieres entender lo que estoy diciéndote, yuya quiere un seiji y yo se lo voy a dar-
Daiki seguía sin comprender
- Yo seré ese personaje ficticio llamado seiji-
Daiki comenzó a reír como loco, esa era la estupidez mas grande que había escuchado en su vida, que le hacia pensar a ese sujeto que dejaría que hiciera eso.
- Sigue soñando, si quieres ve y dile toda la verdad, a mi me da igual, no voy a prestarme a esas estupideces-
- Sabia que dirías eso- kairi sonrió con malicia- se que tu no te prestarías para esto pero créeme hay muchas formas de persuadir a la gente - y dicho lo ultimo lanzo su celular en dirección de daiki, este lo tomo.
- Míralo- daiki abrió de par en par los ojos- siempre es bueno tener una as bajo la manga y ese es el mío- daiki apretó con fuerza aquel artefacto y lo lanzo con todos hacia el suelo haciendo que este se hiciera añicos.
- Mira que eres predecible- dijo con la sonrisa desbordándosele del rostro- sabía qué harías eso, por esa misma razón ese archivo lo tengo bien guardado, y por el celular no me preocupo se que tienes uno para mí-
Daiki tenía ganas de ahorcarlo, de apretar ese cuello hasta ver que no se moviera mas, pero no era un asesino así que intento calmarse.
- Crees que a yuya le puede importar esa foto, como se ve que no lo conoces-
- Y tu si… jajaja, bueno no me des detalles, pero es obvio que no se la daré a yuya, busco a alguien mas poderoso- daiki ahora si sintió miedo-
- ¿Cuál es el trato?-
- A cambio de no decirle nada a la señora, me hare pasar por seiji y le sacare provecho lo mas que pueda-
- ¿Solo eso a cambio de que no le des esta foto?-
- Bueno no es solo una foto, pero si, esa es la idea-
- Sabes me salió más barato de esta forma. Está bien acepto-
Kairi sonrió y acercándose a daiki lo tomo del rostro acercando sus labios a los de él, cuando estaba a punto de besarlo detrás de ellos se escucho una voz-
- ¿Qué están haciendo?- pregunto yuya un poco molesto.
- Nada solo vine por un poco de azúcar - contesto kairi tomando el bulto, que había detrás de daiki.
Yuya lo siguió con la mirada hasta que el susodicho salió del lugar.
- Estoy esperando a que me digas eso tan importante- la voz de yuya sonaba molesta.
daiki alzo la cabeza para mirarlo, seguía conmocionado por lo que acababa de pasar que no podía articular palabra.
- ¿Qué?, ¿te comió la lengua el ratón?- yuya miro el lugar, los costales de azúcar en el suelo y también algo que parecía que alguna vez había sido un celular.
- Por tu bien espero que no sea el que te di-
- ¡NO!, ESE AQUÍ LO TENGO Y NO SE PREOCUPE QUE ESTOY DESEOSO DE ENTREGARLO YA NO QUIERO TENERLO CERCA- grito con frustración- Debo irme, ya termino mi turno – daiki bajo la voy, paso a un lado empujándolo.
Yuya lo miro extrañado, que mosca le había picado a ese mozo para que se comportara así, no le dio más importancia y se fue a su habitación.
Daiki suspiro profundamente, porque la mala suerte estaba con él, porque nada podía salirle bien. Porque tuvo que haber ido a aquella fiesta, esa era la causante de que ahora su mundo estuviera patas arriba, ahora no solo era yuya y él, ahora era kairi, Ryutaro y keito los que estaban inmersos en el problema que el creo por su necedad.
Cerro los ojos y claramente pudo ver la foto de hace un rato. Eran keito y Ryutaro en la biblioteca en una situación muy comprometedora.
En la foto Keito estaba a punto de besar a su amigo, de solo pensar que esa foto pudiera caer en las manos de la madre de yuya le hacia erizar la piel, no sabia que le haría a keito pero a Ryutaro seguro lo despediría y eso no podía pasar pues morimoto era el sostén de su familia y no podía dejar que eso sucediera. Debía de seguir con la mentira hasta el final.
Una mentira es el comienzo de una cadena de mentiras infinitas, es como la bola de nieve; cuanto más se deja rodar, mas grande se vuelve (Martín Lutero)
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ahhhhhhhhhhh
ResponderEliminarq emocionante diosss
xd
espero con ansias el siguiente capi xd