lucky man [ cap 7 ]

CAPÍTULO 7 Y PENÚLTIMO

(Narrado en primera persona)

- Tengo algo que informarle - dije frente al jefe, mis compañeros también estaban presentes, pero la decisión debía ir dirigida al padre de Yamada.
- Habla entonces Daiki - el jefe se inclinó hacia adelante desde su escritorio, lo que mostraba interés de parte suya.

- Yo he tomado la decisión de dejar la familia Yamada.
Se causo revuelo entre algunos de mis compañeros cuando dije esas palabras, otros que eran más cercanos a mí se mostraron serenos.

- ¿Se puede saber por qué tomas esa decisión? - Las palabras del jefe callaron a todos.
- Yo he encontrado una nueva razón de existir.
- ¿Amor? - el jefe sonrió de medio lado.
- Yo agradezco mucho todos estos años en los que me cuidaron siendo parte del clan y me trataron como familia.

- Si se me permite hablar quisiera apoyar a Daiki - el médico del clan estaba presente y habló.
- ¿Qué opina usted docto Uchida?
- El estado de salud de Daiki no se encuentra muy bien, todos sabemos que Daiki no tendrá una larga vida, déjele hacer lo que quiera y vamos a apoyarlo por sobre todo para que su tiempo de vida sea grato y feliz.
- Gracias Uchida-sensei.

- ¿Alguien se opone a la decisión de Daiki?
Todos en la sala se quedaron inmóviles.
- Tienes la aprobación de tus compañeros - el jefe me miró fijamente- puedes marchar.
- Gracias, gracias a todos chicos - hice una y mil reverencias, estaba realmente agradecido.

Di una última miraba a mis compañeros y lo que por muchos años fue mi hogar, sonreí con amargura, era en cierta forma triste y además recordaba las palabras de Uchida, pero sus palabras eran ciertas, yo quería pasar lo que me quedaba de vida junto a Inoo.
Estab
a ansioso, quería ver a Kei y darle la noticia de que podría vivir con él, que había dejado la mafia, que ahora era una persona sin una profesión ilegal.

Corrí lo más rápido que mis pulmones me dejaban y llegué jadeante a la nueva mansión de Inoo, la compró hace unas semanas, dijo que quería asentarse nuevamente en Japón para estar conmigo, de allí la magnifica idea de vivir juntos. Amaba esa idea y amaba esa proyección, aunque yo sabía que no sería eterna.

Toqué el timbre de la nueva casa, Kei me abrió al cabo de unos segundos, no me contuve y salté arriba de él.
- ¡Dai!
- Me dejaron libre Kei - después de decir eso bese a Inoo emocionado - ¡Ahora podremos vivir juntos!
Los ojos de Kei brillaban de emoción y su sonrisa era deslumbrante, todo ese momento de felicidad era brillante.

- ¿Y tus cosas?
- Voy a buscarlas esta noche.
- Mejor ve mañana...
- ¿Por qué mañana...? - Ahí me di cuenta de lo que me quería decir Kei, su sonrisa lasciva me lo confirmaba todo - te amo tontito - lo besé de nuevo.
Esa noche fue solo de nosotros dos, era como hace años, la gran mansión vacía y solo Kei y yo respirando dentro de ella.

A la mañana siguiente fui a recoger mis cosas de la casa Yamada, todos mis compañeros me desearon éxito en mi nueva vida.
Los días con Inoo eran hermosos, pacíficos y delicados como lo es él, sin embargo cuando él no estaba en casa era cuando el piano callaba y me rodeaba el silencio, no me agradaba esa sensación, no me gustaba sentirme solo.

Una mañana mientras yo descansaba sobre el pecho desnudo de Inoo en la cama se lo dije.
- ¿Sabes Kei?
- ¿Qué cosa Dai-chan?
- Siento que esta casa es muy vacía con solo nosotros dos.
- ¿Qué propones?
- Pensaba en Ryosuke...
- ¿Por qué en él?
- Corre peligro si vive junto a Yuto y Kame, ya que los yakuza si los reconocen a ellos.

- Comprendo.
- No molestará - miré a Inoo con ojos de perrito.
- Con tal de estar a tu lado viviría incluso en la calle rodeado de perros Daiki - Inoo me sonrió de forma cálida.
Esa misma tarde fui a visitar a Ryosuke, al entrar me abrieron Yuto y Yamada al mismo tiempo, Kame estaba en el trabajo.

- Voy a comprar algo para comer - informó Yuto - vuelvo en un rato -dijo antes de cerrarla tras de si.
Yamada me invitó a sentarme, me senté a su lado en un sofá.
- ¿Qué ocurre Dai-chan?
- Vengo a informarles que me mudé.

- ¡¿Enserio y los Yamada...?! - Ryosuke se alteró pensando que había escapado o algo similar, es muy adorable su reacción.
- Todo está en orden - le sonreí.
Yamada suspiró aliviado.

- ¿Y dónde estás viviendo? - me preguntó curioso.
- En una mansión al otro extremo de la ciudad.
- ¿Una mansión? - a Ryosuke casi e le salen los ojos - ¡¿Con quién?!
- Con... - me detuve un momento, sentía como el calor se apoderaba de mis mejillas y después de bacilar un poco con una sonrisa terminé mi frase - con mi novio...

- ¿Enserio? - Yamada sonrió ampliamente y de forma hermosa - ¡Cuánto me alegro Daiki!
- Gracias - le devolví la sonrisa - pero más bien quiero hacerte una propuesta.
- ¿A mí? - Ryosuke me miró perplejo - ¿de qué se trata?
- Se trata de vivas conmigo y Kei, así estarás más a salvo de la mafia, es un barrio seguro.
- Gracias Daiki pero...

- Piénsalo.
- Me iría solo si es con Yuto - habló Ryosuke determinado.
- ¿Qué sucede conmigo? - Yuto entró de regreso.
- ¡Volviste muy rápido! - le dije sorprendido d esu repentina aparición.
- Sí, es que me olvidé la billetera - Yuto agachó la cabeza con una sonrisa avergonzada - ¿Qué sucede conmigo?
- Daiki me ofrece irme a vivir con él y su novio a una mansión en un barrio seguro, pero yo no quiero irme sin ti Yuto.

El rostro de Yuto se puso un tanto pálido.
- ¿Irnos...?
- Dai-chan dice que sería más seguro...
Se produjo un momento de silencio. Fue bastante incómodo.
- Piénsenlo - les dije - mejor me voy para que hablen tranquilos, les dejo mi dirección anotada para que me vengan a ver de todas formas.

Me fui preocupado, sabía que el ambiente tenso se debía a mí, sé perfectamente que Yuto no quiere alejarse de Kamenashi y esperaba que ellos finalmente no vivieran con nosotros. Sin embargo me sorprendí mucho cuando la mañana siguiente los vi a los dos con sus maletas en la puerta de mi casa.

- ¿Qué? - fue lo único que dije al abrir la puerta
-Desde hoy tendrás que soportarnos - me sonrió Yamada.
Yuto estaba serio, sin embargo sonrió cuando Ryosuke lo miró.
- Adelante - los invité a entrar - pasen les mostraré sus habitaciones.
- ¿Quién es Daiki?
Inoo preguntó asomándose por la escalera.

- Ven Kei, quiero presentarte a mis dos amigos más preciados - sonreí.
- ¡¿DAIKI TU NOVIO ES INOO KEI?! - a Ryosuke casi se le salen los ojos.
- ¿Me conoces? - Inoo sonrió.

- ¡Eres el más grande pianista de Japón!
- Al parecer Ryo es tu fan Kei - sonreí yo también.
- ¡Un gusto Inoo-san espero no ser una molestia para ti! - dijo Ryo nervioso.

El día se pasó rápido ordenando las habitaciones de Yuto y Ryosuke, este último se puso de acuerdo con Inoo en que este le enseñaría como tocar el piano, Yuto estaba más callado que de costumbre. A las 10 ya estábamos todos acostados y durmiendo.

Me levanté cerca de las 12.00 AM, ya todos se suponían debían estar despiertos, por lo menos Inoo dormía profundamente a mi lado, sonreí al verlo así, con su cara en completa paz. Bajé por un vaso de agua a la cocina y según mi percepción Yuto ya no dio más de la presión y se largó a llorar, lo encontré en posición fetal en una esquina del living a oscuras.

- ¿Yuu estás llorando? – pregunté en un susurro.
Yuto no dio respuesta por lo que confirmé mi visión. Me acerqué hasta estar parado a su lado.

- ¿Es por la mudanza?
- Kazuya… el señor tortuga estaba… estaba… - Yuto derramaba lágrimas silenciosas.
- ¿No lo asimiló bien?
- Estaba muy conmocionado y… destrozado, sé por su mirada que le hice mucho daño Dai – Yuto me miraba con ojos suplicantes, como si yo tuviera la solución a todo esto.

- ¿Quieres volver marcha atrás y volver con Kamenashi?
- No puedo hacerlo Daiki y tú lo sabes – Yuto suspiró – no puedo abandonar a Yamada.
- Vamos - le dije tomando su mano - necesitas relajarte.

Sin decir nada Yuto me siguió sin decir nada, solo al cabo de 10 minutos en el metro me preguntó hacia dónde nos dirigíamos, solo le sonreí y casi al salir de la escalera de la estación subterránea me paré frente a él y con un gesto de mago extendiendo su brazo para mostrar su truco de magia tras de mí se podían leer las luminosas letras de una discoteca.

- ¡¿Qué?! - Yuto me miró sorprendido.
- Solo relájate un poco Yuu, entremos.
- Está bien.

En la entrada el guardia era un conocido mío, el haber sido de la mafia tenía ciertas ventajas, aunque a decir verdad, por la estatura de Yuto dudo que lo tomaran por menor.

- Ya estamos adentro - le sonreí a Yuto cuando el ambiente se tornó oscuro, cálido y las luces de colores iban y venían.
- ¿Y qué hago ahora?
- ¿Qué se supone que haces en una disco? - rodé los ojos - ¡Baila Yuto!
Empujé a Yuto hacia la pista, este chocó con una chica la cual bailando lo invitó a seguirla, este antes me hecho una mirada de duda, guiñé mi ojo, segundos después comenzó a bailar.

Era interesante verlo bailar, con sus ojos cerrados, en un gran círculo moviéndose desenfrenadamente, olvidándose de todo, olvidando sus problemas, no importaba que persona fuera con la que él pegaba su cuerpo, pero aún así se miraba elegante.

Al cabo de unos minutos Yuto vino hacia mí y me sacó a bailar, me negué al principio pero al darme cuenta el círculo que rodeaba a Yuto me miraba expectante, así que no tuve más opción que seguirlo.

Al principio baile solo junto a Yuto, pero después me fui abriendo a la demás gente, bailamos cerca de una hora.
Decidimos volver a nuestra casa cerca de las 3:00 AM, a la salida del local Yuto agarró mi brazo y me hizo mirarlo de frente.
- Muchas gracias por todo Dai – me beso de media luna suavemente – eres un gran amigo.
Su sonrisa sincera me hizo sonreír de la misma forma y levantarme de humor al día siguiente, por lo menos estos días Yuto andaría en paz consigo mismo.

Los días pasaron rápido y al darme cuenta ya se convertían en meses, todo se miraba pacífico, Yuto esta más calmado que antes e Inoo estaba progresando cada día más como profesor. Exteriormente todo se observaba perfecto pero con el paso del tiempo mi cuerpo se sentía más y más cansado, ahora la sangre que escupía era más dolorosa que antes. Sabía que pronto colapsaría, y ese día llegó.

Solo recuerdo que una tarde en la casa al subir las escaleras me dio una tos demasiado fuerte y después me desmayé, desperté al cabo de unos días en un hospital con Inoo, Yamada y Yuto sentados a mis costados.

Llamaron al doctor, él vino rápidamente y me examinó, habló con Inoo afuera. Inoo, mi amor, mi todo...
- Déjenos solos - les pediste a Yuto y a Yamada cuando entraste solo, el doctor ya no estaba.

La habitación quedo vacía, ahora solo veía las paredes blancas y a ti.
- Dai... - Tomaste mi mano - Dai mi amor... - la besaste.
- Kei... - me costaba hablar - te...
- No hables - apretaste mi mano - estás muy débil como para hablar.
Te sonreí débil, tú me miraste con reproche tierno.


- Te compuse una nueva canción, traje la grabación para que la escuches.
Te sonreí agradecido, luego pusiste el CD en una radio, las notas tristes del piano comenzaron a sonar, era hermoso y me partía el alama.
- Kei... - susurré cuando la melodía terminó
- Te prometo que todo lo que componga será para ti - me interrumpes.
- Sabes que no viviré mucho ¿verdad?.

- No Dai, no digas eso... - tus ojos se pusieron llorosos.
- Eres lo mejor que me ha pasado Kei - te sonreí nuevamente.
- Dai-chan te amo - apretaste mi mano fría.
- Prométeme que serás feliz...

Kei se inclina suavemente y me besa de la forma más delicada posible.
- Quiero escuchar tu melodía otra vez - pido con mis últimos dejos de lucidez.
Kei pone play, las notas del piano se acoplan con la lentitud de mis latidos, al cabo de unos minutos piano y electro cardiograma suenen en su nota más alta, veo a Kei llorar desconsoladamente y a los médicos entrar violentamente a mi habitación.

Han pasado dos semanas desde ese día, le veo desde lo alto fuera de mi tumba, me esta dejando hermosas flores, todas de colores, pero su rostro está pálido e inmóvil y tus ojos llorosos.

"Sonríe siempre Kei, sonríe pase lo que pase, yo siempre estaré a tu lado" susurro desde este lugar. Al parecer Kei me escucho ya que mira al cielo con una sonrisa en sus labios.